El futuro del trabajo ya es el presente
Forética lanza ‘Jobs 2030’ para ayudar al sector empresarial a lograr un entorno laboral sostenible e integrador
La digitalización de la actividad económica, impulsada sobre todo por los avances de la inteligencia artificial y la robótica, está empezando a trastocar el mercado de trabajo. Las nuevas tecnologías sustituyen ya habilidades manuales e incluso cognitivas al tiempo que demandan nuevas capacidades y generan nuevos empleos. Y la explosión de la pandemia de Covid-19 ha venido a acelerar ese proceso.
“El debate ahora no es cuántos empleos van a perderse por la revolución tecnológica, sino cómo aprovechar esta para preservar el empleo y aumentar la productividad de las empresas, sin dejar a nadie atrás”, afirma Luis Rodrigo Morales, consejero principal de la Organización Internacional de Empleadores (OIE). En este proceso deben estar implicadas empresas, organizaciones no gubernamentales, Administraciones públicas y el sistema educativo.
Forética se ha propuesto encabezar este debate en España con el lanzamiento de la iniciativa Jobs 2030. Futuro del trabajo, que tiene por objetivo construir, junto con las organizaciones que se quieran unir, un futuro del trabajo más sostenible e integrador en España, situando a las personas en el centro de la transformación digital y dando oportunidades de desarrollo y empleabilidad sin dejar a nadie atrás.
“El teletrabajo ha venido para quedarse, vamos hacia un modelo de trabajo híbrido”, afirma María José Martín (ManpowerGroup)
En el contexto de crisis sistémica actual, “tenemos que asegurar que las lecciones aprendidas del Covid-19 apoyen la planificación de un liderazgo sostenible por parte de las empresas, en el que las personas se sitúen en el eje de su estrategia. Para ello, es el momento de abordar un análisis en profundidad sobre el futuro del trabajo, enfocado a generar modelos más sostenibles, agilizando la digitalización como impulsora de la transformación e invirtiendo en innovación y talento”, asegura Germán Granda, director general de Forética. “Es momento de poner el foco en estrategias que aseguren la sostenibilidad empresarial y, sobre todo, de una contribución clara a la sociedad y al planeta”.
Hoja de ruta
Para ello, Jobs 2030 trabajará una hoja de ruta con iniciativas de acción, ejemplos y buenas prácticas de las entidades colaboradoras, alineadas con la Agenda 2030, para dar respuesta a los retos más relevantes, sobre todo tres, la formación, los recursos humanos y la transición justa para las personas.
Así, en colaboración con las entidades educativas, desarrollar iniciativas alineadas con la promoción y desarrollo de talento, habilidades y conocimientos mejor adaptados a organizaciones más digitalizadas y automatizadas. Con procesos de recursos humanos que utilicen tecnología de manera ética, favoreciendo organizaciones con mayores niveles de igualdad, diversidad e integración para las personas. Y promoviendo una transición justa para las personas, observando principios éticos y de sostenibilidad en el impacto de la transformación digital en los trabajadores y con procesos de reestructuración responsables con las personas.
Para llevar a cabo esta hoja de ruta van a ser fundamentales las alianzas. “Es importante construir alianzas en el ámbito empresarial y en colaboración con el ámbito público, para construir un futuro del trabajo más sostenible e integrador en España, situando a las personas en el centro de la transformación digital y dando oportunidades de desarrollo y empleabilidad sin dejar a nadie atrás”, destaca Granda. Forética va de la mano ya en este proyecto con ManpowerGroup, a nivel empresarial, y con CSR Europe y el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), para su alcance internacional. Y está trabajando con comunidades autónomas y ministerios para trasladar y difundir este debate a un entorno más local.
“La pandemia nos ha abierto los ojos a lo vulnerables que somos. Y al final, para el 92% de los profesionales, según los estudios que nosotros tenemos, es fundamental mantener su empleo, mantener la autonomía que facilita el teletrabajo, impulsar su desarrollo y avanzar hacia una mayor conciliación”, señala María José Martín, directora general de talent solutions de ManpowerGroup, partner principal del proyecto. “El teletrabajo ha venido para quedarse, ya nadie concibe volver a las situaciones que teníamos previamente y vamos hacia un modelo de trabajo muy híbrido”, reflexiona.
Sobre el empleo del futuro, Martín destaca tres puntos fundamentales. Primero, cómo somos capaces, como trabajadores, de avanzar en nuestro propio aprendizaje y desarrollo, porque las empresas están pidiendo cosas nuevas. En segundo lugar, que las compañías se conciencien de la importancia de comprometer al mejor talento y de trabajar con las personas. Y finalmente, cómo empresas, instituciones y Gobiernos se unen para no evitar solo una mayor destrucción de empleo, sino para poner sobre la mesa proyectos que avancen hacia una generación de empleo asociado a esa transformación digital y ecológica.
Nueva realidad del empleo
“Dentro de las principales tendencias que detona la transformación tecnológica se encuentra el tener un enfoque en el desarrollo de capacidades”, señala Luis Rodrigo Morales, consejero principal de la OIE. En su opinión, desde el punto de vista empresarial, “deviene más importante no solo retener el talento sino motivar la mejora continua de capacidades, ya que esto va a contribuir a la productividad, la sostenibilidad y la competitividad de las empresas”.
Para Morales, la adaptabilidad ha sido uno de los aspectos más determinantes durante esta crisis. Y cita como ejemplo más cercano el teletrabajo.
Para Filippo Veglio, managing director & senior management team del WBCSD, la transición digital, que ya había empezado, se ha acelerado con la pandemia. Y propone cuatro puntos de reflexión. La colaboración en remoto con en diversos lugares, “una colaboración que aún se está aprendiendo”. Otro punto es el tema de inclusión y conectividad, “cuando hay partes de la población que no disponen de conexiones digitales, con lo que se abre una brecha”. En tercer lugar, “el equilibrio entre vida privada y vida de trabajo; difícil encontrar las barreras, también a nivel legal”. Y por último, el aspecto resiliencia, “el manejo de los empleados directos de una empresa y también el manejo de las condiciones de trabajo en la cadena de valor de una empresa”.