La opa de IFM confirma que España mantiene su 'sexappeal' inversor
El capital extranjero sigue apostando por las cotizadas españolas y por su potencial para afrontar las transformaciones de un mercado cada vez más competitivo
Tras una espera de nueve meses, prácticamente como si se tratase de un parto, la opa parcial lanzada por el fondo australiano IFM sobre el 22,69% de Naturgy encara la fase final de su tramitación, después de que la CNMV aprobase ayer un folleto que valora la compañía en unos 5.000 millones de euros. La opa, que ofrece un precio de 22,07 euros por acción, una vez descontado el dividendo, recibió a principios de agosto el visto bueno del Gobierno, supeditado al cumplimiento de una serie de condiciones en virtud de la legislación para proteger empresas estratégicas de ofertas foráneas. Los requisitos que IFM ha aceptado, previsibles dada la naturaleza fuertemente estratégica del negocio del gas para España, incluyen el mantenimiento de la españolidad de la compañía –sede social y efectiva y presencia de una parte significativa de la plantilla en el país– y de los activos regulados que afecten a clientes españoles, una política retributiva prudente, un endeudamiento que permita mantener el rating de inversión, así como la apuesta por la transición verde.
Una vez obtenida la aprobación del Gobierno y superado el examen de la CNMV, el calendario de la opa incluye el plazo de aceptación por parte de los accionistas y, antes de que este finalice, la presentación de un informe del consejo de Naturgy, en el que este manifestará su opinión sobre la oferta. Dado que los principales accionistas de la compañía (CVC, IFM y Criteria, que en total controlan el 66%) han manifestado que no piensan vender, la opa requerirá de un alto nivel de aceptación por parte de hedge funds y minoritarios, aunque IFM no descarta recortar el dividendo de Naturgy y reducir la aceptación mínima hasta el 10% para blindar la oferta. En cualquier caso, y en beneficio de los intereses de los pequeños accionistas, parece razonable que el informe del consejo de Naturgy recomiende un precio más alto que el determinado por el mercado. La decisión de acudir a la opa para el particular dependerá de esa mejora en la oferta, ademas de valorar a qué precio adquirió sus acciones y las perspectivas del valor en el mercado, que son interesantes.
Más allá de los posibles ajustes y del camino que resta para consolidar la opa, la apuesta de IFM por Naturgy confirma que, pese a las dificultades que supone la regulación sobre empresas estratégicas –que no es privativa de España– y el largo proceso que ha superado el fondo australiano para la aprobación del folleto, el capital extranjero sigue apostando por el atractivo de las cotizadas españolas y por su potencial para afrontar las transformaciones y los retos de un mercado cada vez más competitivo.