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Mercados

La Bolsa británica pasa por alto cuatro años de incertidumbre por el Brexit

El FTSE 100 suma un 2,6% desde el referéndum de 2016, aunque las mayores alzas y caídas han estado provocadas por el Covid

Evolución del FTSE 100 desde el referéndum para el Brexit

Cuatro años de negociaciones después para dar forma a la nueva relación entre Reino Unido y la Unión Europea, el acuerdo llegó a falta de siete días para que se acabara el plazo.

Pese a todo, los mercados no han sufrido tanto como se esperaba: ha habido jornadas de intensas caídas en momentos clave, pero la Bolsa de Londres parece haberse acostumbrado a los vaivenes y suma un 2,6% –gracias principalmente a las subidas de las últimas jornadas– desde el 23 de junio de 2016, cuando se celebró el referéndum sobre la salida de Reino Unido. No se puede decir lo mismo de la libra, que ha perdido un 9% respecto al dólar y un 15% frente al euro.

Pese a esa estabilidad que parece haber vivido el FTSE, estos años no han estado libres de sobresaltos. El voto favorable a abandonar la UE sorprendió a todos, incluso al propio James Cameron que, a pesar de organizar el referéndum, consideraba que Reino Unido sería "más seguro, más fuerte y más próspero" dentro de la UE tras una reforma del bloque comunitario. Su decisión de convocar un plebiscito y sus palabras le obligaron a dimitir como primer ministro horas después de que se conociera el resultado de la votación. Semanas después ocupaba su cargo Theresa May, tras quedar como única candidata al liderazgo del partido conservador. May tuvo que lidiar con todos los estragos de una negociación que arrancó el 29 de marzo de 2017, cuando Reino Unido firmó la carta que invocaba el artículo 50 del Tratado de Lisboa para la salida de la UE. Comenzó entonces un duro proceso de negociaciones que culminó también con su dimisión a mediados de 2019 después de que el Parlamento británico rechazara tres veces su propuesta de acuerdo con Bruselas. "Para alcanzar su propósito, él o ella [su sucesor] deberá encontrar el consenso en el Parlamento que yo no pude encontrar", subrayó entonces.

La llegada de Johnson al poder a finales de 2019 supuso una reducción de la incertidumbre aunque también un temor a una ruptura sin acuerdo con Europa. El conservador logró la mayoría suficiente para poner fin a las dudas y así, el 1 de enero de 2020, Reino Unido abandonó la UE. No obstante, no todo iba a ser tan sencillo como parecía y las negociaciones se alargaron hasta el jueves –el periodo transitorio finalizaba el 31–, cuando ambas partes anunciaron que habían llegado a un acuerdo comercial.

Si se observa el comportamiento del FTSE, parece que las fuertes tensiones políticas de estos cuatro años no han existido. 2017, el año de la ruptura, cerró con una subida del 7%, en 2018 el índice se desplomó un 12%, pero se recuperó en la misma medida el año siguiente. Entre las razones de esta evolución contradictoria con los sucesos esté el hecho de que el índice obtiene más del 75% de sus ingresos de fuera del Reino Unido y su evolución está en gran medida correlacionada con el crecimiento mundial, con una fuerte exposición a Norteamérica y Asia-Pacífico.

Sin embargo, esta evolución se ha visto enturbiada por la pandemia. El índice pierde cerca de un 14% en 2020, su mayor caída en el periodo e incluso desde 2008. De hecho, desde 2016, las peores jornadas han tenido como protagonista al Covid-19: el 12 y el 9 de marzo de este año registraba los desplomes de mayor envergadura del periodo, del 10,9% y el 7,7%, respectivamente. También las buenas perspectivas vinculadas al fin de esta le han reportado las alzas más relevantes: una subida del 9% el 24 de marzo y del 4,7% el 11 de noviembre, día en el que Pfizer anunció una eficacia del 90% de su vacuna contra el Covid-19. De hecho, la proximidad de las vacunas y el comienzo de su aplicación –en Reino Unido comenzaron el pasado 8 de diciembre– han hecho que el FTSE haya repuntado más de un 10% en mes y medio. Todo se ha visto truncado, sin embargo, con el descubrimiento de una nueva cepa del virus en Reino Unido, que ha llevado a una veintena de países de todo el mundo a cerrar las fronteras con territorio británico –aunque ya se han reabierto algunas parcialmente–.

De hecho, será el virus el que limite el potencial alcista de la Bolsa londinense superado "uno de los principales riesgos políticos", explica Emmanuel Cau, responsable de estrategia de renta variable europea de Barclays. Pese a ello, considera que el pacto "beneficiará a toda la región y aumentará la exposición de los inversores internacionales".

Los valores más expuestos del Ibex celebran el acuerdo

Santander, Sabadell, IAG, Telefónica, Iberdrola y Ferrovial son los seis valores más expuestos a la relación final entre Bruselas y Londres. Los cuatro primeros celebraron la semana pasada con fuertes subidas el inminente acuerdo, que llegaron hasta el 7% en el caso de IAG o el 6%, en el de Sabadell, el día previo al pacto. Durante estos cuatro años también han seguido de cerca el proceso de las negociaciones, pero su comportamiento en Bolsa se ha visto más afectado por otras cuestiones.

Santander y Sabadell son un claro ejemplo de ello. El sector bancario sufre desde la crisis de 2008 la bajada de tipos, cuyo impacto se ha visto acrecentado en el último año con la decisión de los bancos centrales de prolongar los tipos cero para combatir la crisis económica derivada de la pandemia. Pese a ello, ambas entidades han realizado movimientos en sus negocios en territorio británico.

Tras frustrarse su fusión con BBVA, Sabadell dio un paso al frente y está listo para vender su filial británica TSB, inmersa ahora en un plan de saneamiento. La firma, valorada por entre 875 y 1.300 millones de euros, según los bancos de inversión, genera un gran atractivo pues su plataforma tecnológica es una de las más avanzadas del sistema financiero británico.

Santander, por su parte, ha trasladado activos de banca privada de Londres a Madrid y a principios de año hizo lo propio con su gestora y su área de seguros.

La situación de IAG y Ferrovial también se habría visto trastocada por otros factores, también consecuencia de la pandemia: la caída del turismo. De hecho, el holding resultante de la fusión de British Airways e Iberia se desploma más de un 60% en lo que va de año. Por su parte, Ferrovial también se ha visto afectado por el desplome del sector turística al del aeropuerto de Heathrow, en Londres – el aeródromo con mayor actividad y conexiones en el Reino Unido y Europa– y gestionar los aeropuertos de Aberdeen, Glasgow y Southampton.

Telefónica, mientras tanto, se centra en el negocio de O2, su filial en territorio británico, y el cierre de su fusión con Virgin Media, división de Liberty, que está prevista para mediados de 2021. La teleco trató de vender O2 en 2016, pero la UE vetó la operación, y el pasado mes de mayo, Telefónica anunció el inicio de un proceso de fusión de su filial británica con Virgin Media.

Por último, Iberdrola, cuyas acciones pasaron por alto la consecución del acuerdo, adoptó un plan para mitigar cualquier riesgo que pudiera suponer un Brexit con o sin pacto.

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