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El próximo jefe de Ferrari necesitará credenciales en el lujo

Mike Manley, CEO de FCA, es buena opción, pero también Andrea Guerra, el de LVMH

Mike Manley, CEO de FCA.
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Ferrari corre para sustituir a Louis Camilleri, que dimitió abruptamente el día 10 por razones personales. El jefe de FCA, Mike Manley, tiene muchas opciones. Pero John Elkann, presidente de ambos grupos, puede necesitarlo para facilitar la fusión con Peugeot, y quizá busque otro candidato en el sector del lujo.

Manley parece una buena opción. Elkann ya demostró su confianza en él al nombrarlo sucesor de Sergio Marchionne en 2018. Se ganó sus galones impulsando Jeep y ha cimentado su reputación dirigiendo Fiat Chrysler durante la crisis del Covid. Coger el volante de Ferrari puede ser tentador para él. Tras la fusión con Peugeot, será el segundo plato, ya que Carlos Tavares dirigirá el grupo combinado, Stellantis. Pasando a Manley a Ferrari, Elkann evitará el riesgo de perderlo.

La experiencia con los coches de Manley ayudaría a Ferrari a gestionar retos claves como el cambio a los vehículos eléctricos. Pero carece de credenciales en el lujo. La alucinante valoración de la firma del Cavallino Rampante, 45 veces las ganancias futuras, se basa en su estatus como ostentoso producto quintaesencialmente italiano, algo que Camilleri (expresidente de Philip Morris) entendió bien.

Durante su tiempo como CEO, lanzó nuevos modelos y mantuvo un estricto control de las entregas, con el objetivo de impulsar los márgenes de ebitda del 33% hacia el 38%, típico de firmas como Hermès. Al contrario que la mayoría de su sector, Ferrari ha ganado en Bolsa más del 20% este año, superando incluso a otras empresas del lujo. El plan de Camilleri incluía explotar mejor la marca colaborando con Giorgio Armani y el chef Massimo Bottura.

Elkann ya ha demostrado que está dispuesto a mirar fuera de la industria del motor. Eligió a Davide Grasso, ex-CEO de Converse (Nike), para dirigir la unidad de gama alta de Fiat, Maserati. Alguien como el jefe de LVMH, Andrea Guerra, durante años al mando del fabricante de Ray-Ban, Luxottica, sería otro candidato creíble. Para mantener Ferrari en la velocidad del lujo se necesita algo más que simple potencia de motor.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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