Cómo reinventar la educación para afrontar la automatización
Las humanidades se incorporan a la ciencia, pero no con los mismos recursos
Cuatro de cada diez trabajos a los que les gustaría dedicarse a los jóvenes españoles están en riesgo de desaparecer, según un informe de la OCDE. Todos los trabajos automatizables serán automatizados. Frente a ello, cultivar la singularidad humana, entendida como lo que diferencia a las personas de las máquinas, parece la única opción de salir adelante. Sobre todo ello reflexionó el socio y director de innovación de The Valley, Juan Luis Moreno, durante la presentación del informe Rethink Education. El secreto está en el cómo, promovido por la escuela de negocios.
En todo este proceso de cambio, la educación juega un papel fundamental. Es a través de ella que se preparará a los jóvenes –y a los no tan jóvenes– para enfrentarse a los retos que están por llegar. “Cómo aprendes es cómo vives, pero también qué aprendemos para vivir. Hablamos de una educación para la vida y durante toda la vida”, enunció el experto durante la presentación del mencionado informe.
El estudio enumera una serie de caminos para reinventar el sector educativo, a través de una vuelta a los principios más esenciales: imaginar, explorar, crear, colaborar, crecer, trascender y pensar. Este último valor se lleva usando desde la antigüedad para diferenciar la verdad de la falsedad y la bondad de la maldad, pero cobra especial relevancia en un entorno particularmente enrevesado: “En un mundo complejo y lleno de matices, la tradición humanista y el pensamiento crítico son una guía democrática para trazar los caminos que queremos recorrer”, planteó Moreno.
Un ejemplo de ello es que el humanismo cada vez se trata de incorporar más a las disciplinas científicas. “Nos hemos dado cuenta de la importancia de la filosofía para crear algoritmos éticos”, comentó el portavoz de The Valley. Pero, además de reconocer su valor, estas disciplinas deben contar con recursos. Así lo reivindicó la directora de la Cultural Agents Initiative de la Universidad de Harvard, Doris Sommer, quien lamenta la pérdida de financiación y defiende su rol necesario para la conformación de un tejido democrático, así como el intercambio equitativo de ideas, según reza el informe. “Si no, serán los técnicos quienes conduzcan la sociedad, guiados solamente por parámetros de optimización económica, y para quienes la democracia es una anacrónica pérdida de tiempo”, reivindicó en la revista de la prestigiosa universidad.
El cambio pasa también por una reflexión de la relación de las personas con la propia tecnología. Con ese objetivo nació el Center for Humane Technology, en California, cuna de grandes tecnológicas como Apple, Facebook o Google, cuya misión es impulsar un cambio estructural para que las nuevas herramientas impulsen el bienestar y la vida en democracia. “Tenemos que hablar de humanismo en la era digital para que la tecnología no nos arrastre a un mundo que no es el que queremos”, resumió Moreno.
Algunas propuestas
Yellowhab. La primera de una red prevista de microescuelas inmersivas, promovida por el cantante Pharrell Williams, que ofrecen un aprendizaje individualizado alineado con el futuro del trabajo.
Astra Nova. Es la escuela privada creada por el emprendedor Elon Musk y el educador Joshua Dahn. Mediante la gamificación, forma a la gente para que resuelva retos complejos de manera colaborativa.
University of the Underground. Una universidad gratuita, pluralista y transnacional, fundada por la académica Nelly Ben Hayoun. Se ubica en los sótanos de las discotecas y tiene sedes en Londres y Ámsterdam.
Universidad de Concordia (Canadá). Ha lanzado el proyecto de Liderazgo en Innovación Medioambiental y Digital para la Sostenibilidad. El reto es formar a los líderes del mañana para que encuentren un nexo común entre innovación y respeto al medio ambiente.
TikTok. La red social ha lanzado campañas como #LearnOnTikTok, #DidYouKnow o #EduTokXCampus, con el objetivo de promover el conocimiento a través de la creación de contenido.