Landbot, el chatbot valenciano que permite conversar a miles de empresas
Un año después de su lanzamiento, en 2016, decidió cambiar su modelo de negocio A finales de 2020 cerró su tercera ronda de financiación con 6,5 millones
Nacida en Valencia en septiembre de 2015, Landbot permite a las empresas comunicarse de forma automática con sus clientes. Detrás de esta idea se encuentran Jiaqi Pan, Cristóbal Villar y Fernando Guirao. Los tres se conocieron en 2014 en Lanzadera, la incubadora de startups de Juan Roig, donde desarrollaban sus propios proyectos por separado.
Un año más tarde, y después de que ninguna de las ideas lograse cuajar, se reencontraron en Valencia en un evento de selección de talento. En ese momento, la idea del comercio conversacional ya rondaba en la cabeza de su CEO, Jiaqi Pan.
Después de aquel día se lanzaron al mercado varios asistentes digitales, como Yexir, el primer mayordomo personal a través de WhatsApp, pero que necesitaban a cientos de agentes en sus filas atendiendo las solicitudes. “Buscando ser eficientes en capital, tomamos la decisión de pivotar (cambiar de modelo de negocio) y empezar a vender a empresas la herramienta que habíamos construido”, rememora Pan.
Así nació Helloumi, un software para que las compañías puedan prestar atención al cliente a través de WhatsApp y estar más cerca de ellos. En pocos meses añadieron más apps de mensajería instantánea, como Messenger o Telegram. Un tiempo después lanzaron su propio canal: un chat en vivo que las empresas podían integrar en su web. En paralelo, añadieron una capa de automatización (chatbots) que permitía capturar automáticamente el email de los usuarios.
“Quisimos seguir explorando el chat en vivo con diálogos automáticos, y decidimos experimentar con un concepto a pantalla completa. Una web 100% conversacional que permitiría a las empresas capturar muchos más leads. Así, nació Landbot (mezcla de landing page y chatbot)”, resume Pan.
En el primer trimestre de 2017, la compañía cerró una ronda de financiación semilla de 300.000 euros que permitió desarrollar la primera versión de Landbot y lanzarla al mercado a través de la web Product Hunt, donde atrajo a más de 10.000 personas en una sola semana. Pronto superaron la facturación del anterior producto, lo que justificó un rediseño de la compañía.
La cifra
75% de sus clientes son pymes. Y un 15% son microempresas, aunque también cuentan con clientes de la talla de Coca-Cola, Cepsa, Nestlé, Planeta o Mediamarkt.
En julio 2018, tras varios meses de gran crecimiento, Landbot cerró una ronda de financiación de 1,85 millones de euros liderada por Nauta Capital, con la participación de Bankinter o Encomenda Smart Capital, que fue destinada principalmente a mejorar el producto e invertir en posicionamiento de la marca, y ese mismo verano se trasladaron de Valencia a Barcelona. En diciembre de 2020 recaudaron 6,5 millones de euros en una ronda de serie A (en esta fase se busca una cantidad superior a la de semilla para contratar personal) con la participación del CDTI y del fondo de capital riesgo Swanlaab como inversor principal.
Radiografía
Facturación. En diciembre de 2017, seis meses después del lanzamiento de Landbot, los ingresos de la empresa eran de unos 7.000 euros mensuales, y año tras año, la facturación ha ido aumentando significativamente. Desde los 50.000 euros al mes de 2018, hasta los 216.000 al mes de 2020, pasando por los 120.000 de 2019. Actualmente, la compañía ingresa casi 300.000 euros al mes y proyecta superar los 450.000 a finales de año. Cuenta con más de 2.500 cuentas de pago.
Empleados. Landbot está formado por una plantilla de 60 trabajadores, de más de 17 nacionalidades, distribuidos en distintas partes de la geografía entre España, Portugal, Taiwan y Finlandia.
Internacionalización. Actualmente tienen clientes en más de 100 países de los cinco continentes y más del 90% de estos se encuentran fuera de España. Los principales mercados son Estados Unidos, Reino Unido y Alemania. El 66,69% de su facturación se genera fuera de la Unión Europea, el 25,61% dentro de las fronteras comunitarias y el 7,7% restante en España.
El año de la pandemia, un impulso para la compañía
2020 ha supuesto una gran diferencia para muchas empresas. En el caso de Lanbot para mejor. “Hemos visto cómo muchas empresas acostumbradas a la venta física y al contacto con el cliente en canales tradicionales (teléfono, SMS) buscaban otras formas de estar más cerca de ellos. Formas más escalables, eficientes y sofisticadas, pero no por ello menos humanas. Y ahí es donde los chatbots juegan un papel muy importante y tan relacionado con la transformación digital de negocios más tradicionales”, explica Jiaqi Pan, CEO de Landbot.
Durante la pandemia batieron todos los récords, tanto los buenos como los no tanto. Por un lado, consiguieron más clientes que nunca pero, por otro, perdieron también un número significativo de ellos. En términos netos, el impacto fue positivo.
Cuando empezó esta situación, que Jiaqi había anticipado bastantes semanas antes, gracias a que sabía de primera mano cómo se estaba viviendo la pandemia en China, plantearon tres escenarios posibles: el normal, el malo, y el horrible. Al mismo tiempo, aumentaron la frecuencia de las reuniones de toda la compañía (de mensual a semanal) y las del equipo ejecutivo (de una a dos veces por semana) para ser lo más ágiles posible frente a cualquier cambio.
Afortunadamente, lograron situarse en un escenario “favorable”, que les permitió no solo seguir creciendo en ingresos y no prescindir de nadie, sino incluso incorporar a gente al equipo. “Creemos que los períodos de crisis traen oportunidades y la generada por la pandemia no es una excepción. Es fácil hablar desde la perspectiva de un negocio al que le ha ido bien en 2020, pero de verdad creemos que cuando se cierra una puerta se abre una ventana, aunque quizá no sea en la misma casa y necesites mudarte, evolucionar hacia otro sector”, afirma Jiaqi.
Ahora, esperan duplicar este año tanto sus ingresos (hasta los cuatro millones de euros) como el número de empleados (hasta alcanzar los 80, aproximadamente).