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A Fondo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Ciberataques y espionaje: las amenazas de China y Rusia

Si la UE no coordina sus acciones con un presidente multilateralista como Biden, minará las relaciones transatlánticas

China no superará a Estados Unidos como primera potencia económica. El PIB de EE UU asciende a 20,8 billones de dólares, mientras que el de China es de 14,8 billones. Pero el Partido Comunista Chino despliega muchos medios para lograr la supremacía global.

En 1980, EE UU vendió bienes por valor de 303.000 millones de dólares. China no estaba entre los primeros quince exportadores mundiales y tardó hasta 1997 en convertirse en la décima potencia exportadora. En dicho año, EE UU registró exportaciones de 953.000 millones, mientras que las exportaciones de China solo alcanzaron 187.000 millones.

En 2001 China fue admitida en la Organización Mundial del Comercio (OMC) con la esperanza de que fuera un actor responsable en la gobernanza global. Entre 2001 y 2018 el superávit en la balanza comercial de China con EE UU se quintuplicó, de 83.091 millones hasta 418.953 millones, y causó la pérdida de 3,7 millones de empleos.

La liberalización de la economía china contribuyó a dicha evolución, pero también la devaluación artificial del yuan y la obligación a los inversores occidentales de traspasar su tecnología a sus socios chinos. Pekín también emplea su sistema impositivo, las regulaciones de sus productos y sus licitaciones para que empresas occidentales trasladen su producción e I+D+i a China.

En 2015 se aprobó la estrategia Made in China 2025. Se agotaba el modelo de gran fábrica exportadora de bienes intensivos en mano de obra y con poco valor añadido tecnológico. Made in China 2025 fija objetivos de contenido de piezas chinas (70% en 2025) y ha otorgado 200.000 millones en subvenciones a empresas nacionales en diez sectores de alta tecnología que abarcan desde la aeronáutica, la robótica y las telecomunicaciones hasta la biomedicina.

Todas las prácticas descritas vulneran la normativa de la OMC. Pekín se ha acostumbrado a que su peso geopolítico silencia a los que denuncian el encierro de un millón de uigures en campos de reeducación en Xinjiang, la represión en Hong Kong y la construcción de bases militares en islotes del mar de China Meridional ubicados en aguas internacionales. Pekín ha bloqueado muchas de sus importaciones de Australia porque su Gobierno pidió una investigación sobre el origen de Covid.

La iniciativa de la Franja y la Ruta y el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura han institucionalizado desde 2013 la práctica china de fidelizar a países emergentes y en vías de desarrollo. Pero China no esperaba que Donald Trump le plantara cara de forma agresiva. Trump impuso aranceles de entre el 7,5% y el 15% sobre 370.000 millones de exportaciones chinas. Beijing claudicó y en enero de este año selló un acuerdo que la obligaba a adquirir 200.000 millones de dólares adicionales en productos agrícolas, industriales y energéticos estadounidenses en 2020 y 2021. Pero a finales de septiembre se había cumplido solo un 53% del objetivo.

El director del FBI, Christopher Wray, cifra en 2.000 las investigaciones por parte de su departamento por prácticas de espionaje económico y tecnológico del gobierno de China. La red china de espionaje, propaganda y robo de tecnología en EE UU se ha extendido a todos los niveles de la administración pública, la política, empresas y universidades. Su plan Mil Talentos es uno de los 500 que ha diseñado para reclutar a científicos y académicos. El Departamento de Estado de EE UU anunció en diciembre restricciones adicionales en concesión de visados y sanciones financieras para miembros del Partido Comunista Chino o cualquier persona involucrada en dichas campañas.

China coopera con Rusia para aupar a dictaduras totalitarias como Venezuela, Corea del Norte, Cuba y Siria. Pekín y Moscú compran la deuda y petróleo de Nicolás Maduro y China suministra energía a Pyongyang. El servicio de inteligencia ruso (SVR) insertó este año malware en el software de la compañía de tecnología estadounidense SolarWinds. Rusia ha podido así espiar a sus 18.000 clientes, que incluyen a ministerios y empresas de EE UU y otros siete países. Biden ha anunciado que impondrá más sanciones financieras y autorizará ciberataques contra Rusia.

La relación económica transatlántica es la más amplia del mundo. El stock de inversión extranjera directa (IED) de EE UU en la Unión Europea es tres veces mayor que el que mantiene con toda Asia. El de la UE en EE UU es siete veces superior a sus inversiones en China e India. Entre 2000 y 2019 el stock de IED de EE UU en la UE ha crecido un 500%, y el de la UE en EE UU ha aumentado un 300%. Dichas inversiones generan 4,8 millones de empleos.

¿Prorrogará la UE en julio de 2021 las sanciones sobre Rusia aplicadas en 2014 conjuntamente con EE UU a raíz de su invasión de Ucrania oriental? Biden no se enzarzará en más guerras comerciales contra China e intentará solventar las existentes a través de la OMC. Pero critica con razón que la UE quiera culminar un acuerdo de inversión con China. Mientras que muchos aliados de Estados Unidos plantan cara a China y Rusia, los políticos europeos priorizan sus inversiones en estos países. Si la UE no coordina sus acciones con un presidente multilateralista como Biden, minará la relación transatlántica.

Alexandre Muns Rubio es profesor, EAE Business School

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