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¿Cómo elijo el plan de pensiones que más me conviene para mi jubilación?

La clave es mirar más allá de las comisiones, la bonificación y la fiscalidad, y pensar en la rentabilidad

Al cierre del primer semestre, había un total de 2.417 planes de pensiones registrados en nuestro país, según las cifras de Inverco. De ellos, 993 son planes del sistema individual y 1.285, de empleo. Entre tanta oferta y en medio de las campañas promocionales de la recta final del año, ¿cómo puedo elegir un buen plan de pensiones?

Lo primero que tenemos que saber es que antes de elegir un determinado plan de pensiones, debemos pensar en nosotros mismos. Partimos de la base de que cuando invertimos en un plan de pensiones lo hacemos para un objetivo concreto, que es la jubilación. Pero, lo que tenemos que entender es que la jubilación no es igual para todos, por lo que un plan de pensiones puede ser el adecuado para algunas personas y no serlo para nosotros.

Como recuerda Belén Alarcón, socia y directora de asesoramiento patrimonial de Abante, “elegir un plan de pensiones que nos permita hacer todo lo que siempre hemos querido es el último paso de un proceso que comienza con un ejercicio de planificación financiera”. Y es que si elegimos el plan antes de pensar en cuáles son nuestros objetivos y cuánto dinero vamos a necesitar para complementar la pensión pública de la Seguridad Social y poder cumplirlos, corremos el riesgo de no lograr la rentabilidad final que necesitamos.

De hecho, de los datos de Inverco se desprende que la mayoría del ahorro para la jubilación no se concentra en los planes más rentables en ninguna de las categorías y sí en los más grandes, lo que nos cuesta entre 2 y 3 puntos de rentabilidad anualizada en periodos de diez años.

Por eso, para invertir en el plan de pensiones que realmente nos conviene debemos responder a preguntas clave: ¿cuándo voy a querer jubilarme? ¿Qué quiero hacer cuando deje de trabajar? ¿Qué coste tienen mis objetivos? Responder a estas cuestiones, teniendo en cuenta qué edad tenemos ahora y cuál es nuestro perfil de riesgo, nos va a ayudar a saber qué rentabilidad le tenemos que pedir a un plan de pensiones.

Rentabilidad ahora para ganar en el futuro

Una de las ventajas que tienen los planes de pensiones es que podemos cambiar de plan, es decir, traspasar nuestros derechos consolidados de un plan a otro, sin tener que pagar impuestos. Esto es fundamental porque nos va a permitir ir modulando nuestra inversión según vayamos cumpliendo años o nuestras circunstancias cambien, de forma que siempre estemos invertidos con el porcentaje de riesgo que realmente necesitamos y que nos haga sentir cómodos para no sufrir cuando hay caídas en los mercados.

Como, normalmente, invertir para la jubilación implica estar en el mercado durante un largo periodo de tiempo, la gestión se vuelve fundamental. Contar con un equipo que invierta de una forma global, activa y diversificada es fundamental para maximizar el binomio rentabilidad-riesgo, de forma que podamos capturar la rentabilidad de los mercados alcistas, al tiempo que nos protegemos en los momentos de turbulencias.

Por último, al buscar el plan de pensiones que nos dé la rentabilidad que necesitamos debemos dejar en un segundo plano las bonificaciones o los regalos de campaña que nos ofrecen muchas entidades por llevar nuestro plan. Muchas veces nos dejamos llevar por esa gratificación inmediata pensando en ese 2%, 3% o hasta 4% que nos ofrecen y nos olvidamos de que, sin una buena rentabilidad, esa bonificación no nos compensa. Además, debemos saber que por la bonificación hay que tributar en el IRPF como ganancia patrimonial y que, en la gran mayoría de los casos, exige una permanencia que nos va a impedir cambiar de plan, lo que nos puede perjudicar enormemente si nuestros objetivos o necesidades cambien.

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