Ibercaja sextuplica sus beneficios, sube el dividendo y se abre a elevar su objetivo de rentabilidad
La entidad gana 150 millones en 2021 y repartirá el 65% entre sus accionistas
Los resultados de Ibercaja Banco han colmado las expectativas, con un beneficio neto de 150 millones, un 540% más que en 2020, de los que repartirá a sus accionistas –la fundación Ibercaja es la principal con el 88% del capital– 98 millones. Esto supone que repartirá el 65% de su resultado como dividendo (pay out), si bien a medio plazo lo situará en el 60%. La subida del euríbor abre la puerta a que la entidad revise su previsión de rentabilidad sobre fondos propios del 9% actual al 11,5%.
El banco que dirige como consejero delegado Víctor Iglesias se dispone a salir a Bolsa en abril o junio, después de paralizar su OPV el pasado febrero por la inestabilidad del mercado. Las cuentas presentadas este lunes, correspondientes a 2021, prueban mejorar en casi todos los aspectos de su negocio.
Su ratio de capital de máxima calidad se situó en el 12,7%, por encima del objetivo estratégico del 12,5%, mientras que la ratio de morosidad se redujo 91 puntos básicos en el año hasta el 2,3% y la de cobertura de los activos problemáticos (dudosos y adjudicados) se incrementa hasta el 68,8%, casi 7 puntos porcentuales más que en 2020.
Los recursos de clientes crecieron un 7,3%, hasta los 70.163 millones de euros, impulsados principalmente por la gestión de activos y seguros, cuyo volumen ha experimentado una evolución muy favorable, incrementándose un 12,9%, de forma que representa el 47,1% en el conjunto del ahorro de clientes gestionado. Ha logrado un crecimiento histórico en fondos de inversión y planes de pensiones, que aumentan más de 4.000 millones de euros y concentran el 85% del crecimiento de los recursos de clientes.
El margen de intereses alcanzó los 493 millones de euros, un 7,7% menos, si bien esta caída se compensó sobradamente por el alza del 17% de las comisiones, hasta los 439 millones. También ha jugado a favor de la última línea de la cuenta de resultados sus provisiones, que se situaron en 127 millones de euros, un 44% inferiores a los que se anotó en 2020.
La rentabilidad sobre fondos propios tangibles (ROTE) se situó en el 5,7%, cuando el objetivo a medio plazo está en 9%. Si bien, la eventual subida de los tipos de interés, que ya se deja notar en la evolución del euríbor, permite a la entidad abrir la puerta a revisar su objetivo hasta el 10,5%, según explica en su presentación a inversores.
La ratio de créditos sobre depósitos fue del 78,2% (por cada 100 euros en depósitos, cuenta con 78,2 en créditos), con una cartera ALCO, de activos financieros, con 10.462 millones de euros, de los que Sareb suponía 1.629 millones de euros.
Las ratios de liquidez revelan unos sólidos porcentajes del 452% en LCR – coeficiente de cobertura de liquidez– y del 152% en NSFR –coeficiente de financiación estable neta–. La primera ratio revela la capacidad apra cubrir sus necesidades de liquidez en un hipotético escenario de estrés financiero durante 30 días y la segunda, es el cociente entre la cantidad de financiación estable disponible y la cantidad de financiación estable requerida. Es decir, mide la capacidad de resistencia de un banco a medio o largo plazo.