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Gastar Bitcóins es más difícil que robarlos

Los criptocriminales menos ambiciosos pueden pasar desapercibidos, pero los rastros digitales no se desvanecen

El abogado Sam Enzer, entre Heather Morgan (la Cocodrilo de Wall Street) y el marido de ella, Ilya Lichtenstein, en un tribunal federal de Nueva York, el 8 de febrero.
El abogado Sam Enzer, entre Heather Morgan (la Cocodrilo de Wall Street) y el marido de ella, Ilya Lichtenstein, en un tribunal federal de Nueva York, el 8 de febrero.Elizabeth Williams (AP)

Robar criptos es relativamente fácil. Lo difícil es convertirlos en dinero. Es la lección que se desprende de la detención de la Cocodrilo de Wall Street y su pareja, acusados de blanquear Bitcóins robados en 2016. Seis años después, el Departamento de Justicia de EE UU aún pudo incautar tokens no utilizados por valor de 3.600 millones de dólares.

Los delitos basados en las criptos casi se duplicaron el año pasado, con direcciones ilícitas que recibieron 14.000 millones de ganancias, estima Chainalysis. Probablemente, se trata de una subestimación: su éxito facilita la delincuencia, y el valor en alza de las criptos hace que los robos parezcan mayores en retrospectiva. Las monedas robadas por la pareja estaban valoradas originalmente en 71 millones; ahora valen 4.500 millones.

A los delincuentes y blanqueadores les gustan las criptos porque sus dueños son anónimos. Pero los movimientos dejan un rastro. EE UU dice que la pareja se esforzó mucho por ocultar el origen de sus fondos. Dividieron el alijo y lo movieron usando identidades ficticias, hasta que acabaron en una decena de cuentas a sus nombres reales. Algunos fondos se convirtieron en NFT y tarjetas regalo para Walmart y Playstation. Los investigadores siguieron tenazmente el rastro.

Aunque las criptos se merecen su reputación de salvaje oeste, las leyes complican el blanqueo. Múltiples cuentas fueron congeladas y luego abandonadas tras pedir las casas de criptos a la pareja información sobre los titulares. Pero las normas conozca a su cliente son tan buenas como el esfuerzo que se haga con ellas. Las autoridades cierran continuamente casas de cambio. Una asociada a este caso, AlphaBay, se relanzó en 2021 tras cerrar en 2017. Servicios como Tornado Cash mezclan monedas de varios usuarios. Mezcladores similares han cerrado bajo presión regulatoria, e incluso han visto acusados a sus fundadores.

Este nuevo caso es notable por su tamaño y el alto perfil de sus sospechosos. Los criptocriminales menos ambiciosos pueden pasar desapercibidos. Pero los rastros digitales no se desvanecen.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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