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El Covid dispara hasta máximos históricos el peso de los impuestos en el PIB

La relación entre los ingresos fiscales y la riqueza española asciende al 36,6% Es un aumento de 1,9 puntos respecto a 2019

Impuestos España OCDE
Infografía: Belén Trincado
Pablo Sempere

La pandemia de Covid-19 disparó durante el pasado ejercicio el peso de los ingresos fiscales en el producto interior bruto (PIB) español. Según el informe anual sobre los ingresos de las finanzas públicas, presentado este lunes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la relación promedio entre impuestos y PIB se situó en España en el 36,6% a lo largo del año 2020, un aumento de 1,9 puntos porcentuales respecto a 2019 y el mayor alza de todas las regiones analizadas por el club de los países ricos. La resistencia de la recaudación en pleno desplome de la economía explicaría en buena medida este aumento de la presión fiscal sobre el PIB.

En términos generales, durante 2020, "la relación promedio entre impuestos y PIB de la OCDE aumentó en 0,1 puntos porcentuales, hasta el 33,5%", explica la OCDE. La razón, señala, es que aunque los ingresos fiscales nominales cayeron en la mayoría de los países debido a la crisis sanitaria y económica, las caídas en el PIB "fueron a menudo mayores", lo que resultó en un "pequeño aumento en la relación promedio entre impuestos y PIB".

En los países de la OCDE, la relación entre ambas variables osciló entre el 17,9% de México y el 46,5% de Dinamarca, con aumentos en un total de 20 regiones y con caídas en otras 16. El mayor avance, recoge el organismo, se dio en España, "en gran parte debido a un aumento de los ingresos de las contribuciones obligatorias a la Seguridad Social". España, resume la organización internacional, experimentó la mayor caída del PIB nominal (con un retroceso histórico del 10,8%), pero "una menor caída de los ingresos fiscales nominales".

Analizando los datos de la serie histórica que recoge la organización con sede en París, el peso de los impuestos sobre el PIB español rondaba el 14,3% en el ejercicio 1965. Más adelante, 25 años después, la aportación se colocó en el 31,5% para escalar al 33% en el 2000 y al 36,4% en 2007, el porcentaje más elevado hasta el año marcado por la pandemia.

En 2010, un ejercicio que empezaba a estar ya bajo los efectos de la crisis financiera de 2008, el peso de los tributos sobre la riqueza nacional se situó en 31,3% para subir al 33,1% en 2013, al 33,8% en 2015 y al 34,7% en 2018 y 2019.

La OCDE recuerda que si el impacto de la pandemia de Covid-19 en los ingresos fiscales de los países ha sido menos pronunciado que durante las crisis anteriores es, en parte, "debido a las medidas de apoyo introducidas por los gobiernos para apoyar a los hogares y a las empresas". Esto sugiere, señala el organismo, "que las medidas de apoyo contribuyeron a la estabilidad relativa de los ingresos fiscales al proteger el empleo y reducir las quiebras corporativas en un grado considerablemente mayor que en la crisis financiera mundial de 2008-2009".

Desagregación

La OCDE, aunque proporciona la información preliminar del año 2020, únicamente ofrece los datos desglosados por componentes del ejercicio 2019. De media, en el club de los países ricos, las cotizaciones sociales representaron la principal fuente de ingresos fiscales (un 25,9% del total), seguidas de cerca por el impuesto sobre la renta (23,5%) y a un poco más de distancia por el IVA (20,3%). El resto de las tasas al consumo supusieron un 12,3%, el impuesto de sociedades un 9,6% y los impuestos a la propiedad un 5,5%.

La estructura impositiva, según los mismos datos, fue en 2019 diferente en España. Por un lado, las cotizaciones sociales tuvieron un peso neto mucho más elevado, hasta el 35,3%, algo que también ocurrió con los impuestos a la propiedad, que se colocaron en el 7,1%. Por el otro, Sociedades supuso un 6%, el IVA, un 18,7%, y el resto de gravámenes sobre el consumo, un 10,2%.

Unión Europea

La comparativa europea sitúa a España lejos de la mayoría de los socios comunitarios. La presión fiscal, según los datos oficiales de la OCDE, se situó en el 46,5% (una décima menos que un año antes) en Dinamarca, que vuelve a situarse a la cabeza de la clasificación. Después se colocó Francia, con un 45,4% (cinco décimas más). Otros países del entorno como Austria, Italia, Suecia y Bélgica oscilan entre el 42% y el 43%, mientas que socios como Alemania y Grecia superan a España en un par de puntos porcentuales.

En las principales economías de fuera de la Unión Europea el peso de la carga fiscal en las riquezas nacionales suele estar por debajo de la cifra española. En Estados Unidos, por ejemplo, se situó en 2020 en el 25,5%; en Reino Unido lo hizo en 32,8%; y en Canadá se colocó en el 34,4%.

Sobre la firma

Pablo Sempere
Es redactor en la sección de Economía de CINCO DÍAS y EL PAÍS y está especializado en Hacienda. Escribe habitualmente de fiscalidad, finanzas públicas y financiación autonómica. Es graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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