Red Eléctrica baja un 13% el beneficio en 2020 tras provisionar 122 millones por Hispasat
Mantiene el compromiso de dividendo hasta 2022 en un euro por acción
Red Eléctrica de España (REE) registró un beneficio neto atribuido de 621,2 millones de euros en 2020, lo que se traduce en una bajada del 13,1% en comparación con el ejercicio precedente, debido a la caída de los ingresos tras la nueva regulación en la actividad de transporte y los deterioros realizados en su actividad satelital a consecuencia de la pandemia de coronavirus.
El operador de la red eléctrica ha informado de que la aplicación de los nuevos parámetros regulatorios a la actividad de transporte en España ha ocasionado una caída en la cifra del negocio regulado cercana a los 200 millones.
Además, durante el segundo semestre inició un proceso de reflexión estratégica acerca de Hispasat, con el objetivo de reposicionarlo como un "operador referente" en la prestación de servicios avanzados de comunicación por satélite, pero también intentando proteger su actividad tradicional. En este contexto, realizó un test de deterioro de los activos actuales de la empresa y una provisión de deterioro en sus activos intangibles y de inmovilizado material por 122,3 millones de euros.
Sin tener en cuenta este deterioro, el beneficio hubiera alcanzado los 703 millones, un 1,8% por debajo del obtenido en 2019, según datos remitidos este miércoles por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El grupo, que desde principios de año incorpora a Hispasat en su perímetro de consolidación, registró una cifra de negocio de 1.985 millones de euros el curso pasado, un 1,1% menos en la comparativa interanual.
La empresa, participada por el Estado y propietaria de la infraestructura de transporte eléctrico y responsable de la gestión del sistema, ha asegurado que mantiene una "sólida" posición financiera y durante 2020 tomó distintas medidas encaminadas a reforzar su liquidez: ha emitido bonos por importe de 1.100 millones [700 en enero y 400 en abril] y ha suscrito operaciones de préstamo y crédito por importe de 475 millones.
REE ha presentado también este miércoles su nuevo plan estratégico y planea 4.400 millones de inversión hasta 2025, de los cuales 3.300 irán a la red de transporte, interconexiones internacionales, almacenamiento y operación del sistem.
La empresa también ha afirmado que mantiene el compromiso de dividendo hasta 2022 en un euro por acción para situarlo en al menos 0,80 euros a partir de esa fecha, con el fin de acompañar con solidez las fuertes inversiones previstas.
Por su parte, el resultado bruto de explotación fue de 1.568 millones de euros, tan solo un 1% menos que un año antes. Aquí se incluyen 118,8 millones procedentes de Hispasat y otros 25,3 millones por los resultados de las empresas de transporte de electricidad TEN y Argo.
El beneficio operativo se situó en 929 millones, con una caída del 14,2% respecto a 2019 por el deterioro del valor de los activos de Hispasat. Sin considerar este impacto, hubiera caído un 2,9%. A excepción de la actividad satelital, el Covid-19 no afectó a la continuidad de las operaciones de las empresas del grupo y sus consecuencias no tuvieron impactos significativos.
En 2020, REE invirtió un total de 895 millones de euros, de los que 383 se destinaron al desarrollo de la red de transporte en España. La deuda neta financiera se situó en 6.113 millones de euros. Los costes de aprovisionamientos y otros gastos de explotación fueron de 344,2 millones de euros, un 1,9% menos.
Debido a la incorporación de Hispasat, la empresa incrementó sus gastos de personal un 9,9% el año pasado en comparación con 2019, hasta 175,9 millones de euros, con una plantilla media de 2.041 personas. Los dividendos pagados con cargo a los resultados del ejercicio anterior ascendieron a 566,8 millones de euros, equivalentes a 1,0519 euros por acción.
Corredor ganó 464.000 euros
La presidenta del operador del sistema eléctrico, Beatriz Corredor, obtuvo una remuneración de 464.000 euros en 2020, su primer ejercicio al frente de la compañía. Llegó a la empresa el 25 de febrero tras la renuncia un mes antes de Jordi Sevilla, que percibió 42.000 euros y salió sin indemnización alguna.
En concreto, como presidenta no ejecutiva cobró 338.377 euros, a los que se añade una retribución fija de 110.830 euros y 15.000 euros por asistencia a las reuniones del consejo de administración.
De su lado, el consejero delegado, Roberto García Merino, cobró 859.000 euros en 2020, un 67,6% más que un año antes dado que fue designado en el cargo a mediados de 2019. Los miembros del consejo de administración ganaron un total de 3,2 millones de euros.
La compañía trabaja en una nueva propuesta de retribución anual del consejo de administración para el ejercicio 2021 que mantiene las mismas cuantías y conceptos establecidos para 2020, que permanecen sin cambios desde 2014.