¡Campana y se acabó!
La principal preocupación para los mercados es la inflación
¡Campana y se acabó!, decían las Supertacañonas en el concurso Un, Dos, Tres, y parece mentira, pero ya estamos a tan solo quince días para que se acabe el año, y parece que en los mercados no nos van a dejar que acabe de forma tranquila y que se produzca el ansiado rally navideño, ¿o no?
Por un lado, una nueva cepa del Virus irrumpió en nuestras vidas. El pasado viernes 26 de noviembre con la noticia de la variante ómicron los mercados entraron en modo pánico. Temores a nuevos confinamientos y cierres de las economías que dañaran la senda de recuperación iniciada este año llevaron a ventas generalizadas en las Bolsas.
Si éramos pocos, vino Powell a decirnos que, venga, aceptamos que la inflación no es tan transitoria como se pensaba y que habría que definir el término transitoriedad. Lo mismo es que la inflación es transitoriamente persistente, quien sabe. As, nuevos movimientos a la baja irrumpieron, ya que se comenzó a descontar que las retiradas de estímulos por parte de la Reserva Federal se acelerarían y con ello las subidas de tipos en la principal economía del mundo.
En los últimos días nuevos datos conocidos sobre los precios indican que estos siguen su senda alcista, lo que reafirma esas expectativas de aceleración de retirada de estímulos y de adelanto de subidas de tipos. El mercado descuenta al menos tres subidas de tipos para 2022. En el momento de escribir estas líneas aún no se ha producido la ansiada reunión de la Fed, a las 20.00 (hora española) del 15 diciembre se supone que tendremos más certezas.
No obstante, a pesar de que ya se descuentan tres subidas de tipos de interés para el próximo año, los mercados de renta fija no reaccionaron.
Todo ello también mete presión al Banco Central Europeo, cuya reunión es el jueves 16, para que siga la senda de la Fed.
Así, a las caídas del mes de noviembre se sucedieron unas jornadas de inestabilidad, de noria en las bolsas, que llevaron al sentimiento de mercado a ser temeroso y vendedor. Hay que tener en cuenta que se acaba un año con rentabilidades abultadas con lo que la recogida de beneficios también ha pesado.
¿Qué se espera para el 2022? ¿Cómo reaccionarán los mercados ante cambios en la política monetaria? ¿Seguirá siendo la renta variable el activo ganador? ¿Dónde estará el Santo Grial del inversor en 2022?
En líneas generales se espera que el 2022 sea también un año positivo para las bolsas a pesar del inicio de cambio en la política monetaria de la primera potencia mundial, que posiblemente tendrá continuidad en las autoridades monetarias europeas.
Pero, ¿cuáles son las variables que debemos vigilar y que hagan que esta escueta respuesta cambie?
Sin olvidarnos del riesgo a un repunte de la Covid, la principal preocupación para los mercados es la inflación.
La persistencia de unos niveles elevados de precios dañaría, por un lado, la capacidad adquisitiva de los consumidores reduciendo el consumo, las ventas de las empresas con ello y los beneficios empresariales. Además, mayores costes de producción por incremento de precios de materias primas dañaría a su vez los márgenes empresariales.
Esta subida de inflación forzaría a ser más contundentes con las subidas de tipos. Tipos más altos, condiciones financieras más duras, encarecerían los costes de la deuda y de financiación de las empresas dañando los márgenes.
No obstante, a medida que se solucionen los cuellos de botella en determinadas industrias en el proceso de apertura de nuevo de las economías y se vuelva al nivel de inventarios las materias primas moderaran sus precios, y eso unido al efecto base en la inflación puede que haga que los bancos centrales no se vean obligados a endurecer en exceso su política monetaria, ya que los niveles de inflación se normalizaran. A su vez, con revisiones a la baja del crecimiento económico, los bancos centrales se mostrarán cautos y vigilantes para no pasarse con las subidas y dañar con ello la salida de la crisis provocada por la pandemia.
Así pues, se considera como escenario más probable lo que ya descuenta el mercado, aceleración de la retirada de estímulos por parte de la Fed que acabará en marzo 2022 y tres subidas de tipos a partir de entonces.
El comienzo de las subidas podría ser en junio si los registros de precios se moderan. Con lo cual los beneficios empresariales se estiman suban, aunque no en la cuantía que lo han hecho en este 2021. Se espera por el consenso alzas de 7% en los beneficios de 2022 (aunque hay casas de análisis que lo elevan a más del doble, 15%).
El Santo Grial de los inversores estaría de nuevo en la Renta Variable. No todo vale dentro de esta clase de activo y se focalizaría la inversión en:
- Sectores / compañías que tengan capacidad de fijación de precios,
- Sectores / compañías con baja deuda, o no endeudadas
- Sectores/compañías que tengan capacidad de creación de su propia demanda, como son los servicios a empresas.
- Sectores apoyados por las políticas fiscales a ambos lados del Atlántico como son los sectores de Renovables o de infraestructuras.
- Sector tecnológico siempre ha de estar presente focalizado en Software y semiconductores.
- Como parte más defensiva se estaría en sectores relacionados con salud.
- De tener algo en renta fija se focalizaría en bonos ligados a la inflación.
- En términos de fondos de inversión el 2022 puede ser el año de los fondos mixtos/multiactivos.
Veremos lo que nos cuenta hoy Powell esperando que no nos lleve por otros caminos para llegar a nuestro destino, encontrar la rentabilidad de nuestras inversiones.
Feliz Navidad y Feliz 2022.
“A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo,” Jean de La Fontaine
Araceli de Frutos, EAF 107 y asesora del fondo Alhaja Inversiones