La pandemia acelera la urgencia de la innovación
El coronavirus ha dado un impulso a la relevancia de la investigación científica y tecnológica
Un indicador bastante preciso para medir el peso de la investigación en una economía es el ratio de investigadores por cada puesto de trabajo ocupado. En este sentido, el último informe sobre innovación de la Fundación Cotec apunta que España está en una posición muy rezagada, por debajo de la media europea, en esta proporción. Pero no solo eso, sino que llama especialmente la atención que, desde 2007, el incremento de trabajadores que se emplean con estos perfiles ha sido casi la mitad que la media europea. En 2007, por cada mil puestos de trabajo, 5,76 correspondían a investigadores. Diez años después, esta cifra creció hasta los 6,84. Mientras que la media europea se situaba en 6,37 en 2007 y creció hasta los 8,33 una década después. Estas cifras ilustran la poca relevancia que se le concede a este aspecto en el país, lo que, por descontado, se traduce en un menor número de avances e innovaciones en este ámbito.
Sobre ello también alertó el director de CincoDías, José Antonio Vega, este martes, durante la ceremonia de entrega de los premios a la innovación empresarial que concede anualmente el diario decano de la prensa económica y que cuentan con el patrocinio de Repsol y CaixaBank. “No se caracteriza este país por el espacio que se deja a las innovaciones técnicas. Además, llevamos 13 años marcados por dos crisis económicas que han dejado poco espacio a la iniciativa emprendedora”, recordó.
Según señala el mencionado informe de Cotec, en España la inversión en I+D se concentra principalmente en cinco comunidades autónomas, que mantienen un nivel por encima de la media nacional: País Vasco, Madrid, Navarra, Cataluña y Castilla y León. En cuanto al porcentaje de la población ocupada en investigación, el País Vasco encabeza la clasificación con el 2,1%, seguido por Madrid con el 1,71%. Estas cifras colocan a España con un 0,73% de ocupados dedicados a la investigación, una tasa todavía inferior al 0,93% del promedio europeo. De este modo, el país queda por debajo incluso de países con un potencial económico inferior, como es el caso de Portugal, Grecia o Estonia.
Si se continúa la comparación con la Unión Europea, gracias a los datos del mismo estudio, llama la atención las bajas cifras de inversión, tanto por parte de organismos públicos como privados. España no ha recuperado los niveles precrisis de inversión pública en I+D: entre 2010 y 2018, la inversión pública cayó hasta un 10%, mientras que la financiación privada creció tan solo un 1,9%. Por el contrario, las cifras de Alemania son bien distintas, con un 31,9% del aumento de inversión pública y del 40,2% de recursos privados. “España está a mitad de camino de Europa en capital tecnológico; en inversión en I+D, tanto público como privado; no está ni siquiera a mitad de camino en patentes solicitadas. Y no está, ni de lejos, al nivel medio europeo en gasto en educación, que es la palanca clave para el progreso”, desarrolló Vega, quien también hizo hincapié en que resulta llamativo cómo, a pesar de la baja inversión en educación, España cuenta con una mayor penetración que el resto de socios de la zona euro en población con estudios superiores.
Una problemática que también apunta el estudio de Cotec, donde se señala que el país cuenta con un triple problema de desajuste entre competencias y puesto de trabajo: en los titulados superiores, uno global en cualificaciones y otro en titulados superiores con sueldos bajos. Concretamente se subraya el hecho de que, en España, el 40% de los titulados superiores son asignados a puestos de trabajo que no entran en las competencias de su cualificación. De nuevo, España solo es superada por Irlanda y Grecia, mientras que naciones como Alemania (19,6%), Rumanía (26,1%) e Italia (27,6%) se sitúan por delante.
