El banco suizo Julius Baer descarta que el BCE suba tipos hasta 2024
Considera que los mercados han sobrerreaccionado y que la inflación se contendrá
La inflación y la política monetaria es el tema del momento en los mercados financieros. Con los precios desbocados, los inversores han descontado que los grandes bancos centrales tendrían que subir tipos más rápido de lo esperado, para que no se sobrecalienten las economías. En tres meses, el consenso del mercado viró a toda velocidad, pero algunas firmas, como el banco suizo Julius Baer, consideran que el mercado ha sobrerreaccionado al descontar unas subidas de tipos tan inminente.
Así lo considera al menos Christian Gattiker, el jefe de análisis macroeconómico del banco para altos patrimonios, que ha visitado Madrid para reunirse con algunos clientes. Su visión sobre lo que va a hacer el Banco Central Europeo (BCE) va muy a contracorriente.
“El mercado ha pasado en seis meses de creer que la primera subida de tipos llegaría en 2024, a descontar que va a ser este mismo año. Nos parece excesivo. Están metiendo mucha presión a Lagarde para que lo haga, pero creemos que la inflación se va a ir moderando y la tensión se irá disolviendo. No vemos subidas de tipos hasta 2024”.
Las implicaciones de estas expectativas de tipos en Europa son enormes, y los rendimientos de la deuda pública se han disparado en las últimas semanas. De hecho, el cambio de tono y perspectiva sobre las políticas monetarias no afecta solo a la renta fija. En Bolsa, el sector bancario está disparado al descontar el mercado el fin de los tipos cero, que apenas les dejaban margen.
La clave de todo está en la inflación. ¿Se moderará? Gattiker, que ha estudiado a fondo el fenómeno, considera que sí, porque lo que ha disparado los precios no es un aumento excesivo de la demanda de bienes y servicios, sino una restricción de la oferta en muchos bienes (especialmente en la energía) motivada por las dislocaciones iniciadas con la pandemia y las restricciones impuestas para atajarla.
“Hay varios factores que juegan a favor de la moderación de la inflación, como son una población cada vez más envejecida, una mejora de la productividad, avances tecnológicos... también hay otros que la favorecen, como son el freno a la globalización o las políticas macroeconómicas heterdoxas”.