Apostar por que VW y Tesla arrasen en el coche eléctrico es muy arriesgado
Parece poco probable que los líderes del sector estén a la altura de las expectativas propias y ajenas
Es probable que la conducción audaz acabe en una parada forzosa. Los fabricantes de automóviles que apuestan por las ambiciosas ventas de vehículos eléctricos corren el riesgo de sufrir un final igual. Por ejemplo, los actuales líderes del mercado, Volkswagen y Tesla, que tendrán que dominar el sector para estar a la altura de las expectativas de los inversores y de las suyas propias. Eso parece poco probable.
El auge de los vehículos eléctricos impulsó las acciones de Tesla, de 639.000 millones de dólares (529.000 millones de euros), hasta la estratosfera el año pasado, cuando los motores de Elon Musk representaban aproximadamente una cuarta parte de las ventas mundiales.
Algo de eso está empezando a contagiar a Volkswagen, de 120.000 millones de euros, cuyas acciones han subido dos quintas partes este año. Su consejero delegado, Herbert Diess, espera vender hasta 3 millones de vehículos eléctricos en 2025. Eso superaría incluso los 2,35 millones de unidades que se espera que venda ese año el grupo de Musk, según el consenso compilado por la empresa.
Alcanzar esos objetivos requerirá una conducción imaginativa. El mercado mundial de vehículos de batería podría sumar 13,7 millones en 2025, según la media de las previsiones de Jefferies y UBS. Ello implica que las dos empresas representarán casi dos quintas partes de las ventas futuras, con una cuota de mercado de VW que alcanzará el 22% –aproximadamente el doble de su cuota en el mercado mundial del automóvil el año pasado, según los datos de LMC Automotive– y una posición de Tesla que solo caerá, modestamente, hasta el 17%.
Teniendo en cuenta las proyecciones de los competidores, parece rocambolesco. Volvo Cars, propiedad de la china Zhejiang Geely, y Mercedes, propiedad de Daimler, calculan que los coches eléctricos representarán la mitad y la cuarta parte de sus ventas, respectivamente, en 2025, lo que supone unos 900.000 coches combinados, según las entregas anteriores a la pandemia.
La estadounidense General Motors tiene como objetivo otro millón de vehículos eléctricos. Por su parte, el gigante japonés Toyota aspira a fabricar 5,5 millones de vehículos “electrificados”, de los cuales quizá la mitad funcionarán totalmente con baterías. Si se suman solo estos fabricantes de automóviles, solo queda una cuarta parte del mercado para empresas como la china SAIC, Nissan, la surcoreana Hyundai, Ford, Stellantis y Renault.
VW y Tesla podrían estar a la altura de las expectativas si su actual liderazgo les permite expulsar a sus homólogos y hacerse con una mayor cuota de mercado, o si el mercado crece más rápidamente de lo previsto. Sin embargo, en Noruega, el mercado de coches eléctricos más avanzado del mundo, el Model 3 de Tesla perdió el primer puesto de ventas el año pasado. Y Morgan Stanley calcula que hasta 10 nuevos actores de los coches de batería irrumpirán en el mercado a mediados de la década.
Si los vehículos eléctricos resultan ser tan competidos como los de gasolina, los inversores que apuestan por ganadores arrolladores se arriesgan a una caótica colisión.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías