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José Luis Curbelo (Cofides): “En cuatro años se podrá recuperar más de la mitad del Fonrec”

Asegura que el objetivo es que el Estado salga de las inversiones del Fondo de Recapitalización de Empresas "lo antes posible"

José Luis Curbelo, presidente y consejero delegado de Cofides.
José Luis Curbelo, presidente y consejero delegado de Cofides. Juan Lázaro

Cofides, sociedad público-privada que gestiona fondos del Estado, tiene marcada la hoja de ruta a seguir: ayudar a las empresas dañadas por la pandemia a resurgir y recuperar la financiación concedida lo antes posible. Cerrado el plazo para la solicitud de ayudas del Fondo de Recapitalización de empresas afectadas por el Covid-19 (Fonrec), que se ha saldado con 89 operaciones aprobadas por un volumen de 779 millones, el presidente de Cofides, José Luis Curbelo desgrana los pasos a seguir. Por un lado, valora positivamente la utilidad de este mecanismo. Igualmente, asegura que el objetivo es recuperar cuanto antes la financiación concedida y de cara al futuro reclama dirigir los fondos para transformar el tejido productivo. El Fonrec estaba dirigido a empresas medianas, de entre 15 y 400 millones de euros de facturación. Según los datos de Cofides, ha ayudado a salvar 37.000 empleos directos.

R. ¿Qué valoración hace del Fonrec ahora que ya se ha cerrado?
R. Tengo una valoración altísimamente positiva. En su momento se dotó este fondo con 1.000 millones de presupuesto en el contexto de las medidas para salvaguardar el segmento de empresas medianas, que se considera muy importante a nivel nacional, no tanto por su volumen, porque no son muchas, pero sí por el impacto que tienen en las cadenas de subcontratación, en el mantenimiento del empleo y, sobre todo, en algo muy importante como la innovación y la competitividad de la economía española. Es un sector con un importante efecto multiplicador.
R. Una vez que se ha cerrado el fondo ahora toca hacer un seguimiento. ¿Cómo se va a llevar a cabo?
R. La inversión tiene que estar liquidada en ocho años. La primera fase ha sido analizar y estructurar las operaciones. Ahora vamos a crear equipos para el seguimiento y la liquidación. Vamos a intentar que los analistas que han estudiado cada caso estén ligados a las mismas empresas. El objetivo es que las empresas florezcan y desinvertir lo antes posible. Por eso en los contratos hay trabas para la utilización de los recursos excedentes. No se pueden subir salarios y el consejo no puede distribuir dividendos.
R. ¿El objetivo es desinvertir antes de esos ocho años?
R. Cuanto antes mejor. Además, por la estructura de los precios que fija la Comisión Europea, al principio la financiación es ventajosa, pero a partir del quinto y sexto año lo normal es que las empresas puedan obtener mejores condiciones en el mercado. La lógica detrás de todo eso es que si hay excedentes, las empresas amorticen la deuda. Hay que recordar que es dinero público de todos los españoles y hay que procurar recuperarlo en su totalidad.
R. ¿Dentro de cuatro años se podría recuperar la mitad de lo invertido por el fondo?
R. Yo creo que se podrá recuperar hasta más de la mitad. El escenario es más positivo para las empresas que para los ciudadanos. Las compañías están teniendo sus ventas. El seguimiento que hacemos de las primeras inversiones nos dice que a todas les va infinitamente mejor. Incluso ha habido empresas que cuando estábamos haciendo el análisis para conceder la financiación nos pidió pararlo porque ya no lo necesitaba. En las empresas turísticas, sobre todo y en las industriales, están teniendo mucha demanda.

"El seguimiento que hacemos de las primeras inversiones nos dice que a todas las empresas les va infinitamente mejor"

R. El fondo estaba dotado con 1.000 millones de euros de orígen público y se han usado cerca de 800 millones. ¿Se podría haber llegado a la cifra total?
R. Se han analizado todas las solicitudes. No ha quedado ninguna sin gestionar. En abril dijimos que la ventanilla se cerraba, pero siguieron entrando solicitudes y se siguieron analizando. Se podría haber hecho más si el plazo hubiera sido más amplio, porque habría entrado alguna operación adicional, pero ya no hubieran sido empresas en crisis por el Covid-19. Hubieran sido empresas en crisis por situaciones sobrevenidas, pero ateniéndonos a los criterios de elegibilidad (que antes fueran viables, con un modelo de negocio sólido para pensar que los fondos se van a recuperar), no hubieran entrado.
R. ¿Cuál es el porcentaje de solicitudes que se han rechazado?
R. Entraron 143 solicitudes y se han aprobado 89. Pero no todas llegaron al proceso de análisis. Hay algunas que no llegaron a presentar toda la documentación, otras que estaban en crisis antes de la pandemia, y otras porque eran más pequeñas o más grandes de lo elegible. Las que sí cumplían el criterio de elegibilidad pasaron a análisis y ahí se rechazaron muy pocas. Fue porque después de hacer el análisis se llegó a la conclusión de que no eran empresas viables o se vio que ya estaban en crisis previamente al Covid. Otras veces no llegábamos a un acuerdo, empresas que querían el dinero pero no en las condiciones propuestas.
R. Una cuota importante de las empresas que han recibido las ayudas se concentra en Cataluña y en Euskadi, ¿por qué?
R. Es por el tejido empresarial español y la distribución de las empresas. El nicho de empresas elegibles por tamaño son solo 20.000 empresas en toda España. En Cataluña el número de empresas industriales es casi el doble que en Madrid y en Euskadi están al mismo nivel que en Madrid. Hay que recordar que en las operaciones aprobadas por el Fonrec destacan las actividades industriales y las de restauración y turismo. En todo caso, ojalá ninguna empresa hubiera tenido que venir a nosotros porque eso significaría que aunque estuviera en dificultades no necesitaría recurrir a financiación de último recurso.
R. Más allá de la gestión del Fonrec, ¿cómo ha evolucionado la actividad de Cofides en el primer semestre?
R. Va muy bien. No solo por el Fonrec que lo valoro muy positivamente, pero en nuestra actividad tradicional que es el apoyo a la internacionalización de las empresas y el desarrollo, probablemente cerremos con año récord.
R. Con las tensiones inflacionistas, el alza de tipos, y la guerra en Ucrania, ¿cree que será necesario un instrumento de apoyo como el Fonrec?
R. Quiero pensar que no. Sí que son necesarios fondos públicos para cambiar la matriz productiva de nuestro país, es esencial. Tanto con recursos no reembolsables que ayuden a mejorar la competitividad como con otros recursos reembolsables para invertir en proyectos que merezcan la pena. Y aquí el Estado tiene que asumir un papel de fomento, de emprendedor. Ayudar a las empresas a que compitan, a que crezcan. Eso sí, no tiene sentido que con dinero público se financie todo lo necesario para que las empresas crezcan, y los beneficios de ese crecimiento se los queden los accionistas.

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