Alberto Gutierrez y su iniciativa Autism Friendly Club
Entrevista al emprendedor Alberto Gutierrez Pozuelo
Alberto Gutierrez Pozuelo es un ejemplo de emprendedor en el ámbito social. Hoy nos habla de su última iniciativa, Autism Friendly Club, centrada en el colectivo con Trastorno del espectro autista (TEA).
Tienes un amplio recorrido en el ámbito social, ¿Qué hizo que te interesaras por él?
Siempre he sentido una necesidad, diría que vital, de cambiar aquellas cosas del mundo que me parecen tremendamente injustas y que nos convierten, en ocasiones, en una sociedad insolidaria. Desde la creencia más profunda en que podemos mejorar eso, he intentado a lo largo de mi vida construir iniciativas que dibujaran un camino mejor para las generaciones posteriores. Y en eso estoy. La Administración (soy funcionario) me permitió conocer el movimiento asociativo a fondo y eso fue el golpe definitivo que necesitaba para poner todas mis energías donde realmente tenían que estar: en la innovación social y en intentar mejorar la calidad de vida de poblaciones vulnerables.
¿Es difícil emprender en el ámbito social? ¿Qué consejos le darías a alguien que esté pensando en emprender?
Difícil no, dificílisimo (ríe). No existe aún esa cultura en España, diría que tampoco en Europa (con excepción de Reino Unido), de iniciativas sociales desde el ámbito privado. Aún me cuesta explicar que no soy una ONG ni que pertenezco al tercer sector, y que no necesito serlo ni pertenecer a él para crear una iniciativa con impacto social. Soy muy crítico con el sistema actual de organizaciones y de movimientos sociales, y de esa estructura, a veces perversa, que se mezcla y se diluye con los intereses de la Administración. Creo firmemente en iniciativas privadas, independientes y transparentes como elementos fundamentales del cambio social.
Mi consejo fundamental es que se debe emprender en este ámbito desde una formación muy amplia y específica, es decir, desde la construcción y la elaboración de proyectos realmente innovadores y que cambien la vida de las personas. Para lo contrario, no merece la pena el esfuerzo. Hay que medir, saber tener indicadores, conocer dónde y cómo vamos a llegar y sobre todo, lo realmente importante es llegar a medir el impacto social. La pasión por emprender y por tu proyecto concreto, es lógicamente innegociable.
¿Cómo y por qué surge la iniciativa Autism Friendly Club?
Nace, como te decía anteriormente, de mi preocupación por construir una sociedad más justa e igualitaria. Nace de querer dar la oportunidad a una familia donde haya una persona con TEA (trastorno del espectro autista) de poder reservar sus vacaciones en un hotel, de que puedan ir a un restaurante, al cine o a un parque de bolas en igualdad de condiciones que el resto de personas. Ahora mismo, y sabiendo que no hay dos personas con TEA iguales, es complicado que eso a veces suceda.
Hace ya cuatro años, comencé a idear este proyecto tan ambicioso donde hemos querido, desde la humildad, llegar al mayor número posible de entornos. Todo es susceptible de ser adaptado, desde una peluquería hasta una clínica dental pasando por todos entornos de ocio (fueron nuestro primer foco). Y en el camino, hacemos pedagogía en materia de inclusión, autismo, diversidad…
Dada tu experiencia y conocimientos… ¿Cuáles son los principales problemas para hacer efectiva la inclusión y adaptabilidad de los establecimientos con el colectivo TEA?
Una vez diseñado el proyecto y cuando comenzamos la fase de puesta en marcha y de ejecución, mi preocupación fue siempre una: hacerlo sencillo, sin demasiadas complicaciones para los establecimientos. Y te aseguro que lo hemos conseguido.
Lo primero que necesitamos es que haya una voluntad real, sobre todo, de los/as trabajadores/as de los lugares que adaptamos. Sin ellos/as este proyecto no tiene sentido. El Sello Autism friendly (distintivo que se entrega a los establecimientos y que está patentado) se entrega si el establecimiento cumple determinadas condiciones en los siguientes ámbitos: formación de los/as trabajadores/as, accesiblidad (pictogramas) y protocolos (Ej. En hoteles contamos con un sistema de priority checking, entre otras cosas).
Claro que encontramos problemas: es un proyecto en construcción que requiere de un continuo testeo con familias y personas con TEA. Contamos con un Consejo Asesor que nos acompaña en este camino.
¿Qué es lo más importante para que un establecimiento sea accesible para personas con TEA?
Lo fundamental es la voluntad de querer cambiar, de querer atender y acompañar a más personas. Hay 7 millones y medio de personas con TEA en Europa y 1 de cada 80 nacimientos en Europa, presenta rasgos dentro del Trastorno del Espectro Autista. Esos son los datos. Ahora mismo, esto es una iniciativa voluntaria (lógicamente) pero cuando pasen los años la accesibilidad cognitiva será de obligado cumplimiento y estará regulada por el estado. Los que empiecen ahora, llevarán ese camino recorrido. ¿Os acordáis de las primeras rampas para personas con movilidad reducida? Ahí tenéis un ejemplo.
Ser accesible es en el fondo tener la capacidad para ponerse en el lugar del otro, empatía y solidaridad. Desde el respeto y desde la convicción en que todos somos iguales. No hay personas con ”discapacidad” sino sociedades inaccesibles a la diversidad.
¿Cuál es el principal objetivo que quieres alcanzar con las figuras de padrinos y madrinas? ¿está siendo lo que esperabas?
Somos pequeños, pero muy ambiciosos y este proyecto necesita de personas con un gran corazón y con ganas de cambiar las cosas. Y soy muy afortunado, la verdad. Sólo tenéis que echar un vistazo a la web y descubriréis a todos los padrinos y madrinas que nos están acompañando: https://www.autismfriendlyclub.com/nuestros-padrinos Grandes referentes en el mundo de la cultura, la empresa, el mundo universitario … han decidido poner su tiempo a disposición del proyecto.
Nuestro objetivo es llegar lo más lejos posible y sin ellos y ellas es imposible. Tienen impacto, trayectoria profesional y personal asociada a la ayuda a poblaciones vulnerables. Reconozco que el impacto cuantitativo de este proyecto depende mucho de ellos. Y eso es muy bueno, porque consigo meterles esa presión (rié) a ellos/as.
Está siendo espectacular la acogida y estoy muy feliz por ello. La verdad es que mi mentalidad positiva siempre me dice (antes de escribir a algún posible padrino/madrina): ¿por qué va a decir que no? Y efectivamente: sigo creyendo firmemente en que la gente es buena.