El Gobierno logra un holgado aval del Congreso para seguir tramitando los Presupuestos de 2021
Cs y ERC facilitan la tramitación de las cuentas pero se presentan como vías antagónicas para aprobarlas
El Gobierno ha logrado este jueves un holgado apoyo parlamentario para seguir tramitando el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2021 al tumbar el Congreso de los Diputados las enmiendas a la totalidad sobre las cuentas. La votación da paso a la recta final de la negociación, la de las enmiendas parciales al articulado de la ley, que decidirá si España estrena un Presupuesto por primera vez desde 2018 y con qué herramientas aborda el país la recuperación de la crisis del coronavirus y la canalización de las ayudas europeas en camino.
La votación de las enmiendas a la totalidad se ha saldado, como era previsible, con 198 votos en contra de tumbar las cuentas (de los 199 estimados) y 150 a favor de hacerlo (de los 151 del bloque), los correspondientes a PP, Vox, Junts, Foro Asturias, la CUP, Coalición Canaria y el BNG, que habían presentado enmiendas a la totalidad, y a UPN, que les respaldó.
El Ejecutivo logra superar así una fase decisiva en la que los socialistas fracasaron al promover las cuentas de 2019, lo que llevó a Pedro Sánchez a convocar las primeras de las dos elecciones generales celebradas el pasado año. El Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos ve despejarse así las posibilidades de agotar la legislatura, pese a su minoría parlamentaria, y de liderar el plan de recuperación del país a costa de los 72.000 millones en subvenciones comunitarias que se recibirán en los próximos tres años.
El Ejecutivo tendrá que hacer aún, sin embargo, un delicado equilibrio en la aritmética parlamentaria para terminar de aprobar las cuentas, que aspira a tener definitivamente en vigor en enero, a la búsqueda del mayor consenso posible.
De momento, dos respaldos han sido clave para facilitar la tramitación del proyecto, los de ERC y Ciudadanos, que se han mostrado dispuestos a negociar la letra pequeña de las cuentas en la segunda fase de la tramitación, si bien se han presentado como socios antagónicos para su aprobación. Pese a los llamamientos de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para dejar atrás “los vetos cruzados” y centrarse en valorar “el qué, no el con quién”, ambas fuerzas han insistido en que el Gobierno tendrá que elegir bando a la hora de contar los apoyos al Presupuesto.
Hasta la fecha, el Gobierno ha logrado ensanchar la mayoría que facilitó la investidura de Pedro Sánchez el pasado enero. Concretamente, al bloque que permitió la reelección del presidente, ya fuera por voto a favor (PSOE, Unidas Podemos, PNV, Más País, Compromís, Nueva Canarias y Teruel Existe) o por su abstención (Esquerra Republicana y EH-Bildu), se han sumado los cuatro diputados del PDeCAT y el Partido Regionalista de Cantabria (PRC), que en enero votaron en contra. En la votación de este jueves, el Ejecutivo ha perdido el respaldo del BNG, que presentó enmienda de totalidad como “toque de atención”, pero que ya ha dejado claro que está dispuesto a acabar dando su avala a cambio de concesiones concretas.
Ciudadanos, por su parte, a la búsqueda de un nuevo espacio en el centro del arco parlamentario, se ha mostrado partidario de negociar el Presupuesto para marcarlo con algunas de sus “líneas naranjas”, que incluyen peticiones de ayudas a empresas y autónomos o la prórroga de los ERTE. Sin embargo, el aval de Bildu a las cuentas del Gobierno y las críticas de Podemos están complicando su aparición en la foto final y el partido ha comenzado a incluir en la balanza la petición de que el Gobierno recule y mantenga el castellano como lengua vehicular en la educación.
La postura de los partidos
La disyuntiva ha quedado escenificada durante las distintas intervenciones de los partidos en la segunda jornada del debate a la totalidad de las cuentas, marcada por agrias críticas cruzadas entre partidos que rechazaron presentar enmiendas para la devolución del proyecto pero que compiten por aparecer en la foto de la aprobación definitiva o amenazan con retirar su aval llegado el momento.
La líder de la formación naranja, Inés Arrimadas, se ha ofrecido "hasta el último minuto" para no ceder a "chantajes" de los partidos independentistas. "No podemos sacar a Podemos del Gobierno, pero sí hemos podido sacar unas cuantas propuestas de Podemos de los Presupuestos", dijo Arrimadas, que ha pedido que se retire la enmienda sobre las lenguas vehiculares en la educación.
Antes había sido el turno del portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, quien en una agria intervención aseguró que Arrimadas ha decidido dar el "enésimo giro de timón", al pasar de mostrarse dispuesta a negociar su respaldo a buscar ahora una "línea roja imposible" como "excusa" para no apoyar los Presupuestos. El portavoz ha reprochado que el argumento empleado sea exigir que el castellano sea lengua vehicular en la educación, "precisamente el ADN de la foto de Colón". Podemos ha mostrado en repetidas ocasiones su rechazo a compartir el apoyo presupuestario con Ciudadanos, y si bien la formación liderada por Pablo Iglesias ha levantado el veto formal, está forzando la máquina para dejar fuera a Arrimadas.
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, advirtió por su parte que "decir que se pueden pactar unos Presupuestos Generales del Estado (PGE)" con Ciudadanos y su formación a la vez "es simplemente mentir a sabiendas". Así, instó al Ejecutivo a elegir teniendo en cuenta que "si realmente se quiere salvar a la gente y no a uno de los partidos de la 'foto de Colón', vale la pena hacerlo con ERC". "Si unos Presupuestos es ponerle números, es ponerle música a un proyecto político, este Gobierno y sus medios afines deben ya de dejar de vender que se puede hacer" con ERC y también "con quien gobierna con Isabel Díaz Ayuso en Madrid y con Vox en Murcia y en Andalucía. ¡Basta ya de terraplanismo ideológico!", enfatizó Rufián desde la tribuna de la Cámara Baja.
La subida fiscal del diésel
Durante el debate, la ministra de Hacienda María Jesús Montero se ha mostrado dispuesta a negociar la eliminación del proyecto de ley de la subida fiscal del diésel, para su equiparación con la gasolina, a fin de lograr el apoyo del PNV a su aprobación definitiva, siendo esta una de las peticiones expresas que también ha hecho Ciudadanos.
Montero ha aseverado que no duda de que logrará un acuerdo con los nacionalistas vascos, que sitúa como socios estratégicos del Gobierno, y ha admitido que ha sido un “error” no leer la oposición de los vascos al alza fiscal como una “línea roja” del PNV.
Por su parte, la diputada de los nacionalistas vascos, Idoia Sagastizabal, ha demostrado su alegría por el guiño de la ministra y ha aseverado que “no es el momento” de acometer un alza fiscal de este tipo habida cuenta la situación de crisis, confiando también en que se alcanzará un pacto.