Coronavirus
Sin embargo, el Covid-19 ha planteado un paradigma completamente diferente. La pandemia ha puesto de manifiesto la relevancia de la investigación científica y técnica para plantar cara a la situación actual. Es el caso de la impresionante carrera que están llevando a cabo desde el sector de la salud para conseguir desarrollar tratamientos y vacunas con el objetivo de salir cuanto antes de una crisis de esta magnitud, relató la vicepresidenta regional para Europa de Merck Biopharma, Marieta Jiménez, durante su intervención en la gala. A pesar de la tragedia que ha desatado la pandemia, tanto económicamente como en vidas humanas, esta también ha invitado a la reflexión. “El Covid ha hecho situar la investigación científica en sus cotas más altas”, reconoció la responsable de la farmacéutica.
Los avances no se han limitado al campo de la investigación científica o sanitaria, sino que también se han producido en el ámbito tecnológico. Es el caso de las plataformas e infraestructuras que permitieron –y llevan permitiendo desde marzo– trasladar de un día para otro a millones de trabajadores de las oficinas al salón de su casa. Uno de los nombres propios de esta etapa fue la aplicación de videollamadas Zoom, cuyo responsable internacional, Abe Smith, también participó en la ceremonia de entrega de los Premios CincoDías a través de una entrevista telemática. “En enero de 2020, teníamos una media de 10 millones de conexiones al día, en abril este número alcanzó los 300 millones”, explicó el portavoz de la plataforma.
En su caso, no solo debieron adaptarse al mayor número de usuarios y a diversos fallos de seguridad, que se produjeron a principios de año, sino también a nuevos usos de la aplicación derivados de la pandemia. “Estaba pensada inicialmente para negocios, pero también se ha utilizado para trabajos de clase, encuentros sociales, como fiestas de cumpleaños, y quizá en las próximas semanas, para celebraciones de Navidad”, continuó Smith. Una adaptación que tuvo premio, ya que si su plan inicial en Wall Street era ingresar algo parecido a 900 millones de dólares, tal y como reconoció en su intervención el portavoz, sus últimos cálculos de ganancias en el segundo cuatrimestre han alcanzado los 2.400 millones de dólares.
Diversidad
A pesar de este gran salto en innovación, que algunos expertos tasan en cinco años, Jiménez alertó del peligro que las épocas de crisis como la actual pueden suponer para avances sociales que se consideraban consolidados. Es el caso de la igualdad entre sexos, puesto que las tasas de ocupación femenina han vuelto a caer a niveles de 2017 y el teletrabajo ha provocado una sobrecarga de las mujeres en el ámbito doméstico, con la consiguiente repercusión en su desempeño profesional.
También los jóvenes están sufriendo especialmente la crisis económica derivada de la pandemia: un total de 140.000 trabajadores menores de 25 años ha perdido su empleo.
La responsable de Merck insistió en que las empresas no pueden permanecer ajenas a esta realidad, puesto que no es suficiente con un país más fuerte, sino que este también debe ser más justo. Sin embargo, el informe de Cotec va un paso más allá y hace hincapié en que no contar con un talento diverso es un freno para la innovación. Un aspecto en el que España también tiene un largo camino por recorrer. La innovación que se desarrolla localmente es vertical y de flujo único. Es decir, se concentra en ciertos sectores sin que ocurra un diálogo con el resto, a la vez que no se perciben las demandas de la ciudadanía ni se adaptan de ninguna forma a sus exigencias.
Para que sea posible optimizar la innovación nacional, esta debería ser transversal –con una comunicación constante entre los diferentes sectores y la población– y de doble flujo, para que las necesidades sociales se vean bien reflejadas en los avances que se generan. El estudio de Cotec concluye que la innovación debe ser “lo suficientemente amplia como para involucrar a la ciudadanía y atraer inversiones intersectoriales y, a la vez, lo suficientemente concreta como para incorporar a la industria y lograr un éxito cuantificable y medible”.
Así lo apuntó también Jiménez, quien recordó que estos meses de pandemia y confinamiento han sido el ejemplo de que cuando todo el mundo rema en la misma dirección, la mayoría de las cosas son posibles. “La innovación y la colaboración son dos motores que no conocen límites. Esta época no ha sido sino el testimonio de lo lejos que podemos llegar si aprovechamos todo el talento”, concluyó la portavoz de la farmacéutica.
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