La CNMV impulsa que el 67% de las firmas del Ibex tenga comisiones verdes
Aconseja desde junio de 2020 la creación de comités especializados; 23 empresas del selectivo ya han dado este paso en sostenibilidad
La avalancha verde y sostenible ha llegado a los consejos de administración de las empresas del Ibex. El 66% de ellas –23– cuentan ya con una comisión para estos asuntos. La CNMV incorporó esta recomendación en la reforma del código de buen gobierno que aprobó en junio del año pasado.
No solo las compañías más obvias han creado un comité específico para tratar los asuntos ESG (de medio ambiente, de sostenibilidad y de gobernanza), como Acciona, Repsol, Solaria, Endesa, Iberdrola o Naturgy. En la lista de las que han incluido el término “sostenibilidad” en alguna de sus comisiones aparecen también Acerinox, Aena, ArcelorMittal, Bankinter, Cie Automotive o Colonial, entre otras (véase gráfico).
En el caso de Almirall, la empresa cuenta desde septiembre de 2020 con un Comité corporativo de ESG que depende del Comité de Dirección y vela por proponer, implantar y promocionar todas las iniciativas en materia medioambiental, social y de gobernanza corporativa de la compañía. Este comité está compuesto por directores de las diferentes áreas de la empresa y por el responsable de RSC como secretario. En el Consejo de Administración, las responsabilidades en materia de Sostenibilidad y ESG las asume la Comisión de Auditoría.
En tiempos de Sebastián Albella, se dio un giro a esta cuestión, con una recomendación clara: “Que la supervisión del cumplimiento de las políticas y reglas de la sociedad en materia medioambiental, social y de gobierno corporativo, así como de los códigos internos de conducta, se atribuya a una o se reparta entre varias comisiones del consejo de administración, que podrán ser la comisión de auditoría, la de nombramientos, una comisión especializada en sostenibilidad o responsabilidad social corporativa u otra comisión especializada (...)”, señala el manual de buen gobierno del supervisor que preside Rodrigo Buenaventura.
Gómez Acebo & Pombo señala que las empresas se han puesto las pilas
“Las sociedades cotizadas están reforzando sus consejos en materia de sostenibilidad, incorporando consejeros con experiencia en esta materia y creando comisiones específicas de sostenibilidad, en gran medida por la reforma el año pasado del código de buen gobierno de la CNMV, pero también por la demanda cada vez más creciente de los inversores”, explica Guillermo Guerra Martín, socio coordinador de Gobierno Corporativo y co-coordinador de Mercado de Capitales en Gómez-Acebo & Pombo.
Los jefes de la sostenibilidad han dejado de ser elementos casi decorativos para situarse ahora de poder a poder frente a las áreas de negocio puro y duro. Están en los más altos niveles de decisión en una parte creciente de las empresas.
S&P, Moody’s y Fitch incluyen estos temas en las evaluaciones de las compañías
Las comisiones que tratan esta cuestión están formadas por entre tres y seis consejeros, todos ellos externos y la mayoría independientes, según un documento de KPMG. Entre los asuntos que tocan estos organismos están el cambio climático, los riesgos no financieros, la gestión del talento, las iniciativas de economía circular, las finanzas sostenibles o la contribución a los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas.
El negocio y la sostenibilidad son inseparables, como demuestra la necesidad de lanzar emisiones verdes –destinadas a proyectos de transición ecológica o, cuando no sea posible, ligadas a indicadores de rendimiento concretos– para lograr financiación a precios razonables.
El futuro inmediato irá por estos derroteros, según el socio de Gómez-Acebo & Pombo. Ya no es que un bono o un préstamo ASG cueste menos, es que llegará un momento en que la deuda marrón no tenga compradores, según fuentes financieras. El precio de esta última se ha disparado en comparación con la sostenible, como publicó CincoDías el pasado 6 de abril.
Visión a largo plazo
La CNMV es insistente en esta cuestión. “El fomento de la sostenibilidad requiere que las entidades incorporen también una visión a largo plazo en su gestión diaria, evitando enfoques cortoplacistas que no tengan en cuenta adecuadamente los riesgos a medio y largo plazo de la entidad”, indica en su plan de actividades para este año.
La reforma en la directiva de información no financiera
Ampliación. La reforma de la directiva europea sobre información no financiera está en pleno trámite legislativo. Con ella se ampliará el ámbito de aplicación a todas las grandes empresas y a todas las compañías cotizadas (excepto las microempresas), exigirá la auditoría de la información comunicada e introducirá requisitos de información más detallados.
Temas. Las firmas deberán informar de cuestiones medioambientales, asuntos sociales, de cómo se trata a los empleados, de la lucha contra la corrupción y el soborno, así como la diversidad en los consejos de administración en términos de edad, género, formación y experiencia profesional.
Más compañías. Ahora, unas 11.700 grandes firmas de la UE deben informar sobre estos temas. Cuando entre vigor la nueva regulación, previsiblemente aplicable al ejercicio de 2023, se ampliará el alcance de estos requisitos a todas las grandes empresas, coticen o no en Bolsa y sin el anterior umbral de 500 empleados. El número de empresas que deberán revelar esta información se disparará hasta las 49.000, según un documento de la Comisión Europea.
Los accionistas y las agencias de rating también están muy pendientes. Los proxy advisors ISS y Glass Lewis, y también el español Corporance, tienen en el punto de mira las cuestiones ESG. Las agencias de calificación Fitch, Moody’s y Standard & Poor’s también incluyen esta cuestión en sus evaluaciones de las compañías, y esta última recomienda la constitución de una comisión específica para los temas ESG, según KPMG.