Gestamp: “Consideramos a los paquetes de baterías como un potencial negocio”
Actualmente, se centra en fabricar las carcasas de las baterías La compañía apuesta en un futuro a hacer el producto final que va en el coche eléctrico
La llegada del vehículo eléctrico ha supuesto la aparición de múltiples nuevos negocios no solo para los fabricantes, sino también para los proveedores de la industria de la automoción. Entre estos últimos se encuentra la cotizada Gestamp, que está llevando a cabo inversiones en el campo del vehículo eléctrico y más concretamente en el de las baterías.
Según explica Gonzalo Galilea, director de vehículo eléctrico de la compañía, en una entrevista con CincoDías, Gestamp se centra en la actualidad en hacer las cajas de las baterías, es decir, las carcasas en las que van los distintos módulos y el cableado que componen dichas baterías. Sin embargo, el directivo señala que la empresa analiza dar un paso más allá y no solo centrarse en la mencionada carcasa, sino en el montaje completo de la batería en los conocidos como battery packs. Este es el producto final que va en el coche eléctrico.
“El negocio de las cajas de baterías es el que tenemos cada vez más consolidado, que iniciamos hace ya unos años y es en el que estamos. Nosotros proveemos de estas cajas a los fabricantes que, una vez las tienen, ensamblan las baterías dentro (...) En cuanto al caso concreto de los battery packs, lo estamos considerando como un potencial negocio para Gestamp en el futuro”, afirma Galilea.
Precisamente Seat, socio de Gestamp en el proyecto para el Perte del Vehículo Eléctrico ‘Future: Fast Forward’ liderado por VW, está buscando actualmente un proveedor que le haga los battery packs que irán en sus futuros coches eléctricos. Sin embargo, Galilea asegura que Gestamp “no ha tenido conversaciones particulares ni concretas, ni hay ningún pedido” en torno a los battery packs con el grupo Volkswagen, dueño de Seat.
Negocio de combustión
Galilea señala que, a pesar del fuerte desarrollo que se prevé que tenga el vehículo eléctrico en la próxima década por la prohibición de matricular coches de combustión en 2035 en la Unión Europea, la compañía prevé seguir haciendo piezas para los coches de gasolina y diésel más allá de esa fecha, ya que habrá partes del mundo cuya electrificación irá mucho más lenta. “Allí donde se necesiten componentes de vehículos de combustión, los fabricaremos. Nuestro negocio va a estar ligado a los planes de los fabricantes. Al final lo que proveemos es la solución que se necesite. El coche eléctrico es una oportunidad adicional al de combustión”, explica el directivo.
La compañía española, de todas formas, tiene como prioridad el desarrollo de su negocio eléctrico que no solo comprende a las baterías sino también a otras tecnologías, como aligerar el peso de las piezas de los vehículos eléctricos. “Los requerimientos de ligereza, seguridad y estructura son especialmente relevantes en los vehículos eléctricos porque las cajas de baterías son muy pesadas (...) un coche eléctrico suele tener entre un 25% y un 35% más de peso que su equivalente en combustión”, indica.
“Otro componente muy importante dentro del vehículo eléctrico es el chasis, el cual también se rediseña con nuevos materiales como el aluminio, que se está usando más que antes por la reducción de peso respecto al acero. Estos chasis también los estamos introduciendo en el mercado y son parte de la estrategia de nuevos productos para vehículo eléctrico de Gestamp”, añade Galilea.
El directivo señala que la empresa no está teniendo problemas de suministro de materiales pese a la guerra en Ucrania, la crisis aún vigente de microchips y el aumento de precios de las materias primas. “Los materiales que usamos vienen definidos por el cliente. En muchos casos trabajamos con un esquema por el cual el cliente nos garantiza el material con el que vamos a trabajar y nos adecuamos a lo que ellos gestionan con sus proveedores. No diría que tengamos grandes problemas”, afirma.
La hoja de ruta no cambia pese al contexto actual
Continuar con la electrificación. El director de vehículo eléctrico de Gestamp asegura que, pese al mal momento que atraviesa el motor por la crisis de componentes y de microchips, la hoja ruta hacia el coche eléctrico no va a cambiar. “Es una realidad que los problemas del día a día ahí están, pero creemos que se solventarán y que los proyectos que estamos visionando a futuro van a seguir su camino natural y se van a ejecutar en los plazos que nuestros clientes nos están diciendo”, dice el directivo. Galilea no especifica qué parte del negocio supone ya el vehículo eléctrico para esta compañía que el año pasado ganó 155 millones, dejando atrás las pérdidas de 71 millones de 2020. Sus ventas el año pasado superaron los 8.000 millones, lo que supone un incremento del 8,5% respecto al ejercicio precedente.