El vidrio abraza un modelo íntegramente sostenible
Hay que incrementar la eficiencia energética de su producción, para complementar el carácter totalmente reciclable del material
La pandemia y las consiguientes restricciones a la libertad de movimiento y congregación de personas en todo el mundo han dado una tregua al imparable incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero y han evidenciado que sí es posible reducir de manera significativa la huella de carbono. Con la mayor parte de la población recluida en sus casas, la industria funcionando a medio gas y sectores como el turismo completamente paralizados, las emisiones de CO2 se redujeron de manera muy considerable, tal y como se desprende del informe The Global Carbon Budget 2020. Sin embargo, la paulatina reanudación de actividades vinculadas al uso de energías fósiles vuelve a poner sobre la mesa la emergencia climática. Hace unas semanas, la Agencia Internacional de Energía advertía de que la vuelta a la normalidad por parte de economías como China, aunque también en Occidente, augura un rápido repunte de las emisiones de CO2.
Aunque el foco está principalmente en la problemática de la huella de carbono, a esta se suma el de la generación de millones de toneladas anuales de desechos contaminantes sin tratar, que conllevan una grave degradación del entorno en el que terminan depositándose. Estamos hablando de dos grandes retos para muchas empresas pertenecientes a sectores económicos, entre ellos, también el nuestro: el de la industria del packaging de vidrio. Los principales desafíos a los que se enfrenta este sector y que juegan un papel esencial para atender las necesidades de la industria de la alimentación y bebidas radican en encontrar soluciones para lograr una mayor eficiencia energética e incrementar el uso de material reciclado en la producción.
Es evidente que esta industria parte de una importante ventaja y es que el vidrio es un material que puede ser reciclado infinitamente, sin que esto implique una pérdida de calidad, a lo que se suma que es inocuo y, por lo tanto, la alternativa más segura para el envasado de alimentos. Estamos convencidos de que el futuro pasa necesariamente por comenzar a ofrecer soluciones de packaging de vidrio elaborado que vayan incrementando el volumen de material reciclado, algo que ya hemos comenzado a hacer algunos players del sector. Lograr avances trascendentales en la buena dirección requiere de la unión de todos los eslabones que conforman la cadena de valor del envase de vidrio: industrias, administraciones públicas, fundaciones, sector civil y la ciudadanía europea.
Una asociación que está realizando una importante labor para concienciar a la ciudadanía de la importancia de reciclar correctamente y mejorar toda la cadena de valor del reciclaje es Feve. A través de su proyecto Close the glass loop ha establecido un programa que pretende aumentar el contenido de material reciclable disponible en la industria, recolectando más y elevando la calidad del material reciclado a disposición de los fabricantes, con el fin de lograr progresos tangibles en la consecución de los objetivos de reciclado de la UE para 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
Asegurar la sostenibilidad de nuestra actividad pasa también necesariamente por incrementar la eficiencia energética. Para ello, algunas compañías del sector llevamos tiempo realizando inversiones muy relevantes dirigidas a desarrollar un nuevo modelo industrial en equilibrio con el entorno. En lo que respecta a la transición hacia energías no fósiles, estamos realizando ya ensayos con combustibles alternativos, como el hidrógeno verde, o sustituyendo el gasóleo normal por biodiésel, como parte de la estrategia de descarbonización, y modernizando toda la tecnología de las fundiciones con el fin de sentar las bases del horno del futuro.
Es evidente que, en todo el proceso de transición del sector hacia un modelo más sostenible, la innovación tecnológica desempeña un papel fundamental para crear líneas de producción de envases de vidrio 4.0, equipadas para sentar unos estándares elevados en toda la industria. En este sentido, en el sector estamos trabajando en introducir mejoras sustanciales en todos los elementos que conforman la cadena de suministro, desde un enfoque de 360º que ofrezca soluciones integrales a las necesidades de las compañías de alimentación y bebidas, ofreciéndoles un servicio de packaging coordinado y eficiente. La industria del packaging está apostando crecientemente por dar respuesta a sus necesidades, con soluciones de envasado, llenado y transporte, de una manera centralizada, lo que redunda en una reducción de la huella de carbono, y al mismo tiempo, de los costes de transporte. Una solución en la que todos ganan.
Claramente el sector se dirige hacia un modelo íntegramente sostenible basado en la economía circular. Las compañías de consumo y alimentación buscan proveedores que estén comprometidos con la sostenibilidad y cuyos procesos de producción de envases sean más limpios y responsables. Además, el propio consumidor está mucho más concienciado y demanda soluciones de packaging más sostenibles en prácticamente todos los sectores industriales. Teniendo en cuenta la creciente demanda de envases de vidrio, que ya es el material preferido de los consumidores, creemos que la tendencia se afianzará, lo que reforzará el compromiso de la industria con el medio ambiente.
Fiacre O’Donnell es director de sostenibilidad de Vidrala