Las farmacéuticas advierten que Sanidad tarda un año y medio en incorporar los nuevos fármacos
España solo utiliza el 53% de las innovaciones aprobadas por Bruselas. La industria ve demorarse, de esta forma, los ingresos por sus últimas terapias
Las innovaciones farmacéuticas tardan cada vez más en llegar al paciente en España. La industria farmacéutica advierte que el sistema sanitario español ha dilatado aún más la incorporación de los nuevos medicamentos, con un retraso de año y medio (517 días) de media, lo que supone que en 2021 se suman otros 64 días de demora.
Los datos vienen recogidos en el conocido como Informe Wait, un estudio que realiza la consultora especializada en salud Iqvia para la patronal europea farmacéutica Efpia. En ese documento, se analiza cuánto tardan los distintos países en incorporar a sus sistemas sanitarios los medicamentos autorizados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y aprobados por la Comisión Europea.
España no sale muy bien parada en el estudio. Está por debajo de la media europea en el tiempo de demora –que se sitúa en 511 jornadas– y se queda muy lejos de otros grandes mercados para la industria. En concreto, en Alemania el periodo medio para introducir una innovación terapéutica es de 133 días; en Países Bajos son 294; en el National Health System de Inglaterra (el informe separa a Escocia) son 340; 429 en Italia, y 497 en Francia.
Desde que comenzó la pandemia de Covid-19, las farmacéuticas han lamentado el incremento de las demoras en España. En 2018 el retraso era de 385 días, cifra que ha ido incrementándose hasta un máximo en 2021. Para la industria es crucial poder introducir sus nuevos medicamentos con agilidad para poder recuperar la inversión en I+D y ensayos clínicos a través de la comercialización del producto. En el caso español, una vez que la Comisión Europea autoriza la venta, el Ministerio de Sanidad debe otorgar el precio para que sea financiado por el Sistema Nacional de Salud, un trámite que las empresas ven retrasarse sin justificación. Un problema que se agrava posteriormente en las negociaciones hospitalarias en las comunidades autónomas.
“Como muestran estos datos, tenemos un problema estructural en el procedimiento de evaluación y financiación, que no es tan ágil como el de los países con los que debemos compararnos”, asegura Humberto Arnés, director general de Farmaindustria. “España debe aspirar a estar entre los países que mejor acceso proporcionan a los nuevos tratamientos, porque contribuyen a aumentar la supervivencia y la calidad de vida de muchas personas”, agrega.
Demoras en oncología y enfermedades raras
El Informe Wait también destaca el retraso en España en la introducción de medicamentos oncológicos. Concretamente, de 41 nuevos productos autorizados entre 2017 y 2020, se usan 25 en el país (61%). En Alemania, por ejemplo, se utiliza el 100% y en Italia el 90%. La media para incorporar estos antitumorales al sistema es de 469 días, 74 más respecto a 2018.
En el caso de los conocidos como medicamentos huérfanos (para enfermedades poco frecuentes), la demora es incluso peor, de 696 días y se emplean el 44% de los avalados por Bruselas. Tanto los fármacos innovadores para estas patologías como los oncológicos suelen ser de elevado precio.
La demora tiene como consecuencia directa que lleguen a los pacientes menos fármacos que en otros países. El informe recoge que entre 2017 y 2020 la EMA autorizó 160 medicamentos. De esos, en España estaban disponibles 85 (el 53%). De nuevo, en la comparativa con las grandes economías, la sanidad española no queda en buen lugar. Alemania ha introducido el 92% de las nuevas terapias, el 79% en Italia, 70% en Países Bajos; 68% en Inglaterra y 66% en Francia.
España tiene también el mayor porcentaje de disponibilidad restringida, con un 41%. Es decir, que de los medicamentos disponibles, cuatro de cada diez lo están con algún tipo de restricción en su uso, normalmente por razones presupuestarias. Ese porcentaje es del 1% en Alemania, del 13% en Italia, del 15% en Francia y del 39% en Inglaterra.
“Es responsabilidad de todos poner estos tratamientos a disposición de los profesionales sanitarios en el plazo más corto posible para que puedan beneficiarse los pacientes”, apunta Arnés. Por eso, la patronal pide colaboración con Sanidad para buscar un procedimiento más eficiente y superar los cuellos de botella.