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Se desploma más de un 11%

La Bolsa castiga a Indra ante la posibilidad de que su nuevo accionista SAPA la acerque a ITP

La venta del 5% de Corporación Alba desata temores en el mercado El Gobierno suma un aliado en el consejo de la tecnológica

Marc Murtra, presidente de Indra.
Marc Murtra, presidente de Indra.

Indra ha vivido este miércoles su peor día en Bolsa desde marzo de 2020. Sus títulos cayeron un 11,51%, hasta los 9,34 euros, tras conocerse que Corporación Financiera Alba, su accionista durante 12 años, ha vendido el 5% del capital en la empresa del Ibex a la compañía vasca de defensa SAPA, y trascender, además, que el vehículo de inversión de la familia March planea salirse progresivamente de Indra y ceder su asiento en el consejo, ocupado por Santos Martínez-Conde, a un representante de la empresa vasca.

Tras la operación, Corporación Alba, que había llegado a ser segundo mayor accionista de Indra, rebaja su posición en la compañía hasta el 3,2%, y SAPA se coloca como tercer accionista, por detrás de la SEPI, que posee un 18,7%, y el fondo Fidelity Managent, con un 9,8%.

El desplome de hoy de Indra en Bolsa, que vaticina nuevos enfrentamientos en el grupo tecnológico español, superó en tres puntos porcentuales al que sufrió el pasado 21 de mayo, cuando sus títulos retrocedieron casi un 8% tras cesar el Gobierno a Fernando Abril-Martorell como presidente ejecutivo de la empresa. Tres días después, el 24 de mayo, sus acciones volvieron a caer otro 4,72% tras conocerse que Marc Murtra, un hombre afín al PSC y al PSOE, iba a ser el próximo presidente, en este caso no ejecutivo, de la compañía.

Es un hecho que la retirada paulatina de Corporación Financiera Alba de Indra arrancó justo después de estos cambios en la cúpula directiva (a 30 de abril de 2021 controlaba casi un 10%), lo cual demuestra, según fuentes del mercado, el malestar del hólding de los March por las injerencias del Gobierno de Pedro Sánchez en Indra y la politización de la gestión de la tecnológica.

Las mismas fuentes afirman que Corporación Alba ha aprovechado el tirón en Bolsa de Indra en los últimos tres meses para vender ese 5% (aunque cierra la venta con minusvalías brutas de 23 millones) y que el objetivo es “invertir en otras opciones que encajen mejor con su política de inversiones, que presta gran atención al buen gobierno y equipo directivo de las empresas de su cartera”.

El mercado castigó hoy a Indra ante la posibilidad de que su nuevo accionista SAPA les acerque a ITP. Al menos eso aseguran fuentes consultadas, que subrayan que ha sido SAPA quien se acercó a Corporación Financiera Alba para comprarles su participación. “Ese es un dato importante, porque no hay que olvidar que el principal cliente de la empresa de defensa vasca es el Ejército español y que esta operación sentará en el consejo de Indra a una compañía que está más alineada a los intereses del Gobierno y que hará valer su 5% si se propone una transacción de ese tipo”. O se impulsa otorgar a Murtra competencias ejecutivas.

El Gobierno español había apostado porque Indra se hiciese con el fabricante español de motores de aviación ITP Aero, y aunque la tecnológica ya sondeó tal operación en 2018, la descartó tras una subida de precio. “Ahora, este movimiento accionarial puede abrir la puerta a la entrada de Indra en ITP Aero”, remarca otra fuente. Propiedad del fondo Bain, que pagó 1.700 millones a Rolls-Royce por el 100%, luego cedió el 6% a SAPA (holding de defensa de la familia Aperribay) y el banco BP Capital. Bain espera captar más inversores antes de junio del próximo año.

Desde la sede de SAPA en Andoain (Gipuzkoa) no se trasladaron ayer novedades sobre la operación, con sus principales directivos en Madrid para cerrar la compra. La nueva operación orgánica del fabricante de equipos de Defensa, tras su entrada este año en ITP Aero, es seguida también con interés por el Gobierno vasco, que comparte con el Ejecutivo de Madrid la valoración de ITP Aero como empresa estratégica y operador clave en los temas de Defensa.

El gabinete del lehendakari Iñigo Urkullu ha aprobado esta semana una ampliación de 50 millones en el capital del fondo público Finkatuz, su brazo inversor en compañías para que mantengan su arraigo en Euskadi. Finkatuz participa en el capital del fabricante de trenes CAF y en la láctea Kaiku. Tras esta inyección, Finkatuz tendrá una tesorería de 210 millones. En 2022, el Gobierno vasco tiene intención de aportar otros 50 millones, con el objetivo de que durante esta legislatura sume unos recursos de 300 millones. Desde Vitoria han reiterado su disposición a entrar en ITP, a condición de contar con un representante en el consejo y de que se garanticen inversiones y mantenimiento de empleo. Ignacio Mataix, uno de los consejeros delegados de Indra, fue durante años el principal directivo de ITP Aero.

Pese al traspié de hoy, las acciones de Indra suben un 33,88% en lo que va de año y un 105% desde los mínimos de mayo de 2020, cuando su acción llegó a valer 5,15 euros. Indra venía cotizando en zona de máximos anuales, al haber sobrepasado los 10 euros, tras batir expectativas con sus últimos resultados. La empresa ganó hasta septiembre 115 millones, lo que contrastaba con las pérdidas de 31 millones de los tres primeros trimestres de 2020. Sus ingresos también subieron un 9,7% frente a 2020, hasta los 2.363 millones.

Junta de la Real Sociedad el mismo día

Jokin Aperribay, uno de los inversores de referencia de la empresa familiar SAPA, tuvo el pasado martes una agenda muy apretada. Como presidente de la Real Sociedad, el empresario vasco lideró la junta de accionistas del club de fútbol. Tanto su preparación como su desarrollo, de las 19 a las 22 horas en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián.

La junta de accionistas de la Real Sociedad respaldó al 99% el presupuesto para la actual temporada, que marca un récord de 133 millones en la historia del club blanquiazul. En otro ámbito, por debajo de los 90,8 millones que SAPA pagará por el 5% de Indra que estaba en manos de Corporación Financiera Alba.

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