Desigual propone implantar la jornada de cuatro días al 93% de su plantilla de oficinas
Además, uno de esos días se trabajaría desde casa
Desigual, la firma catalana de moda fundada por Thomas Meyer, ha propuesto implantar la jornada laboral de cuatro días a algo más de 500 trabajadores de oficinas, que además teletrabajarían durante una de esas jornadas. Una medida que estos votarán el próximo 7 de octubre y que saldrá adelante si recibe el sí de al menos el 66%.
Fuera quedan los equipos comerciales y de operaciones, para los que la compañía se encuentra diseñando medidas para la conciliación. Este es el objetivo de la propuesta de Desigual, pionera en el sector textil español. “Queremos que la gente trabaje más feliz, y ser más atractivos para retener el talento que tenemos en casa y atraer el de fuera. La jornada de cuatro días nos va a hacer más competitivos”, dice Alberto Ojinaga, director general de Desigual, a este periódico.
Según explica este, la jornada semanal no se repartiría entre los cuatro días, sino que se reduciría en cinco horas, pasando de 39,5 a 34,5. Una reducción de cerca del 13% de las horas que conllevaría una reducción salarial del 6,5% para cada trabajador. “No estimamos ni ahorros ni sobrecostes. No es una medida para reducir sueldos. Llevamos un año y dos meses trabajando en ella y solo la hemos presentado al ver que podemos conseguir el objetivo de este año, que es volver a ser rentables”, dice Ojinaga. Desigual perdió 80 millones el año pasado.
En total serían 502 trabajadores de sus oficinas centrales en Barcelona, situadas frente a la playa de San Sebastián, y también del personal de oficina de los centros de distribución y producción de Viladecans y Gavá.
En la mayoría de los casos se trabajaría de lunes a jueves, mientras que alrededor del 10% trabajarían de martes a viernes para mantener algunos servicios a las tiendas. “De las horas que se perderán, habrá cosas que dejemos de hacer; otras que haremos de forma más eficiente; y otras que tendremos que reforzar y contratar. Es una decisión valiente, disruptiva y pionera”, dice Ojinaga.
Decisión que sería difícil imaginar sin la llegada del Covid-19. “Nos ha enseñado que hay formas diferentes de trabajar y de hacer las cosas siendo eficientes. Creemos que la tendencia natural va por estas iniciativas. Lo que estamos haciendo es ponernos a la vanguardia, que es lo que más nos gusta en Desigual”.
Antes de la fecha de la votación, el 7 de octubre, la compañía iniciará un proceso de prueba para comprobar la efectividad de la medida y la recepción de la misma por parte de los trabajadores. De aprobarse, su aplicación sería de forma casi inmediata. Pese al efecto en el salario, en la compañía son optimistas. “El cambio personal es tan relevante que la frialdad inicial al escuchar la propuesta se convierte en euforia. Creemos que les gustará a la mayoría”, dice Ojinaga.
La jornada de cuatro días empieza a no ser una extravagancia. Como avanzó este periódico, Telefónica España también ha abierto la puerta a una medida similar, de forma voluntaria, y está prevista una prueba del modelo para este otoño.
“Si no hay sexta ola acabaremos con beneficios”
El director general de Desigual, Alberto Ojinaga, insiste en que no han lanzado esta iniciativa para ahorrar costes, y que solo la han planteado cuando han visto claro que pueden acabar el año volviendo a beneficios, tras perder 80 millones el año pasado. “Si no hay sexta ola, lo conseguiremos”, dice Ojinaga, que analiza el ejercicio. “Ha sido más duro de lo que presupuestamos. En los primeros cuatro meses tuvimos el 50% de la red cerrada. En mayo y junio hubo una recuperación muy fuerte y con la quinta ola se desinfló”, explica. En España la recuperación va a peor ritmo por el carácter turístico de sus ubicaciones. “No esperamos recuperar niveles de ventas pre-Covid-19 hasta 2023”, reconoce el ejecutivo.