El Gobierno aspira a que la micropyme deje de ser el gran empleador del país en 30 años
El empleo que depende de ellas pasaría del 45% actual a solo el 35% Prevé que crezcan de tamaño dando peso a la mediana y gran empresa
El análisis del tejido productivo español elaborado por la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia, con el apoyo de un centenar de expertos independientes en el marco de la estrategia España 2050 que se publicó la pasada semana, apunta a que varios de los problemas estructurales del país, en cuanto a baja productividad, fragilidad del empleo, exigua inversión en innovación y reducido desarrollo tecnológico de las compañías, radica en la alta dependencia de las pequeñas empresas. Bajo esta premisa, el horizonte de transformación económica dibujado por el Gobierno para las próximas tres décadas aspira a que las micropymes dejen de ser el gran motor del empleo del país potenciando su crecimiento para dar peso a la gran y mediana empresa.
El informe, titulado Fundamentos y propuestas para una estrategia de largo plazo, señala que entre las particularidades de la composición del tejido productivo español destaca “la elevada presencia de empresas pequeñas y la escasez de empresas medianas; el reducido tamaño de las empresas de nueva creación, sobre todo en el sector servicios, y el bajo nivel de productividad de las pymes españolas”.
“En las últimas cuatro décadas cientos de compañías lograron aumentar su tamaño, mejorar sus procesos productivos y organizativos, y diseñar nuevos bienes y servicios hasta convertirse, en algunos casos, en referentes mundiales en sus campos”, defiende el informe, que destaca que hoy día España “cuenta con una masa crítica de medianas y grandes empresas”, y que las de mayor tamaño han pasado de generar el 8% del empleo, en 1986, al 31% del total, en 2018. Con todo, destaca, “España sigue siendo un país en el que predominan las pequeñas y medianas empresas”.
En concreto, según los datos del informe, en la actualidad el 45% de los puestos de trabajo dependen de compañías de un máximo de 19 trabajadores (49% de media en la última década). La cifra contrasta con el 33% que arroja de media la Unión Europea, y con el 36% que supone en los ochos países con mejor desempeño económico (Finlandia, Austria, Países Bajos, Bélgica, Alemania, Francia, Dinamarca y Suecia).
A su vez, la empresa mediana (de entre 20 y 249 empleados) genera en España el 24% de los puestos de trabajo, mientras que en la UE aporta el 28% y en los países mejor posicionados un 29% del total.
“Este menor tamaño empresarial supone un handicap para la expansión internacional de nuestros negocios y la adquisición de nuevas prácticas en la vanguardia del conocimiento”, alerta el informe, que detalla que solo “un 5% de las pymes vende sus bienes en el exterior, frente al 62% de las grandes empresas”, lo que “limita el desarrollo de nuevas ideas y productos y obstaculiza, también por esta vía, el avance de la productividad”. Un problema al que se suma la complicación de las firmas de menor tamaño para lograr acceso a financiación, lo que limita sus posibilidades de crecer realimentando el “circulo vicioso” de la economía española, subraya el documento. Esta situación, concluye, “ha impedido a España cosechar ganancias sostenidas de productividad y ha elevado su vulnerabilidad a las crisis y a la competencia exterior”, propiciando además una mayor destrucción de empleo en momentos de crisis.
Identificado el problema, el documento apunta a la necesidad de dotar de mayor tamaño a las empresas españolas para que el peso del mantenimiento del empleo recaiga en mayor medida en aquellas de mediano y gran tamaño, que soportan mejor los periodos de contracción económica.
En concreto, la hoja de ruta propuesta por el Gobierno, y cuyas medidas concretas serán negociadas con patronal, sindicatos, empresas y administraciones, pasa por reducir del 49% al 35% el volumen de empleo nacional dependiente de las pequeñas empresas para el año 2050. El salto sería progresivo, con rebajas al 42% en 2030 y al 38% en 2040.En paralelo, la mediana empresa pasaría de gestionar el 23% del empleo al 30% en las próximas tres décadas, mientras que las grandes compañías avanzarían desde el 31% al 35%. Unos porcentajes que situarían ya a España en línea con el actual reparto de las ocho economías más productivas de la UE.
Refuerzo de la formación
El crecimiento en tamaño de las empresas españolas, objetivo al que España destinará parte de los fondos europeos del Plan de Recuperación, busca también reforzar la formación de los trabajadores pues hoy día solo la mitad de las pymes forman a sus plantillas mientras que el 92% de las grandes compañías lo hacen. La estrategia aspira también a elevar esos porcentajes al 75% y el 100%, respectivamente para 2050. Finalmente, El plan aboga por “poner en marcha un programa de apadrinamiento y colaboración entre empresas grandes y medianas” que ayude a las segundas a crecer.
Cepyme alerta: la pequeña empresa se recupera peor
Mientras el Gobierno planea facilitar que las pymes ganen tamaño para aguantar mejor nuevas recesiones, la patronal del ramo denunció ayer la crítica situación de que viven en la crisis actual. Durante las jornadas “Situación de la pyme: reapertura sin recuperación”, el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, denunció que los empresarios siguen sin recibir las ayudas directas que el Gobierno aprobó en marzo y que el fin del estado de alarma ha dado paso a una reactivación económica de la que muchas pymes no pueden beneficiarse por su dificultad para acceder a crédito y por los impagos públicos.
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