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Brexit

Reino Unido y la UE buscan una alianza en la supervisión del mercado

El vigilante británico, la FCA, y ESMA se dan de plazo hasta finales de marzo para llegar a un acuerdo

Boris Johnson, primer ministro británico, y Urusal von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
Boris Johnson, primer ministro británico, y Urusal von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. GETTY IMAGES

La ruptura de Reino Unido con la UE en el ámbito de los servicios financieros fue casi por las bravas al 100%. Esta semana arrancará la negociación de un memorando de entendimiento (MoU, por sus siglas en inglés) entre el supervisor británico del mercado, la FCA y el coordinador de las comisiones de valores europeas. El objetivo es que se mantenga la cooperación entre las autoridades comunitarias y británicas en cuanto al mercado de valores.

En el 'pacto de Nochebuena' para el Brexit se llegó a un mínimo acuerdo para que el depositario central de valores británico, Euroclear, equivalente al Iberclear español, siga operando durante un periodo extra de seis meses con el objetivo de que los emisores de la UE transfieran sus valores a algunos de los 21 depositarios del club. También se concedió una bula a tres cámaras de contrapartida que en principio caduca el 30 de junio de 2022. Las plataformas son LCH, ICE y LME.

Lo más espinoso, sin embargo, quedó fuera de ningún pacto. Se aplica la falta de equivalencia en el mercado de acciones y en el de derivados. Los bancos y los brókeres de la UE deben comprar, salvo casos excepcionales, las acciones cotizadas en alguno de los mercados del club, pese a que también se negocien en Londres y lo mismo ocurre con los derivados obligados a negociarse, sobre tipos de interés y para cubrir el impago de la deuda (CDS). Solo en estos últimos hay cerca de 600 billones anuales en juego.

Los pasaportes de las firmas británicas, que hasta el momento operaban en la UE sin problemas, también han sido invalidados. Salvo excepciones, como en España, donde el Ministerio de Economía ha dado un periodo de gracia de seis meses adicionales para que las entidades que presten servicios vayan cesando su actividad o cediéndola a otras firmas.

Lo más sorprendente es que ahora mismo ni siquiera hay un acuerdo de cooperación negro sobre blanco respecto a la supervisión. ESMA ya ha sometido a consulta pública un memorando de entendimiento con la Financial Conduct Authority (FCA) "relativo a los arreglos para la cooperación y el intercambio de información de supervisión relacionada con ciertas entidades reguladas cuyas actividades transfronterizas las someten a la regulación y supervisión tanto de la FCA como de ESMA". Las negociaciones para una firma de este acuerdo arrancarán esta semana y concluirán antes de marzo, según Reuters.

En el documento, se especifica que habrá información compartida sobre autorizaciones de firmas cuestiones generales de supervisión y ejecución y también se trasladará de manera automática, o casi. Pero, además, ambos supervisores se dan permiso para intercambiar, previa solicitud por escrito, cualquier otro tipo de información.

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