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ENTREVISTA

Ignacio de la Torre: “El próximo otoño habrá elecciones y el nuevo Gobierno hará ajustes”

Cree que tras el Covid las empresas europeas traerán de vuelta parte de sus fábricas en países emergentes y ve oportunidades para España

Ignacio de la Torre, socio y economista jefe de Arcano Partners.
Ignacio de la Torre, socio y economista jefe de Arcano Partners.Pablo Monge
Juande Portillo

"La recuperación nos ha sorprendido a todos y lo normal es que se traslade a los salarios”, defiende Ignacio de la Torre (Madrid, 1974), socio y economista jefe de Arcano Partners, firma que ofrece estudios y consultoría a empresas. De la Torre, que también preside el consejo asesor del Círculo de Empresarios, advierte de que la clave para dejar atrás la crisis pandémica es aprovechar la ayuda europea para mejorar la productividad.

R. El Gobierno aún prevé un alza del PIB del 6,5% este año y del 7% en 2022, ¿son cifras creíbles?
R. Nos parecen razonables para 2022. Con el ahorro embalsado que hay, la mejora de la confianza del consumidor y la evolución laboral, que va a generar más consumo, es razonable pensar que una parte irá al PIB y que en 2022 el crecimiento sea cercano al 6%. El problema lo vemos a medio plazo, porque la economía solo crece de dos formas: horas trabajadas, que depende de la demografía y la población activa, y productividad por hora trabajada, que está en niveles bajos. Puede mejorar con los fondos europeos.
R. ¿Cómo explican la pérdida de productividad que deriva de que el empleo avance más que el PIB?
R. Es como si las empresas hubieran llamado de vuelta a miles de trabajadores y hubieran estado mano sobre mano. Es muy extraño. La única explicación que veo es sectorial: las ramas de actividad de menor valor añadido han sido las que más empleo han destruido en pandemia y, previendo una temporada veraniega fuerte, han llamado de vuelta a muchos trabajadores previamente a tener una temporada turística álgida. En otros países la productividad por trabajador ha subido y ha caído por hora trabajada porque están echando más horas al día para compensar la menor productividad de trabajar desde casa. No es sostenible.
R. ¿Viene el teletrabajo para quedarse?
R. Somos pesimistas. La Universidad de Brown considera que el número de empleos que acabarán siendo teletrabajados es del 10% al 20%. Si mañana puedo trabajar desde Burgo de Osma, en un mes mi jefe va a bajar mi sueldo al coste de vida de allí y luego buscará alguien que lo haga desde Montevideo por una cuarta parte. La productividad y la creatividad están vinculadas al intercambio de ideas de la proximidad física. En modelos mixtos, la parte de la plantilla que teletrabaja tiene menos posibilidades de ascenso, menos incrementos salariales y más posibilidades de ser despedida. La pregunta es cómo serán las oficinas, porque el Covid se va a quedar como endemia y pasaremos de los 10 m2 por trabajador a los 15 m2 que había en 2007. El incremento de demandas de oficinas podría ser de un tercio.
R. ¿Qué evolución esperan del mercado laboral?
R. Lo normal es que tengamos un mercado laboral pre-Covid pronto, con tendencia a la escasez de trabajadores en ciertos sectores, lo que, junto a la inflación, aunque sea temporal, llevará a subidas de salarios. En España hay tanta diferencia entre el coste laboral y la productividad por hora que no va a afectar negativamente, pero sí mejorará el consumo.
R. ¿El alza de salarios será general?
R. Con intensidad en sectores como la construcción. España construye 200.000 casas al año y estamos en 100.000. Cuando se recupere la normalidad necesitaremos más gente, y además vamos a usar una parte importante de fondos europeos para rehabilitación. Pero el efecto en salarios será amplio.
R. ¿Cuándo veremos niveles de PIB y empleo pre-Covid y cómo evolucionarán las cuentas públicas?
R. Deberían recuperarse en el segundo trimestre. El déficit caerá este año al -8% y en 2022 al -6%, y la deuda cerrará en el 120% y el 118%, respectivamente.
R. ¿Cómo se reduce semejante volumen de deuda pública?
R. España es de los únicos países en tener un déficit estructural de cinco puntos de PIB, como consecuencia de no haber sido intervenido. Se evitó el rescate, pero es un ajuste pendiente. La deuda se va pagar como en la Segunda Guerra Mundial, con una política monetaria que sostenga tipos de interés reales negativos durante al menos 10 años para que la factura del Gobierno en intereses no se dispare y tolerando inflación por encima de los tipos para que el PIB nominal suba más de lo normal. Con una inflación del 2%, y un crecimiento del 2%, el PIB de España avanzará al 4% nominal, que en 10 años es un incremento compuesto de más del 50%. Con lo cual la deuda sobre PIB bajaría del 120% al 80%. Pero eso implica que no puedes tener un déficit estructural continuado.
R. ¿Y cómo se ataja ese déficit?
R. Cuando vuelvan las reglas fiscales España tendrá que hacer un esfuerzo, rápidamente o en un tiempo, según la línea del nuevo Gobierno alemán. Lo razonable es que se haga tanto por vía de los ingresos, restringiendo los IVA a tipos reducidos y elevando IRPF con más empleo, como del gasto, que necesariamente irá en pensiones, que generan dos terceras partes del déficit estructural. Se hará computando más años de vida laboral.
R. ¿Cree que el Gobierno asumirá el coste político de esos ajustes?
R. Se hará a partir de 2023 e incluirá temas muy sensibles como pensiones e impuestos. Si efectivamente la coyuntura de 2022 es la que hemos hablado, con crecimientos fuertes de la economía, un mercado laboral boyante y sueldos al alza, es razonable que se planteen elecciones generales para otoño para aprovechar el tipo de coyuntura económica y luego el Gobierno que salga tome las decisiones comprometidas con Europa.
R. ¿Qué papel van a jugar las ayudas europeas en la recuperación?
R. La deuda se va a pagar como en la Segunda Guerra Mundial, con política monetaria que sostenga tipos negativos una década La recuperación nos ha sorprendido a todos y lo normal es que se traslade a los salarios El dinero invertido tendrá un multiplicador sobre el PIB del 0,8, aunque no se va a ejecutar el 100%, por lo que de cada 100 euros afectarán 60 al PIB. La gran pregunta es si la inversión privada que acompañe va a mejorar la productividad. Soy optimista. Eso en cuanto a transferencias, es razonable que España use también los 70.000 euros en créditos para financiarse.
R. ¿Se deslocalizarán empresas por fijar un tipo mínimo de Sociedades como alerta la CEOE?
R. Un español al día te cuesta 22 euros por hora trabajada y te produce 40. Un alemán o francés cuesta 40 y produce 50. Con esas cifras las empresas no se van a deslocalizar, incluso con un sistema fiscal terrible, que no es el caso, las empresas ajustarían vía costes laborales. Es más, una de las consecuencias del Covid va a ser que las compañías se van a plantear reintroducir aquí una cuarta o quinta parte de la capacidad fabril que se habían llevado a países emergentes. Las de EE UU se las traen de China y no las abren en California, las abren en México. Las alemanas tienen muchos incentivos para traerlas a España. El europeo es el mayor mercado del mundo y no tienes riesgo arancelario. Puede ser una gran oportunidad.

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