Los recortes a las eléctricas pueden enfriar la inversión en biogás
Nortegas pide apoyo regulatorio para impulsar esta tecnología Sedigas espera que la congelación parcial de la tarifa sea temporal
La subida estratosférica del precio de la luz ha obligado al Gobierno a tomar medidas drásticas para aliviar la presión sobre los consumidores, pero la intervención podría tener un efecto indeseado sobre la inversión en fuentes de energía limpia. Dos muy prometedoras que podrían verse especialmente afectadas, dado su incipiente desarrollo, son el biogás y el hidrógeno verde.
El fondo de inversión australiano IFM dio cuerpo a este temor cuando en plena ofensiva en Bolsa por el control de Naturgy (de la que finalmente ha conseguido el 11% del capital), advirtió de que los recortes de ingresos decretados por el Gobierno ponían en duda el cumplimiento de las inversiones previstas por la eléctrica para el periodo 2021-2025, a menos que se revise a la baja o elimine el dividendo.
La estrategia de Naturgy contempla inversiones en energías limpias por 8.700 millones de euros, parte importante de los cuales están reservados para biogás e hidrógeno. Y aunque la misma eléctrica admitió en su informe sobre la opa de IFM que los cambios regulatorios podían afectar el cumplimiento del plan, Silvia Sanjoaquín, responsable de nuevos negocios de Naturgy, asegura que la empresa “mantiene un firme compromiso con el desarrollo del biometano como exponente de combustible autóctono, neutro en carbono, renovable, circular y dinamizador de la economía rural”.
El biogás o biometano se obtiene degradando paja, estiércol, lodo y otros residuos orgánicos, mientras que el hidrógeno verde se produce descomponiendo agua con electricidad sobrante de turbinas eólicas o paneles solares. El hidrógeno, además, se puede guardar y usar para cargar coches eléctricos.
Por su neutralidad climática, el Gobierno ha propuesto sendas hojas de ruta para estas dos tecnologías. Así, prevé que en 2030 se produzcan 10,41 teravatios hora (TWh) anuales de biometano, frente a los 2,74 TWh actuales, y que el 1% del gas natural consumido a través de la red sea de esa naturaleza. Para el hidrógeno verde espera inversiones por 8.900 millones en la instalación de al menos 4 gigavatios (GW) de potencia, una capacidad que ahora es prácticamente cero.
Intercambiables
Dado que ambos pueden intercambiarse por el gas natural en las redes de suministro (el biogás al 100% y el hidrógeno mezclado con el combustible fósil), “son una oportunidad para descarbonizar el consumo de los 8 millones de clientes actuales”, destacan desde Nortegas, distribuidora en el País Vasco, Asturias y Cantabria. “Pero para impulsar el desarrollo de estos gases renovables es fundamental el apoyo regulatorio”, añaden.
La compañía alude así a las medidas tomadas para controlar el alza de la luz. El decreto, convalidado por el Congreso a mediados de este mes, reduce temporalmente los beneficios caídos del cielo que las eléctricas perciben cuando el alto precio del gas determina en el mercado mayorista el precio que cobran por generar con fuentes no emisoras y más baratas, como la hidráulica y nuclear. La reducción hasta marzo de 2022 de estos ingresos extras costará a las empresas del sector 2.600 millones.
Las cifras
472 millones de euros podrían aportar al PIB español en 2030 los proyectos de gases renovables, según Sedigas. Crearían, además, entre 15.000 y 25.000 empleos.
8.900 millones de euros es la inversión en hidrógeno verde que se espera ejecute en España para alcanzar en 2030 los 4 GW de electrolizadores, de acuerdo con la hoja de ruta trazada por el Gobierno.
Clara Alcaraz, abogada sénior de derecho público y especialista en energía de Clifford Chance, confirma que este tipo de medidas “desincentivan cualquier inversión porque anticipa a los inversores que la normativa puede cambiar en cualquier momento”, cuando lo que estos necesitan es un marco estable para la toma de decisiones.
El decreto también congela parcialmente la subida de la tarifa regulada que se aplica a 1,5 millones de consumidores de gas, principalmente hogares y colectivos vulnerables. “Esta medida de carácter temporal se aplicará desde octubre a marzo del próximo año. Es decir, durante dos trimestres consecutivos la tarifa no se verá incrementada en los términos de mercado que realmente correspondería. En este sentido, afecta de manera parcial y (esperamos) coyuntural a una de las actividades del sector gasista español, cuya apuesta por los gases renovables es clara”, afirman desde Sedigas, la asociación de gasistas.
De momento, al menos, las empresas descartan un enfriamiento de sus planes. Sanjoaquín, de Naturgy, destaca que el grupo ha puesto en marcha más de 12 líneas de investigación en biometano. “La compañía analiza hoy proyectos de gases renovables por valor de 4.000 millones de euros”, abunda.
Enagás, por su parte, informa de que sigue trabajando en los 55 proyectos de esta fuente de energía que ha postulado a los fondos de recuperación europeos junto a más de 50 socios y que movilizarían en conjunto 6.300 millones. Entre ellos, destaca un acuerdo con Iberdrola y BP para invertir 90 millones en la construcción de un electrolizador de 20 megavatios (MW) en Castellón.
Repsol considera que los recientes cambios regulatorios no afectan a sus planes de descarbonización. “Todos los proyectos que ya han sido anunciados y otros que se encuentran actualmente en estudio avanzan según lo previsto”. La empresa prevé invertir 2.549 millones para instalar una capacidad de 1,9 GW en hidrógeno verde de aquí a 2030.
De acuerdo con Sedigas, actualmente hay en curso en España 93 proyectos de biometano que movilizarían 1.000 millones de euros y crearían hasta 8.000 empleos, y otros 38 de hidrógeno verde por un valor total de 3.000 millones de euros.
Hay recursos, falta ambición
Insuficiente. La previsión del Gobierno de contar en 2030 con un 1% de biometano en la red de gas natural es insuficente para Sedigas. “Es absolutamente necesario que España se fije objetivos ambiciosos para los próximos años y nos acerquemos más a países de nuestro entorno que se han marcado como objetivo llegar como mínimo al 10%”, exponen.
Materia prima. La patronal gasista argumenta que, dado el peso de la ganadería y agricultura en la economía española, el país cuenta con los recursos suficientes para llegar a esa cifra y dar respuesta a la gestión de los residuos de estas dos actividades. Además, ayudaría a reducir las emisiones en estos sectores, que son muy elevadas.
Potencial. “España es el tercer país de la UE donde esta fuente de energía tiene mayor potencial de desarrollo, superado únicamente por Francia y Alemania, países donde ya hay cerca de 300 plantas de biometano en operación gracias a los incentivos que se han dado para su desarrollo e implementación”, refieren en Sedigas.
Garantías. Entre los estímulos que hacen falta para invertir en hidrógeno, Nortegas pide un sistema de garantías de origen que acredite la procedencia renovable de los megavatios usados en la electrólisis del agua. Al respecto, el Ministerio para la Transición Ecológica ha avanzado recientemente que este mecanismo estará aprobado en el primer trimestre de 2022.