El gran consumo se aferra al ahorro acumulado en la pandemia para salvar el final del año
La patronal Aecoc prevé un escenario de subidas de precios que seguirá en 2022
La distribución y el resto de sectores que componen el gran consumo enfrentan en las próximas semanas las dos citas clave para el cierre del año: el Black Friday, la campaña de descuentos que ya se ha convertido en un periodo clave para las ventas; y la Navidad, que deberá medir el termómetro de la recuperación una vez lo peor de la pandemia parece haber quedado atrás. Y lo hacen en un escenario "incierto" y de presión inflacionista cada vez mayor.
En ese contexto, el sector se muestra "moderadamente optimista" de cara a poder terminar el año con buenos datos. Así lo ha afirmado este miércoles Ignacio González, presidente de la patronal Aecoc en la jornada de apertura del 36º congreso que organiza esta asociación, aunque reconoce un entorno económico "complejo". Para dibujar ese optimismo, González considera imprescindible que parte del ahorro embolsado por las familias durante la pandemia, y que se cifra en un total 120.000 millones de euros, se gaste en las próximas semanas. "Es la medida más cortoplacista para poder compensar la situación de alza de precios en la energía o las materias primas. En verano ese ahorro salió. También el último puente del Pilar, en el que se rozaron cifras de 2019. Confiamos en que las ganas de salir y hacer cosas compensen la coyuntura. Octubre también empezó en buenos niveles. Por eso somos prudentemente optimistas, tanto por lo que ha pasado en los últimos meses como por las perspectivas de compras", ha afirmado el presidente de Aeoc y también CEO de Nueva Pescanova.
De ese ahorro, el sector señala aquel que se acumuló por no poder efectuar gasto durante los meses de restricciones a comercios y hostelería. Este supone el 45% de esos 120.000 millones, alrededor de 45.000 millones. "Tenemos esperanzas prudentes de que una parte se gaste de cara a Navidad, si no hay noticias sanitarias en contra y si el panorama económico y fiscal no sufre grandes alteraciones", ha explicado González.
El ahorro, por tanto, se convierte en la gran esperanza para el sector, que cuenta con que la situación inflacionaria se prolongará en el tiempo. Las empresas ya han empezado a traspasar a los consumidores, como muestra el dato de incremento interanual del 4% en septiembre. "No tiene pinta que esa presión se vaya a quedar en el corto plazo. En tres meses no va a bajar el precio de la energía o de las materias primas. No va a ser una situación fácil en el futuro y puede ser incluso peor", ha dicho González, reconociendo esta situación como una amenaza para la recuperación económica tras la pandemia. "Es difícil que esto no afecte a las empresas. Cuando las compañías tienen incrementos en sus insumos, es complicado que no se traslade. Pero más allá de todo lo que no puedan absorber, estamos condenados a tener inflación como país", ha sentenciado el presidente de Aecoc.
Dentro de esa "tormenta perfecta", como la denomina González, este descarta que vaya a haber problemas de suministro y cree que el sector podrá dar respuesta a la mayor demanda de los consumidores en esta recta final del año. "Dependerá de la categoría, pero no veo tensiones que lleven a un desabastecimiento de la cadena, igual que no veo tensiones en la electricidad que lleven a parar la actividad. Pero claro que son elementos que están entre nuestras preocupaciones".