Muere Sir Clive Sinclair, el inventor del ZX Spectrum que enseñó a programar a toda una generación
Con su ordenador comenzó la historia de la informática moderna.
Ayer por la tarde Sir Clive Sinclair fallecía a los 81 de edad, en Londres. Una noticia que podría pasar desapercibida para la mayor parte de una población que seguramente no sabe todo lo que le debemos. Gracias a él, toda una generación aprendió a disfrutar de los videojuegos y decidió dedicar su camino profesional por los caminos de la programación y la ingeniería informática.
Nacido en el año 1940, Clive Sinclair fundó con apenas 21 años la empresa Sinclair Radionics Ltd. y fue capaz de desarrollar productostan avanzados para la época como radios y televisiones de un tamaño portátil, algo prácticamente impensable en aquella primera década de la segunda mitad del siglo XX. Tan populares se volvieron, que en la serie "El Santo", protagonizada por Roger Moore, usaban sus transistores a modo de walkie talkies.
Ahí no quedaron sus aportaciones. En los años 70 Sinclair desarrolló sus primeras calculadoras de bolsillo e incluso estuvo detrás de proyectos de relojes de pulsera digitales. Pero no fue hasta principios de la década de los 80 cuando Sinclair desarrolló el ZX80, entonces considerado como el ordenador más pequeño del mundo con una potencia de 1KB de memoria RAM, un procesador con una velocidad de 1MHz y una versión de BASIC instalada en un chip de 4KB. Más tarde llegaría el ZX81, el mismo año, con un plus de potencia y capacidad.
El ZX Spectrum, su obra cumbre
Pero el momento clave llegó en 1982, cuando Clive Sinclair (todavía no era Sir) puso en el mercado su ZX Spectrum, un microordenador de 8 bits que supuso un éxito comercial sin precedentes y que se mantuvo activo durante prácticamente toda la década de los 80: versiones de 16 y 48KB, nuevo procesador Z80 a 3,5MHz, paleta de ocho colores con dos estados de brillo cada uno, resolución de pantalla de 256x192 pixels, un BASIC instalado en una ROM de 16KB y un altavoz para escuchar efectos de sonido y músicas.
Este ordenador fue el primero que disfrutó la generación que creció en los años 80 y, gracias a su facilidad para programarlo, marcó las vidas de unos chavales que tuvieron su primer contacto con un mundo desconocido hasta entonces: el del desarrollo de videojuegos y aplicaciones, lo que les llevó a llenar las pocas facultades que en aquellos años ofrecían licenciaturas informáticas. Más tarde se pusieron a la venta revisiones como las del ZX Spectrum+ (1984), el ZX Spectrum 128K (1985) y los ZX Spectrum +2 y +3 ya bajo el paraguas de Amstrad, que compró la marca de la mano de Alan Sugar.
El impacto en la industria de estos logros de Clive Sinclair (o sus fracasos con el QL o aquel vehículo eléctrico conocido como C5) fueron extraordinarios porque todas las empresas que nacieron y crecieron al calor del éxito de este ZX Spectrum forjaron una generación de profesionales que a día de hoy siguen marcando el destino de compañías de videojuegos, estudios de programación y corporaciones informáticas. Un impacto que le debemos a este ingeniero que nos trajo el futuro hace ahora 40 años.