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Unilever saca la cabeza en la carrera de la transición verde

Va a dar a los inversores un voto no vinculante sobre sus planes verdes, siguiendo el precedente de Aena

Logo de Unilever.
Logo de Unilever.Brendan McDermid (REUTERS)

Unilever va a dar a los inversores un voto no vinculante sobre sus planes verdes. Hay un precedente: Aena ha dicho recientemente que someterá a votación de los accionistas sus planes ecológicos. Pero fue en parte por la presión del gestor de hedge funds Chris Hohn. El movimiento de Alan Jope, CEO de Unilever, es mejor: parece menos forzado.

Permitir el escrutinio de promesas como reducir a cero las emisiones de toda la cadena de suministro para 2039 proyecta confianza y por tanto es buena gestión. Muchos de los objetivos sobrevivirán al mandato de Jope, por lo que se necesita un criterio a corto plazo para medir sus progresos. Avanzar antes de que la práctica se convierta en la norma, o antes de que un inversor intimide públicamente a Unilever para hacerlo, también es un buen punto de vista.

Es asimismo una oportunidad para que BlackRock y similares lleven las palabras a la práctica. El mayor gestor de activos del mundo ha recibido críticas por la percepción de que no ha tomado la delantera como accionista en el apoyo o la propuesta de resoluciones ecológicas, y ha citado barreras prácticas para hacerlo.

Hacer del cambio climático un punto automático del orden del día de la junta anual de accionistas facilita a los grandes gestores de activos mantener a las empresas contra las cuerdas, o al menos que tengan menos excusas para no hacerlo.

El peligro es una humillante bofetada pública de los accionistas, como ocurre a veces con los bancos que se exceden en la remuneración (Lloyds recibió una en mayo cuando un tercio de los accionistas rechazó sus planes salariales). Aunque un voto consultivo no podrá obligar a Jope a esforzarse más, los titulares negativos podrían tener el mismo efecto.

Poner en marcha un plan de cero emisiones es más fácil en una industria en la que eso implica en gran medida convertir sus procesos para que funcionen con renovables y empujar a su cadena de suministro a seguir su ejemplo. Es mucho más difícil para petroleras y gasistas. Pero es probable que los accionistas de estas también les pidan pronto que imiten a Unilever.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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