La CNMV comienza los test de estrés a los fondos españoles para anticiparse a problemas
La mayoría de los productos resiste los shocks de reembolsos; El mayor riesgo está en los vehículos con bonos de alto rendimiento
No, no ha habido, ni hay, problemas con los fondos de inversión españoles. Pero más vale prevenir que curar, y la CNMV se ha puesto manos a la obra. Ha comenzado a someter a estos productos a test de estrés, ha diseñado una metodología mejorada a la propuesta por ESMA, y las primeras pruebas revelan que responden de manera resiliente a los shocks de reembolsos. La excepción son “unos pocos fondos que poseen importantes porcentajes de activos ilíquidos”, según un documento del supervisor.
El coordinador de las comisiones europeas de valores, ESMA, publicó el año pasado una metodología para someter a los fondos de inversión a unas pruebas de resistencia en caso de reembolsos masivos. El supervisor que preside Sebastián Albella recogió el guante y ya ha comenzado a realizar los test a las carteras españolas. “Este tipo de ejercicios tiene una finalidad macroprudencial, dado el creciente tamaño de los fondos de inversión y su relación con las entidades financieras, el mercado y la economía real”.
A cierre de agosto, el importe en fondos de inversión españoles sumaba 265.744 millones de euros, según los datos de Inverco, la asociación española del sector. El patrimonio todavía está por debajo de los 276.629 millones de cierre del año pasado, pero se han recuperado con fuerza de la situación de febrero y marzo En ese último mes, su patrimonio bajó niveles de diciembre de 2016, no tanto por los reembolsos, que fueron moderados, sino por la pérdida del valor de los activos.
Desde la CNMV explican que ya están afinando la fórmula para hacer las pruebas de resistencia. “Estamos haciendo los test de acuerdo con la metodología de ESMA, pero estamos desarrollando una metodología algo más precisa. De esta segunda ya hemos acabado el desarrollo metodológico de la primera parte, que es la generación de los shocks a los reembolsos, y ahora estamos desarrollando la segunda parte. Esperamos poder tener una aplicación de la metodología a final de año”, explican a una pregunta de CincoDías.
Respuesta
En el segundo boletín trimestral del supervisor, publicado a finales de julio, la CNMV explica las reformas que ha llevado a cabo respecto a la metodología de ESMA. Y que será la que aplicará a finales de año.
“La respuesta de los fondos de inversión españoles a estos escenarios de reembolsos se analiza en términos de la ratio entre los activos de liquidez mantenida por los fondos y los reembolsos afrontados por cada categoría de fondos. La categoría de fondos de renta fija corporativos de alta rentabilidad es la única en la que se encuentran instituciones en estrés, aunque representan menos del 3% de los fondos y menos del 1,5% del patrimonio de los fondos dentro de esta categoría”, señala en un artículo Javier Ojea Ferreiro, del departamento de Estudios y Estadística, de la Dirección General de Política Estratégica y Asuntos Internacionales de la CNMV. “Este documento será un apoyo a las autoridades supervisoras en el diseño de los escenarios de reembolsos para los fondos de inversión”, afirma el autor.
Medidas precautorias
La CNMV solicitó en abril al Ministerio de Economía más poderes en la supervisión de los fondos de inversión. Y les fueron concedidos.
El supervisor de los mercados puede autorizar a las gestoras de fondos el “establecimiento de periodos de preaviso para los reembolsos” de fondos, “sin sujeción a los requisitos de plazo, importe mínimo y constancia previa en el reglamento de gestión aplicables con carácter ordinario”. Hasta entonces, la normativa permitía que las gestoras pudieran exigir preavisos para los reembolsos de más de 300.000 euros con 10 días de antelación. Con la nueva potestad, la discrecionalidad es total.
La buena noticia es que en España, a diferencia de lo ocurrido en otros mercados, ninguna gestora se ha visto obligada a solicitar esa prebenda, según los últimos registros de la CNMV, puesto que no se han producido e reembolsos masivos.
Algunas gestoras sí han empleado la fórmula de los precios oscilantes (swing pricing, en la jerga), que beneficia a los partícipes que permanecen en las carteras, como CaixaBank AM. En esencia, se trasladan los costes extra a los inversores que venden cuando hay caídas o compran cuando hay subidas. El patrimonio de la firma de CaixaBank bajo este paraguas suma unos 21.500 millones.