La Reserva Federal reafirma su compromiso de contener los precios y sube los tipos en 25 puntos básicos
Las tasas se sitúan en la horquilla del 0,25% y 0,5%
Con la volatilidad acampando a sus anchas en los mercados, la Reserva Federal no está dispuesta a incrementar la incertidumbre. Para evitar añadir más presión a unos mercados muy tensionados y seguir fiel a sus principios de garantizar la estabilidad de los precios el Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC) acordó subir los tipos en 25 puntos básicos, una idea que semanas antes había sido defendida por su presidente Jerome Powell en su comparecencia ante el Congreso.
Seis años y medio después de que Janet Yellen acabara con la era del dinero barato, Powell repite la estrategia y acomete la primera subida de las tasas desde 2018. El precio del dinero se situará en la horquilla del 0,25%-0,5%. La decisión fue adoptada con el visto bueno de todos los participantes a excepción del presidente de la Fed de St. Louis, James Bullard, que en sus últimas intervenciones abogó por un alza de las tasas en 50 puntos básicos.
Aunque la idea de un ajuste más agresivo fue descartada, el comité dejó la puerta abierta a efectuar subidas de las tasas en cada una de las seis próximas reuniones, una idea con la que lleva especulando el mercado en las últimas semanas y que cobraron fuerza tras la publicación de la inflación de febrero. Según la actualización de las proyecciones a cierre de año, la horquilla de tipos rondará el 1,75%-2%. El ajuste tendrá su continuidad en 2023, periodo para el que prevé tres subidas adicionales hasta alcanzar el nivel del 2,75%-3%.
“La invasión de Ucrania por parte de Rusia está causando enormes dificultades humanas y económicas. Las implicaciones sobre la economía estadounidense son altamente inciertas, pero en el corto plazo es probable que la guerra y los eventos relacionados creen una presión adicional sobre la inflación y pase factura a la recuperación”, señala el comité en el comunicado. Bajo esta premisa la Fed rebajó sus previsiones de crecimiento. Según las últimas proyecciones el PIB crecerá un 2,8% este año, frente al 4% anterior. Para 2023 y 2024 mantiene intacta su estimación de crecimiento del 2,2% y 2%, respectivamente.
La inflación, que en febrero repuntó al 7,8%, se moderará en los próximos meses, pero a cierre de año continuará estando por encima del objetivo del 2% y se situará el 4,3%, frente al 2,6% anterior. En 2023 bajará al 2,7% y en 2024, al 2,3%, cuatro y dos décimas más que las previsiones anteriores. Lo que sí mantendrá la fortaleza será el empleo. La tasa de paro se situará en 3,5% los próximos dos años.
Más allá de la subida de tipos, la Fed se enfrenta al reto de reducir su abultado balance de nueve billones de dólares. En la rueda de prensa Powell adelantó que comenzaría a recortarlo en las próximas citas, pero no dio más detalles. Las compras de bonos y valores respaldado por hipotecas ya han concluido este mes y ahora trabajarán en la idea de reducirlo. La no reinversión de los vencimientos o la venta de deuda son las dos estrategias que podría implementar. La Fed se enfrenta a la ardua tarea de asegurar un aterrizaje suave. Si es demasiado lento, corre el riesgo de que la inflación se desboque y acabe pasando factura a la recuperación tras el colapso vivido con la pandemia.
La subida de tipos de la Fed no pilló por sorpresa a los inversores. Wall Street, que comenzó la jornada con el optimismo generado por el avance de las negociaciones entre Ucrania y Rusia, mantuvo el verde en todo momento. Al cierre las ganancias se afianzaron. El Dow Jones se anotó un 1,55%, mientras el Nasdaq sumó un 3,77% y el S&P 500, un 2,24%, ascensos todos ellos que llevan a los índices sostenerse sobre los niveles previos al estallido de la guerra hace tres semanas. La subida de tipos acentuó el aplanamiento de la curva de deuda. El bono a 10 años se sítua en el 2,19%; la deuda a cinco, en el 2,16% y el bono con vencimiento en 2024 se alzaba al 1,9%.