El Gobierno releva a Fernando Abril-Martorell como presidente de Indra
Se desconoce quién sustituirá al directivo. La compañía ha comunicado a la CNMV que el primer accionista (la SEPI) ha trasladado al grupo su voluntad de promover un relevo en la presidencia
El Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido relevar a Fernando Abril-Martorell como presidente de Indra. La salida del directivo se producirá en los próximos días, según avanzaban fuentes próximas al Consejo de Administración. El grupo tecnológico español está participado en un 18,7% por el Estado, su mayor accionista, a través de la SEPI. Los otros dos principales accionistas de la compañía son Corporación Financiera Alba, con un 10,5% del grupo, y Fidelity Management Research, con el 9,8%. Norges Bank, la gestora de activos de Banco Santander y T Rowe Price Associates tienen porcentajes en torno a un 3%.
La decisión de sustituirlo, adelantada por El Confidencial y confirmada por este periódico, se le comunicó al directivo el pasado viernes, pero aún se desconoce quién será su sustituto. Durante toda la semana los rumores sobre su cese fueron continuos, y este jueves y viernes hubo reunión del consejo durante varias horas, apuntan fuentes conocedoras.
Tras saltar la noticia, Indra ha indicado en un hecho relevante enviado a la CNMV que el principal accionista de la multinacional española "ha trasladado a la compañía su voluntad de promover un relevo en la presidencia, ostentada por Fernando Abril-Martorell, cuyo mandato finaliza este año, así como su deseo de dar inicio a una nueva etapa en la presidencia del grupo".
La nota añade que el Consejo no ha adoptado todavía ninguna decisión sobre este posible relevo. "Se ha acordado retrasar hasta el 30 de junio de 2021 la fecha de celebración de la Junta General ordinaria, en segunda convocatoria", añade. Las acciones de compañía han cerrado con una caída del 7,9%, hasta los 7,52 euros.
Abril-Martorell asumió la presidencia de Indra en enero de 2015, sustituyendo a Javier Monzón, en un momento en que la compañía afrontaba serios problemas económicos, achacables según los analistas a una mala gestión de Monzón. El todavía presidente de Indra, hasta que se formalice el cese, llegó a la compañía justo cuando trascendió la entrada de Telefónica en el núcleo duro de la tecnológica con la toma de un 6,2% del capital (un 3,16% de forma directa y otro 3,01% en opciones de compra). Desde entonces, su tarea al frente del mayor grupo de electrónica, tecnologías de la información y defensa y seguridad español no ha sido fácil.
El ejecutivo tuvo que reformular las cuentas de 2014 y 2015 aflorando unas pérdidas de 687 millones de euros, que había ocultado el equipo gestor anterior y abandonar algunos proyectos de dudosa rentabilidad. Bajo su batuta, la compañía también ha llevado a cabo ajustes de plantilla importantes. El pasado año, por ejemplo, Indra pactó con los sindicatos tras el verano la salida de 580 empleados de su filial de TI (con 220 prejubilaciones) y un plan de prejubilaciones y bajas voluntarias en Indra Sistemas que afectaría a un máximo de 220 empleados.
Según confirmaron a Europa Press fuentes de SEPI, "en la compañía se abre una nueva etapa llena de oportunidades en sectores clave para el país que por su alto contenido tecnológico pueden contribuir en primera línea a la reactivación económica". Al parecer la decisión del relevo se habría tomado tras discrepancias entre el directivo, que ha defendido su gestión independiente, y el Ejecutivo. La SEPI tiene dos miembros en el consejo de administración de Indra. Fuentes consultadas por CincoDías sostienen que el movimiento es "absolutamente político" y que lo que busca es poner "a una persona más afín a Pedro Sánchez".
Indra facturó durante el primer trimestre de este año 751 millones de euros, un 2,2% más que en el mismo periodo de 2020, gracias sobre todo a su división de Transportes y Defensa y una mejora de los márgenes hasta el 6,9%. La cartera de la empresa alcanzó máximo histórico con 5.322 millones de euros, un 10,9% más.
Fuentes sindicales apuntan que no ven con buenos ojos la destitución de Abril-Martorell, de quien destacan "ha modernizado la compañía". El momento, añaden, "no puede ser menos adecuado. Después de duplicar el Ebit del primer trimestre de 2021 respecto al del año anterior al Covid y de aumentar el beneficio neto un 255%, no se entiende el relevo en el puesto. Nos preocupa la decisión en este momento en que la compañía empieza a sacar la cabeza".
Las mismas fuentes, que reconocen haber vivido fuertes enfrentamientos con la dirección por los ajustes de plantilla llevados a cabo en 2020, subrayan que el relevo va a generar preocupación y malestar en la plantilla, "pues después de atravesar momentos muy difíciles debido a la pandemia, y a la situación que arrastraba la compañía desde la época de Monzón, es ahora cuando Indra está consiguiendo nuevos contratos a largo plazo (entre otros, el del programa FCAS, control aéreo satelital y proyecto europeo SESAR). Y, en este momento, lo que necesitamos es estabilidad", remarcan.
Con Abril-Martorell Indra reforzó su negocio con algunas compras importantes como la de Tecnocom y el grupo SIA. Este último le ha permitido reforzarse en un área estratégica como es la ciberseguridad. El pasado abril se conoció que la compañía española pujaba por adquirir el 25% de la alemana Hensoldt, un grupo dedicado a defensa y seguridad, aunque finalmente se impuso Leonardo.
Abril Martorell fue consejero delegado del grupo PRISA, editor de CincoDías desde abril de 2011 hasta octubre de 2014. Entre otros cargos, también fue consejero delegado de Credit Suisse para España y Portugal, y consejero delegado de Telefónica entre 2000-2003.