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La fortaleza del dólar frente al euro reactiva el turismo desde EE UU a España

Las búsquedas de vuelos se han multiplicado por seis desde abril. El poder adquisitivo de un viajero ha subido un 20,4% anual

Vuelos USA Europa
Infografía: Belén Trincado

La apreciación del dólar está teniendo un efecto balsámico para la recuperación del turismo procedente de EE UU con destino a España. El pasado 12 de julio, el euro alcanzo la paridad con el dólar, un nivel que no alcanzaba desde 2002. Uno de los efectos de la debilidad del euro es que los viajes desde países del área dólar van a ser más baratos. Si por cada 1000 dólares, un turista estadounidense lograba 830 euros el pasado verano, la cifra escaló a 1.000 euros hace dos semanas, lo que supuso un alza del 20,4% anual, mientras que ayer había bajado a 980, un 18,1%.

Una ganancia de poder adquisitivo que ha tenido una correlación directa en la búsqueda de vuelos y en el incremento de reservas. Los datos de la consultora Mabrian revelan el estrecho vínculo entre un dólar fuerte y la búsqueda de vuelos con destino a España. Desde abril, fecha en la que la fortaleza del billete verde se empezó a consolidar frente al euro, hasta la pasada semana, las búsquedas de vuelos desde EE UU para viajar a algún destino español se han multiplicado por seis, coincidiendo con la caída del euro hasta alcanzar la paridad con el dólar. “Ahora mismo los hoteles europeos deberían promocionarse con fuerza entre los viajeros estadounidenses y deberían tener en cuenta los tipos de cambio a la hora de considerar dónde centrar sus fondos de marketing”, recalca Carlos Cendrá, director de marketing y ventas de Mabrian, quién disertará sobre este tema en la tercera edición del congreso sobre turismo de lujo Forward_MAD, que se celebrará del 5 al 7 de octubre en Madrid..

Turismo de compras

La recuperación de EE UU como mercado emisor de turistas es vital ya que es el mercado más importante fuera de la Unión Europea. En 2019, el turismo estadounidense alcanzó máximos históricos, con 3,3 millones de viajeros y un gasto de 6.774 millones de euros, según un informe reciente de Mastercard. El gasto medio por turista, al ser un destino de largo recorrido, supera los 2.000 euros, lo que duplica e incluso triplica el desembolso realizado por los turistas de los grandes destinos emisores como Reino Unido, Alemania o Francia. Los últimos datos de Oxford Economics, basados en los datos del Fondo Monetario Internacional del Consejo Mundial del Turismo, anticipan que el gasto en el mercado local recuperará este ejercicio los niveles prepandemia, mientras que el gasto en mercados internacionales no volverá a cifras de 2019 al menos en dos años.

Esa reactivación ya se había empezado a intuir antes del verano, ya que los asientos reservados en vuelos desde EE UU a España alcanzaron los 1,4 millones de plazas, un 80,8% de los niveles previos a la pandemia, y ahora puede acelerarse con fuerza, ya que el ultimo estudio del comparador de vuelos baratos WayAway, realizado la pasada semana, apuntaba que la mitad de los encuestados tenían ahora más ganas de viajar a Europa por la apreciación del dólar y que el área que se podía ver más beneficiada sería la del turismo de compras.

A ello contribuirá definitivamente la apertura de nuevas conexiones aéreas entre EE UU y España. El último informe de tendencias de viajes a EE UU de Turespaña eleva a 22 las conexiones aéreas entre ambos países, apenas dos menos que en 2019. Entre las útimas que se han incorporado destacan las nuevas conexiones de Iberia con Dallas y Washington y las de United Airlines desde Newark con Palma de Mallorca y Tenerife.

Ecocombustible

Una de las grandes novedades de las rutas con Washington y Dallas es que utilizarán biocombustibles. El pasado 1 de junio, el avión A330-200 de Iberia que inauguró la ruta entre Washington y Madrid pasó a la historia de la compañía aérea por ser el primero de larga distancia alimentado con biocombustible fabricado íntegramente en España. El carburante fue producido por Repsol a partir de materias no aptas para el consumo humano, esencialmente residuos, y será mezclado al 2% con queroseno. Este nuevo combustible también será usado en la ruta con Dallas.

El uso intensivo de este biocombustible, que también será usado por las aeronaves que hagan la ruta entre Madrid y San Francisco, obligará a Repsol a acometer inversiones por 200 millones en la refinería que tiene en Cartagena, con el objetivo de poder producir en torno a 250.000 toneladas de biocombustible al año ya en el primer semestre de 2023. Una primera inversión que se verá acompañada en una segunda fase con el desembolso de otros 103 millones en Bilbao enfocado a combustibles sintéticos.

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