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El cambio regulatorio de Londres para las OPV potenciará... las SPAC

La mayor laxitud normativa británica se aplicará a las empresas pujantes, pero también a las mal gestionadas

Oficinas de la Bolsa de Londres, en la City.
Oficinas de la Bolsa de Londres, en la City.Toby Melville (REUTERS)

Nunca es buena idea reescribir las reglas del mercado de valores durante un boom. Sin embargo, eso es lo que planea Rishi Sunak. El ministro de Finanzas del Reino Unido dio la bienvenida el martes a una revisión que recomienda eliminar las barreras a las empresas que cotizan en Londres.

Aunque los cambios pueden persuadir a algunas empresas británicas a no desertar a otras Bolsas, el efecto más inmediato será permitir que Gran Bretaña se una a la moda de las empresas de adquisición de acciones de propósito especial, o SPAC.

La revisión dirigida por el excomisario europeo Jonathan Hill se debe a la escasez de ofertas públicas de venta en el Reino Unido, sobre todo de empresas tecnológicas. Sus recomendaciones pretenden eliminar los obstáculos que disuaden a las startups de salir a Bolsa en Londres.

Permitirían que las acciones con derechos de voto reducidos entraran en el segmento “prémium” de la Bolsa de Londres, lo que permitiría a los fundadores mantener el control durante un máximo de cinco años. La proporción de acciones que debe vender una empresa se reduciría al 15%, frente al 25% actual.

No está claro que estos cambios vayan a provocar una avalancha de ofertas. Hay pocos indicios de que las empresas británicas estén vendiendo sus acciones en otros lugares: solo 14 empresas con sede en el Reino Unido salieron al parqué en Estados Unidos entre 2015 y 2020, recaudando solo 3.000 millones de dólares, según el think tank New Financial. Los empresarios decididos a mantener el control tras una OPV seguirán prefiriendo EE UU, que no pone límite de tiempo a sus acciones con supervoto.

Los mayores beneficiarios de las reformas de Hill son los banqueros y ejecutivos deseosos de lanzar SPAC en Londres. Quieren imitar a Estados Unidos, donde los vehículos cheque en blanco representaron aproximadamente la mitad del dinero recaudado en las nuevas salidas a Bolsa el año pasado.

Hill está a favor de eliminar el requisito de que las SPAC suspendan sus acciones cuando identifiquen un objetivo, lo cual es un elemento disuasorio para los posibles inversores. De forma más controvertida, también sugiere reescribir las normas de responsabilidad para facilitar a los consejeros de las empresas la emisión de previsiones financieras.

En una nueva muestra de la tendencia desreguladora del Gobierno, Hill quiere dar a la Autoridad de Conducta Financiera británica la obligación de considerar el atractivo de Reino Unido como lugar para hacer negocios. Se trata de un requisito que el Gobierno del primer ministro David Cameron eliminó explícitamente tras la crisis financiera de 2008.

La revisión de Hill está salpicada de referencias a empresas ambiciosas, innovadoras y de rápido crecimiento. Pero la mayor laxitud normativa también se aplicará a las estancadas, imitativas y mal gestionadas. Los modestos beneficios de la revisión se notarán pronto. Los costes solo se harán patentes cuando termine el boom.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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