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Normalización monetaria

La subida de tipos se acelera y deja a los bonos de Alemania y EE UU en máximos de 2019

La rentabilidad del ‘bund’ está a punto de entrar en positivo. Goldman Sachs prevé cuatro alzas de las tasas de EE UU en 2022

Evolución de la deuda soberana desde máximos de 2019

El temor a que la escalada de la inflación siga al alza y los bancos centrales aceleren la retirada de las compras de activos está provocando una liquidación de las carteras de deuda soberana de los gestores y una subida de las rentabilidades. Una venta que se complementa además con una oleada de emisiones por parte de entidades financieras, Gobiernos y empresas, que tratan de ampliar sus colchones de liquidez antes de que empeoren las condiciones del mercado. En un momento en el que los gestores están construyendo sus carteras, los mayores precios que registran las nuevas operaciones están acelerando la rotación hacia unos bonos que pagan precios ligeramente superiores, un fiel reflejo de que la era de los tipos cero tiene los días contados.

Estos movimientos se están dejando sentir incluso en las referencias más seguras como el bono alemán a 10 años, uno de los activos refugio por excelencia. Siguiendo la tendencia que impera desde la publicaron las actas de Reserva Federal, el rendimiento del bund está a punto de entrar en terreno positivo por primera vez desde mayo de 2019. Su rentabilidad alcanzó ayer el -0,024% para moderarse al -0,034% al cierre.

Una subida que también se observa en los bonos periféricos, donde el bono español a una década alcanzó el 0,64%, máximos desde julio de 2020, mientras que el italiano sube hasta el 1,28%, frente al 1,17% con el que finalizó 2021.

Al otro lado del Atlántico, la posibilidad de que la Reserva Federal acelere las subidas de tipos de interés a partir de marzo, cuando finalizará la retirada de las compras de deuda, ha disparado los temores llevando al bono de EE UU con vencimiento en 2032 hasta el 1,78% por primera vez desde enero de 2020, periodo durante el cual los tipos de interés se situaban en la horquilla del 1,5%-1,75%, unos niveles que dos meses después fueron rebajados al 0%-0,25% actual como parte de la estrategia puesta en marcha por Jerome Powell para combatir la crisis desatada por la pandemia.

El escenario actual es muy diferente. Con una economía creciendo de manera sostenida y con la inflación en máximos de 40 años, los miembros de la Fed reiteran que harán todo lo esté en sus manos para devolver la estabilidad a los precios. Después de que en la cita de diciembre el banco central abriera la puesta a tres subidas de las tasas en 2022, ahora los bancos de inversión se muestran mucho más agresivos. Goldman Sachs prevé que la Fed efectúe cuatro subidas de tipos de interés este año una más que lo previsto por la institución. De esta forma, Goldman Sachs prevé que el banco central dirigido por Jerome Powell eleve los tipos de interés en marzo, junio, septiembre y diciembre, para finalizar 2025 en una banda entre el 2,5% y el 2,75%. Una estimación con la que se alejaría del consenso del mercado que prevé que a finales de 2025 los tipos de interés en EE UU se sitúen cercanos al 1,5%.

En el radar de los inversores está la publicación del dato del IPC de diciembre mañana. El consenso espera que la inflación escale hasta el 7% interanual, dos décimas más que más que en noviembre. De confirmarse el dato, sería el más alto desde junio de 1982. A pesar de este panorama, desde Goldman Sachs no creen que el repunte de las rentabilidades de la deuda soberana sea muy duradero y confían en que se ralentice en las próximas semanas.

El repunte de las rentabilidades de la deuda está sirviendo para acentuar la corrección de las Bolsas, que acumulan unas fuertes revalorizaciones desde que en noviembre de 2020 saltaran las primeras noticias sobre la eficiencia de las vacunas. Los inversores se habían vuelto muy dependientes de los estímulos monetarios y ahora que las medidas de ayuda a la economía tienen los días contados, la recuperación macroeconómica y de los beneficios empresariales se convierten en el principal catalizador. Esto y la ausencia de estímulos fiscales está propiciando la toma de beneficios en las últimas sesiones. Con una caída del 0,5%, el Ibex 35 firmó ayer su cuarta sesión consecutiva a la baja. Unos descensos que alcanzaron el 1,5% en el Euro Stoxx 50 y el 1,4% en el Cac francés. Las Bolsas europeas aceleraron las caídas arrastradas por Wall Street. A media sesión el Dow Jones bajaba un 1,28% mientras el Nasdaq caía un 2,3%. Desde los máximos registrados en noviembre, el Nasdaq cede un 9% y las grandes tecnológicas, un 12%.

Los expertos de Citi consideran que el mini rally de las rentabilidades de la deuda estadounidense continuará hasta que los valores más apalancados vuelvan a recibir entradas de liquidez. En la entidad creen que la recuperación de las tecnológicas vendrá de la mano de “cierta insensibilidad en la renta variable estadounidense con respecto al alza de los rendimientos (hasta cierto punto)”.

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