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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La información sobre sostenibilidad y la hipótesis de la Reina Roja

La UE está dando un importante paso adelante para conseguir la ansiada comparabilidad europea entre los informes corporativos de las empresas

CINCO DÍAS

Alicia miró a su alrededor con sorpresa.

Alicia, jadeante: “Reina Roja, ¿cómo es posible? ¡Si parece que hemos estado bajo este árbol todo el tiempo! ¡Todo está igual que antes!”

Reina Roja: “¡Pues claro Alicia! ¿Qué esperabas?”

Alicia, jadeando aún: “Bueno, es que en mi país… cuando se corre tan rápido como lo hemos estado haciendo y durante algún tiempo, se suele llegar a alguna otra parte…”

Reina Roja: “¡Qué país más lento! Aquí, como ves, hace falta correr todo cuanto una pueda para permanecer en el mismo sitio. Si se quiere llegar a otra parte hay que correr por lo menos dos veces más rápido.”

Lewis Carroll. Alicia a través del espejo

En 1973, Van Valen, enunció una teoría revolucionaria para explicar la evolución de las especies, a la que llamó la hipótesis de la Reina Roja, inspirándose para darle nombre en el extracto mostrado del libro Alicia a través del espejo. Según su teoría, las especies no evolucionan de forma aislada, sino que compiten con otros organismos y deben evolucionar al menos al mismo ritmo para no extinguirse. Esta teoría, como muchas otras, ha sido trasladada al mundo de la empresa y otras organizaciones. Así, por ejemplo, en términos de innovación, la mayoría de las organizaciones lo que hacen es adaptarse al entorno e innovar al menos a la velocidad de sus competidores, pero para poder ser líderes es necesario superar ese ritmo, ir más rápido.

Esto es lo que ha decidido hacer la UE con la emisión de la propuesta de directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad (CSRD) y el desarrollo paralelo de normas europeas de divulgación de información corporativa en materia de sostenibilidad (en inglés, European Sustainability Reporting Standards (ESRS)) por el European Financial Reporting Advisory Group (EFRAG), asumiendo una posición de liderazgo en apoyo del desarrollo sostenible.

Estableciendo un paralelismo con la historia del encuentro con la Reina Roja, podríamos decir que hasta ahora Europa ha corrido a la velocidad de Alicia en busca de un futuro más sostenible, pero la puesta en marcha de este ambicioso proyecto supone correr el doble de rápido. Al mismo tiempo, otras iniciativas internacionales no están consiguiendo el ritmo y el alcance de la iniciativa de la UE (Giner, 2021), por lo que siguen avanzando a la velocidad de Alicia.

Pero, ¿en qué situación estábamos con relación a la información corporativa en materia de sostenibilidad? La información sobre sostenibilidad ha adquirido una importancia sin precedentes, existiendo una alta sensibilización social, empresarial, y gubernamental hacia esta cuestión. Como respuesta a dicha preocupación, múltiples organizaciones internacionales han elaborado guías que a lo largo de los últimos años han contribuido a la consecución de una mayor calidad y comparabilidad de la información que sobre esta materia divulgan las empresas. Sin embargo, su grado de madurez respecto a la información financiera aún presenta un alto margen de mejora, y uno de los grandes retos es que ambas sean equiparables en todos los sentidos y ayuden a mostrar la imagen fiel. En el contexto actual es más urgente que nunca desarrollar una solución que permita minimizar la incertidumbre existente en torno a la manera de divulgar este tipo de información, así como los problemas de comparabilidad existentes. Las diferentes organizaciones internacionales, conscientes del problema, han empezado a moverse a gran velocidad.

Particularmente, la UE ha decidido correr el doble de rápido, tal como es necesario hacer para avanzar en el país de la Reina Roja. La publicación de la CSRD en abril de 2021, y, sobre todo, el desarrollo paralelo de las ESRS a velocidad vertiginosa durante 2022 (Ortiz-Martínez, 2021) supone que Europa se convierta en el líder de la carrera, pues se prevé que a finales de este año los 27 estados miembros transpongan la nueva directiva a sus legislaciones nacionales y las empresas apliquen las primeras ESRS en la elaboración de sus informes de gestión correspondientes al ejercicio 2023, asegurando una comparabilidad efectiva a nivel europeo.

Pero esta es una carrera en la que participan otros equipos, que además están agrupando fuerzas. Así, en septiembre de 2020, las cinco organizaciones de referencia (CDP, CDSB, GRI, IIRC y SASB) publicaron una visión conjunta de los elementos necesarios para alcanzar unos niveles de información de mayor calidad. Al mismo tiempo, la fundación IFRS ha apostado por la información sobre sostenibilidad con la creación en noviembre de 2021 del International Sustainability Standards Board (ISSB) para el desarrollo de estándares. En marzo de 2022, el ISSB ha firmado un acuerdo con GRI y han sido publicados dos documentos de discusión. Por otra parte, Estados Unidos está incorporándose también a la carrera, pero a pasos más lentos. El FASB publicó en marzo de 2021 un staff educational paper sobre la intersección de aspectos ESG con la regulación de la contabilidad financiera y la SEC ha incluido en su agenda regulatoria para 2022 cuatro áreas relativas a ESG.

Aunque inicialmente las distintas iniciativas seguían un ritmo parecido, la UE ha acelerado el paso, corriendo no solo más rápido en velocidad, sino que también va por delante al desarrollar sus normas con el objetivo de influir sobre el comportamiento de las empresas y con el punto de mira en los stakeholders (Giner, 2021), bajo el principio de doble materialidad. El enfoque del ISSB es mucho más restrictivo, pues el foco está en la información que es material para los inversores y en cuestiones relacionadas con el clima.

En definitiva, debemos congratularnos por el importante paso adelante que se está dando en la consecución de la ansiada comparabilidad a nivel europeo, sin embargo, aún está por ver cómo será la coordinación con el resto de reguladores internacionales en la necesaria búsqueda de la convergencia y armonización a escala mundial. ¿Conseguirá Europa ser líder en materia de información sobre sostenibilidad y marcar el camino a otros organismos internacionales? ¿Conseguirá la UE correr el doble de rápido?

María Cristina Abad Navarro/ Francisco Bravo Urquiza/ Nuria Reguera Alvarado son Profesores de la Universidad de Sevilla. Primer Accésit del Premio AECA de Artículos 2022 (Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas)

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