405 MW para potenciar el crecimiento en renovables
Ence apuesta por la biomasa y la fotovoltaica para la descarbonización del sistema energético
El compromiso de Ence con la descarbonización del sistema energético nacional ha llevado la compañía española líder en transformación de madera procedente de cultivos forestales para uso industrial a apostar firmemente por el crecimiento en producción de energía con biomasa y por la diversificación hacia otras renovables como la fotovoltaica.
Fruto de este empeño, la compañía cuenta ya con una cartera de proyectos de 405 megavatios (MW), lista para construir a finales de 2021, y que supondría multiplicar por 2,5 veces su capacidad instalada actual, contribuyendo con ello a la transición ecológica hacia una economía neutra en carbono.
Esta cartera está compuesta por 140 MW de generación de energía renovable con biomasa, distribuidos en tres plantas (Almería, Córdoba y Puertollano), 240 MW en cuatro proyectos fotovoltaicos (Andújar, Salteras, Lepe, Huelva), y otros 25 MW para la hibridación de la planta termosolar de Puertollano. “Hoy en día el recurso escaso es el acceso a red, por lo que es fundamental hibridar las tecnologías para poder hacer un uso eficiente de las redes de distribución y transporte”, señala el CEO de Ence Energía, Felipe Torroba.
La reciente incorporación de Ancala Partners en el negocio de energías renovables no solo supone la incorporación de un socio estratégico con amplia experiencia en el desarrollo de infraestructuras, con el objetivo de potenciar el crecimiento de Ence en renovables, sino que también impulsará las inversiones previstas en el plan estratégico de la compañía para el negocio de celulosa, una vez superada la pandemia y con la recuperación esperada de los precios de este material.
De toda la cartera de renovables, desde la empresa subrayan la especial importancia de los 330 MW que suman los seis proyectos en marcha en las cinco provincias andaluzas ya mencionadas. De ellos, 90 MW se desarrollan a partir de biomasa agroforestal y otros 240 MW de energía solar fotovoltaica.
“La biomasa es una renovable complementaria que fija empleo rural y que aporta riqueza en el entorno en el que opera, creando más de 30 empleos directos e indirectos por cada MW instalado”, explica Torroba. En cuanto a su interés por la fotovoltaica, “la tecnología más competitiva en costes de producción”, Torroba subraya que este origina de la diversificación, que considera “clave” en el modelo de negocio de la compañía.
Proyectos en marcha
Todas las localizaciones para las plantas fotovoltaicas están en la zona 5 de irradiación solar, la clasificación climática más alta según la radiación solar global media diaria al año. Se trata de un factor más de garantía para que puedan cumplir su función principal: cubrir las necesidades eléctricas anuales de más de 120.500 hogares a partir de fuentes renovables.
De los dos proyectos de plantas para generar energía eléctrica a partir de biomasa agroforestal, el más avanzado es el de El Ejido (Almería). Con esta instalación, cuya fuente son los restos vegetales resultantes de la agricultura de invernaderos de la provincia, la empresa ofrece una solución sostenible al problema que estos suponen, ya que actualmente no existe en la zona la capacidad suficiente para tratarlos adecuadamente. “Creemos en un modelo de negocio basado en la economía circular”, recalca Torroba. “Queremos que se evite la quema incontrolada o el desecho de restos agrícolas en el campo y poder aprovechar su valor energético”, añade.
El proyecto busca valorizar esta biomasa (hasta 660.000 toneladas al año) en una planta de cogeneración de 36 MW, que precisa de una inversión de 158 millones de euros, y que generará 290.000 MWh al año de energía renovable y evitará la emisión de 125.000 toneladas de dióxido de carbono. Su actividad permitirá mantener un millar de puestos de trabajo y protagonizará el impulso a la economía circular de toda la zona de El Ejido.
La planta de El Ejido, de 36 megavatios, es su instalación en marcha más avanzada, por un valor de 145 millones
La nueva planta es todo un ejemplo de desarrollo sostenible, ya que permitirá reducir el impacto oloroso de los actuales sistemas de compostaje de restos vegetales de los invernaderos, y será, además, un referente en cuanto a eficiencia en el consumo hídrico, puesto que está diseñada para retornar gran parte del agua de refrigeración a la red de regantes.
La instalación almeriense contará también con una planta que permitirá secar la materia vegetal recogida para su almacenamiento posterior a través de un proceso sostenible, obteniendo el calor necesario de la propia turbina de generación eléctrica, por lo que se obtendrá simultáneamente energía eléctrica y energía térmica útil. Será una de las pocas plantas de cogeneración de gran tamaño sin gas de origen fósil de España.
Durante la ralentización derivada de la situación provocada por el Covid-19, Ence ha aprovechado para trabajar en la ingeniería y la logística del proyecto, y ahora confía en que la publicación de las subastas de energía, reflejadas en el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima), se produzca pronto, algo indispensable para darle seguridad.
A la planta planeada en Almería se suma otro proyecto en el término municipal de Córdoba, con 50 MW, cuyo objetivo es valorizar los restos agrícolas de la zona, y cuya solicitud administrativa previa y ambiental se presentará en las próximas semanas.
Objetivos de Desarrollo Sostenible
Desde su área de energía, y gracias al impulso de la generación con renovables, Ence contribuye de forma directa a la lucha contra el cambio climático y al impulso de una energía sostenible y respetuosa con el medio ambiente, dos de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. De este modo, la generación con biomasa supone un modelo para el proceso de descarbonización del sistema energético nacional.
La compañía ha implementado en su estrategia estos objetivos, que constituyen una guía en su gestión diaria, y otros como la producción y el consumo responsable, la industria, la innovación y la infraestructura, el impulso de ciudades y comunidades sostenibles, y la preservación de la vida de los ecosistemas terrestres.
Ence genera energía renovable en sus biofábricas de pasta de papel, donde aprovecha el calor excedentario del proceso y valoriza energéticamente la lignina, material natural presente en la madera. Además, la firma dispone de 8 plantas de generación eléctrica, con capacidad para aportar a la red, de dos fuentes limpias: la biomasa agroforestal y el sol.
La empresa extrapola a su negocio energético toda su experiencia y el modelo de economía circular de sus biofábricas de celulosa, donde valoriza la práctica totalidad de los residuos. Esta gestión obtuvo la certificación de Aenor Residuo Cero en sus plantas de Pontevedra y Navia. De esta forma, como productor de energía renovable, valoriza la biomasa agrícola y forestal del entorno cercano de sus centros de operaciones en Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha.
Su objetivo es emular a la naturaleza y eliminar el concepto de residuo, minimizando el impacto ambiental, evitando operaciones de riesgo como las quemas incontroladas en el campo y dinamizando la economía y el empleo rural.
La generación con biomasa, además, es la única tecnología renovable gestionable con independencia de la meteorología, lo que la convierte en un factor clave para la necesaria transición justa hacia un modelo energético descarbonizado, tal y como promueven los ODS.
Otras estrategias que marcan la contribución de Ence a los ODS son la gestión directa y sostenible de masas forestales que absorben dióxido de carbono de la atmósfera, la naturaleza biodegradable de los productos fabricados a partir de su celulosa o el compromiso de la compañía con la innovación y la implementación en continuo de las mejores tecnologías disponibles en sus plantas operativas y en todos sus proyectos de crecimiento.