La guerra de Ucrania contribuye a la adicción al carbón de China
Pekín está elevando la producción para evitar cortes de luz: es una opción financiera racional para el principal contaminador
La guerra de Ucrania está ennegreciendo la descarbonización de China, que está elevando la producción para evitar cortes de luz. Es una opción financiera racional para el principal contaminador.
La lucha de Europa por las alternativas al gas ruso está haciendo que los precios mundiales se disparen, desviando los envíos de gas natural licuado de Asia. Aunque China ha comprado petróleo, gas y carbón rusos con grandes descuentos, los datos oficiales muestran que las importaciones globales del país de estos tres productos cayeron entre enero y abril en términos interanuales, pese a un ligero aumento en la generación de energía durante el período. Así, incluso si la demanda interna sigue siendo moderada a medida que decaen los confinamientos, China podría enfrentarse a escasez de energía durante el verano del hemisferio norte. Ello supondría una línea roja que Xi Jinping ha advertido a los funcionarios que no deben cruzar después de que la búsqueda de objetivos de reducción de carbono contribuyera a la vergonzante crisis energética de 2021.
Recurrir a sus propias reservas, ricas y baratas, tiene sentido económico: China depende del carbón para el 60% de su energía, del cual la producción nacional supone el 90%. Con la concentración de los gigantes estatales, como Shenhua, Pekín ha elevado su control sobre el sector. Desde mayo, el carbón térmico de referencia de 5.500 kilocalorías por kilo en el puerto de Qinhuangdao se ha limitado a 161 euros la tonelada para los cargamentos al contado, menos de la mitad del precio de un equivalente cercano exportado desde el puerto australiano de Newcastle.
El nuevo objetivo de Pekín de ganar 300 millones de toneladas de capacidad de carbón este año, un 7% de producción anual más, se está traduciendo en rígidos objetivos diarios en las principales provincias productoras, como Mongolia Interior. Mientras, las generadoras de energía, como Datang International, están invirtiendo en nuevas centrales de carbón. Si no se producen avances en las tecnologías de captura de carbono, el mundo tendrá dificultades para aislar a un proveedor clave de gas y reducir las emisiones.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías