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Javier Fernández: “Tras la pandemia, los tiempos de diagnóstico deberán reducirse”

El director general de Vitro destaca que la biotecnológica sevillana ha desarrollado tres test de diagnóstico PCR para el SARS-CoV-2 

Javier Fernández, director general de Vitro.
Javier Fernández, director general de Vitro.Juan Lázaro (Cinco Días)

Vitro fue fundada en 1989 en Sevilla y, posteriormente, constituyó su filial Master Diagnóstica en el Parque de las Ciencias de Granada. Comenzó trabajando como compañía de distribución e importación de reactivos de diagnóstico in vitro, para después evolucionar al suministro de plataformas de diagnósticos para el sector hospitalario español.

Desde 2010, además, desarrolla productos propios en España, una línea que se vio potenciada con la llegada de Javier Fernández a la dirección general en 2015, y que hoy representa el 60% del negocio.

Licenciado en Empresariales, Fernández está ligado al sector biotecnológico desde hace más de 15 años. En 2007 cofundó la primera gestora de capital riesgo especializada en biotecnología en ser aprobada por la CNMV.

Cofundador de varias compañías biotech y asesor del MIT, desde que llegó a Vitro, y con el apoyo de la firma de capital riesgo GED, la compañía ha pasado de desarrollar su actividad prácticamente solo en España a estar presente en 40 países y de facturar unos 15 millones al año a los 40 millones que ingresará este ejercicio. Un aumento que se ha visto potenciado por la pandemia de Covid-19.

R. ¿Cómo ha afectado la pandemia a Vitro?
R. En el mes de marzo el comité de dirección de Vitro nos reunimos y decidimos apostar por los test PCR. Al principio importamos una solución de uno de nuestros proveedores chinos, era capaz de medir anticuerpos y lo distribuimos de forma inmediata. Durante los tres primeros meses, según datos de la patronal, el 30% de los test de serología que se hicieron en los hospitales de España fueron nuestros, pero no era un producto propio y las ventas no eran muy importantes. Por ello, aunque no habíamos desarrollado hasta entonces test PCR, decidimos trabajar en ello. Somos expertos en test de diagnóstico múltiple y, en apenas dos meses, nuestras expertas en biología molecular consiguieron desarrollar un test que diagnosticase el Sars-CoV-2. Desde entonces hemos producido dos test más: uno capaz de diagnosticar el Covid, la gripe A y la gripe B, y otro capaz de detectar 20 virus diferentes, entre los que evidentemente se encuentra el Sars-Cov-2. Acabaremos el año con cinco test. Todo ello ha hecho que nuestros ingresos crezcan exponencialmente en esta línea de negocio, aunque tristemente otras áreas se han visto afectadas.
R. ¿En qué sentido?
R. Es indudable que los recursos de la sanidad pública son limitados y con la pandemia estos han tenido que dedicarse a una sola cosa para evitar el colapso y no se ha podido llegar a todo. Mantener el esfuerzo anterior a la pandemia hacia otras enfermedades ha sido imposible y se ha ralentizado el diagnóstico. El negocio de nuestra línea de diagnóstico de anatomía patológica, es decir, cáncer, se ha visto afectado negativamente.
Los recursos son limitados y con la pandemia ha sido imposible llegar a todas las enfermedades
R. ¿Qué consecuencias traerá esta realidad?
R. Es un problema global que está afectando a todos los países y las consecuencias médicas tendremos que verlas con el tiempo. Lo que sí va a ser necesario es agilizar el tiempo perdido y ser más eficientes a la hora de gestionar muchísimos pacientes que, de repente, van a requerir de unas necesidades de diagnósticos elevadas y a corto plazo. Casualmente, porque esto jamás lo podríamos haber planificado, vamos a poder ayudar en este aspecto porque el nuevo software que vamos a lanzar de gestión de anatomía patológica lo que va a permitir a los laboratorios es ser mucho más eficientes en la gestión de biopsias y diagnósticos asociados de cáncer.
R. ¿En qué se diferencia este soft­ware de los actuales?
R. Nuestro nuevo software, en el que estamos colaborando con grupos de investigación de Andalucía para introducir algoritmos de inteligencia artificial (IA), proporcionará al patólogo un diagnóstico más probable en fracciones de segundo, lo que liberará a los laboratorios de trabajos rutinarios que llevan mucho tiempo y que aportan muy poco valor añadido. Pero lo verdaderamente novedoso será la patología computacional, que permitirá obtener una eficacia del 99,9% gracias a la IA.
R. ¿En cuánto tiempo reducirá el diagnóstico?
R. Todavía es pronto para saberlo, pero lo que sí sabemos es que la productividad de la patología digital se incrementa entre un 10% y un 15% y que este software irá más allá, aunque por ahora no somos capaces de calcularlo por lo novedosa de esta nueva tecnología.
R. A nivel de ingresos, ¿qué ha supuesto el Covid para Vitro?
R. En 2020 vamos a ingresar 40 mi­llones de euros, frente a los 24 millo­nes que facturamos en 2019. Hasta 2016 veníamos creciendo en torno a entre un 5% y un 8% anual, dentro de un sector, el de diagnóstico hospitalario, que se ha mantenido inalterable a nivel de facturación en los últimos 10 años, al situarse en unos 1.000 millones de euros, pero no así en volumen, incrementando notablemente la presión sobre el negocio. En los últimos tres años el crecimiento ha estado por encima del 15%.
Javier Fernández, director general de Vitro: "El virus ha supuesto una revolución. Nos ha demostrado que somos capaces de competir con los grandes".
Javier Fernández, director general de Vitro: "El virus ha supuesto una revolución. Nos ha demostrado que somos capaces de competir con los grandes".Juan Lázaro (Cinco Días)
R. ¿Y en términos de internacionalización del negocio?
R. Estamos presentes en 40 países, pero en muchos nos encontramos en fase de lanzamiento. El Covid nos ha puesto en primera línea. El equivalente a nuestro Instituto Carlos III en Latinoamérica ha validado nuestro sistema de diagnóstico Covid, siendo los primeros en conseguirlo en algunos países. Tenemos oficinas de representación en Estados Unidos, Reino Unido y Dubái y en Indonesia trabajamos con un distribuidor local. Además, también tenemos sede en Portugal. Fuera de estos países, México, Brasil y Oriente Próximo son claves para nosotros. También el sureste asiático.
R. ¿Qué plan de negocio tienen para el futuro?
R. El Covid ha significado para Vitro una revolución. Nos ha demostrado que somos capaces de competir con los grandes, e incluso mejores a nivel técnico, en algunos nichos de negocio. Por ello, estamos modificando nuestro plan de negocio para 2025, pero puedo adelantar que seguiremos creciendo y que prevemos llegar a los 100 millones de euros de facturación.
R. ¿Aprovecharéis para crecer a nivel inorgánico?
R. Desde 2017, cuando la firma de capital privado GED desembarcó en Vitro, adquiriendo un 51% de las acciones, la capacidad de Vitro creció exponencialmente. En 2018 entramos como accionistas mayoritarios en Cytognos, empresa con sede en Salamanca y especializada en el desarrollo, producción y comercialización de reactivos, software y plataformas de diagnóstico de citometría de flujo. Por el momento, estamos centrados en explotar las sinergias a nivel comercial y de I+D+i entre Vitro y Cytognos. Todavía no estudiamos una nueva adquisición, pero, sin duda, la haremos, ya que en dos años tendremos una cantidad importante de recursos.

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