Así debería ser el internet “civilizado” marxista, según China
El Gobierno de Pekín prepara un marco normativo con directrices para elevar el control sobre el contenido en las webs, en línea con la ideología estatal
Las autoridades chinas elevan la presión sobre las empresas tecnológicas. En un nuevo intento de poner coto a sus multinacionales digitales, al considerar que acumulan demasiado poder, el Gobierno de Pekín prepara un nuevo marco regulatorio que se convertirá en la base legal sobre qué comportamientos estarán (y no estarán) permitidos en un internet marxista “civilizado”.
La diferentes normas que prepara el Ejecutivo, muchas de ellas basadas en leyes anteriores, abarcan aspectos como la mayor protección de los menores contra el acoso online, la lucha contra las noticias falsas y nuevos sistemas de verificación de cuentas.
La idea general es asegurar que el contenido en línea cumpla con “el estado rector del marxismo en la esfera ideológica del ciberespacio”, según informó la agencia oficial Xinhua, citando un documento publicado por el Consejo de Estado.
Las nuevas directrices, que no tienen fecha de aprobación final, proporcionarán al Estado un marco para reforzar aún más el control del Gobierno sobre los gigantes de internet, desde Tencent hasta ByteDance, y sobre la gran cantidad de contenido y datos que generan. El código coincide con una campaña regulatoria de Pekín con la que el Ejecutivo quiere obligar a los gigantes tecnológicos a abrir sus ecosistemas cerrados mediante la vinculación a servicios rivales.
El Consejo de Estado dijo que se necesita mayor regulación para mejorar la ética y el comportamiento en el sector. Con ese fin, se establecerá una plataforma nacional para frenar los rumores en línea y la información falsa, mientras se amplifica la propaganda sobre los logros del Partido Comunista, según recoge Xinhua.
“El país planea regular mejor la producción, publicación y distribución de contenido en línea, clasificar la gestión de cuentas y construir un mecanismo nacional para detener y prevenir la desinformación”, señaló la agencia de noticias.
“Se lanzarán campañas para luchar contra los delitos online y se harán esfuerzos para proteger la información personal y la seguridad de los datos”.
Estándares éticos
El mayor control de Pekín sobre el contenido en internet se produce después de meses de presión contra las grandes tecnológicas para atajar su creciente influencia entre los ciudadanos y obligarlas a que compartan los beneficios que han acumulado durante una década de boom tecnológico.
El presidente chino, Xi Jinping, está impulsando una filosofía de “prosperidad común” que, más allá de la estricta supervisión del sector, también incluye animar a los jóvenes a realizar actividades más productivas y erradicar el contenido que el partido considera contrario a ese objetivo.
Así, las webs deberán prepararse para reforzar la supervisión de las cuentas de los usuarios, mejorar los sistemas para verificar el contenido y “siempre seguir la dirección política correcta”, según señaló en un comunicado el organismo oficial encargado de internet, la llamada la Administración del Ciberespacio.
Además de esos principios, la normativa incluirá también la obligación por parte de las empresas de fomentar una ideología “común” online entre el Partido Comunista y los ciudadanos. También exigirá un amplio esfuerzo para elevar los “estándares éticos” de los usuarios de internet.
Del lado de la protección a los ciudadanos, el Gobierno pedirá a las compañías que refuercen sus sistemas para lograr una mayor protección de la información personal y la seguridad de los datos. Por otro lado, también exigirá financiación por parte de los grandes grupos dirigida a gobiernos locales y departamentos con el fin de apoyar campañas a favor del uso ético de la web.
La estrategia para frenar a las tecnológicas se inició hace unos meses con las primeras medidas sobre Ant Group, una firma de tecnología financiera digital que preparó su salida a Bolsa para noviembre de 2020. Dos días antes de su estreno, las autoridades censuraron la operación y obligaron al gigante a dar marcha atrás. Tencent, Alibaba, Didi (una especie de el Uber chino) o y ByteDance (dueña de TikTok) han sufrido también el acecho gubernamental y han sido castigadas en el mercado.
Tecnológicas, educación... y también casinos
Juego. Las autoridades chinas elevan la presión sobre empresas tecnológicas, grupos de educación... y ahora le llega el turno al sector del juego. La Dirección de Inspección y Coordinación del Juego de Macao, territorio semiautónomo en el sur de China, anunció el martes la apertura de consultas a la sociedad para una enmienda a la ley que regula los casinos juegos de azar en la región.
Desplome. A las puertas de una licitación para nuevos casinos en Macao, el plan asustó al mercado de Hong Kong, ya muy debilitado por la presión regulatoria de Pekín en sectores como la tecnología y la educación, que ha llevado al Hang Seng (el principal índice del mercado) a perder un 8% en lo que va de año. Las operadoras de casinos se desplomaron ayer en Bolsa. Wynn Macau lideró la caída, con un descenso del 29%. Sands China se dejó un 32%, MGM China perdió un 27% y Galaxy Entertainment, el 20%.
Control. El Gobierno ha identificado nueve áreas para la consulta, como el número de licencias, regulación más proteccionista hacia los empleados, además de que habrá más representantes gubernamentales para supervisar las operaciones diarias del casino. El gobierno también planea aumentar las acciones con derecho a voto en las concesionarias de juegos de azar para los residentes de Macao, y más reglas sobre la distribución de beneficios a los accionistas.