Las empresas del Ibex pierden 45.000 millones de patrimonio
Las compañías ‘guardan’ en el balance pérdidas un 200% superiores a las declaradas
Los resultados del primer semestre de las empresas del Ibex 35 han sido los peores de su historia, con unas pérdidas de más de 15.000 millones como consecuencia de la crisis del coronavirus. Pero, en realidad, son aún mucho peores de lo que parecen. Las pérdidas invisibles, gran parte de las cuales irán aflorando en sucesivos ejercicios, derivadas sobre todo del impacto cambiario y del deterioro de valor de participaciones, se han contabilizado en muchas de las compañías contra los fondos propios y no han pasado por la cuenta de resultados. Eso ha provocado que lo que las empresas recogen como resultado integral se haya separado mucho del resultado neto atribuido que declaran, algo que no había ocurrido nunca en esta medida.
En concreto, cuando se toman en cuenta esa especie de pérdidas invisibles, el resultado integral atribuido de las empresas del Ibex 35 es de unos números rojos de 35.600 millones, una cifra sin precedentes. Con este criterio, Banco Santander bate récord de pérdidas con 17.266 millones y le siguen IAG y Telefónica. Tanto en Santander como en Telefónica han pesado mucho las diferencias de cambio, especialmente las de Brasil, uno de los países más golpeados por la pandemia.
Y las cosas son todavía peores si lo que se analiza es el patrimonio de las empresas. En solo seis meses, las compañías han perdido 45.000 millones de patrimonio, cifra de nuevo sin precedentes, un 200% superior a los números rojos declarados. Todas han visto caer su patrimonio salvo cuatro. Santander, IAG y BBVA son las que más lo han recortado en términos absolutos, pero la pandemia se ha llevado casi el 90% del patrimonio de IAG (lo que explica su necesidad de ampliar capital), el 42,6% del de Meliá y el 26% del de Telefónica, el grupo que acumula históricamente un mayor impacto negativo por la depreciación de los tipos de cambio de sus filiales.
Es precisamente el efecto de los diversos tipos de cambio lo que en mayor medida engrosa estas pérdidas ocultas. Otros menoscabos en su negocio que las firmas, por el momento, han logrado corresponden también al deterioro de otros activos.
Avalancha de empresas que cortan la retribución
En tiempos de pandemia, lo primero es proteger el colchón de seguridad. Numerosas empresas han tomado medidas, con recortes o supresiones de los dividendos con cargo a los resultados de 2019. Así lo han hecho Aena, Acciona, Amadeus, ArcelorMittal, Grifols, IAG, Meliá o Merlin, además de todos los bancos, hasta el 1 de enero, por recomendación casi obligatoria del BCE.
En muchas empresas, está por ver que este año haya beneficios que puedan distribuirse. Si deciden mantener el pago pese a registrar pérdidas o beneficios exiguos, el abono reduciría los fondos propios.
Es bien conocido que los grandes del Ibex cuentan con negocios muy diversificados, con América Latina como clave de esta expansión. Esto, que en la anterior crisis fue una tabla de salvación en momentos críticos de la economía española, no ha sido sino un problema con esta recesión, que tiene un carácter totalmente global. De hecho, en algunos de los grandes mercados de estas empresas, como Brasil, la situación es incluso más delicada que en España. Las divisas de estos países se han depreciado, un movimiento letal para los intereses de las empresas españolas allí.
Así, este ha sido el gran menoscabo en el patrimonio neto del Banco Santander en el primer semestre del año. La entidad presidida por Ana Botín publicó unas pérdidas históricas de 10.798 en este periodo, pero la cifra que incluye aquellas partidas que no han pasado por la cuenta de pérdidas y ganancias asciende a los 17.000 millones. El patrimonio neto se ha reducido en 18.000 millones hasta los 81.000 millones (véase gráfico), si bien para los bancos la medida de solvencia más importante es la regulatoria, que tiene su propio cómputo y el banco ha conseguido mejorarla.
Según señala Santander en su informe semestral remitido a la CNMV, los tipos de cambio supusieron 9.499 millones de esos 17.000 millones en pérdidas integrales que el banco registró hasta junio. Los menoscabos acumulados en el balance que no han afectado al resultado, pero sí al patrimonio superan los 30.000 millones, de los cuales algo más de 25.000 millones corresponden a diferencias cambiarias.
Un efecto similar experimenta el otro gran banco español, BBVA, cuyo patrimonio neto ha caído en 5.000 millones en el último semestre, con un efecto de la divisa de unos 3.000 millones. En el acumulado, la cifra supera los 12.000 millones. BBVA ha sufrido una fuerte pérdida de valor contable en sus filiales de México y Turquía y además ha visto cómo se deterioraba el valor de su inversión en Telefónica, al igual que CaixaBank.
Efecto divisa
La compañía que se lleva la palma en acumular este tipo de pérdidas en relación con su patrimonio es Telefónica. Suma un menoscabo acumulado en sus cuentas por divisas de 25.258 millones. La que más pesa es, una vez más, el real brasileño, que ha restado 14.937 millones, seguido por el bolívar venezolano, con 3.749 millones, la libra (3.408 millones) y el peso argentino (2.017 millones). En el primer semestre de este año el desplome del real brasileño ha supuesto 4.000 millones menos de patrimonio para Telefónica. La empresa pilotada por José María Álvarez-Pallete ha conseguido amortiguar algo el descalabro en el patrimonio y en el resultado integral con ganancias de más de 1.200 millones en operaciones de cobertura.
En cuanto a Repsol, el menoscabo en su patrimonio (2.236 millones) es inferior al de las pérdidas reflejadas en el resultado integral (2.697 millones) como consecuencia, principalmente, de la emisión de híbridos que han reforzado los fondos propios.
En una situación más complicada están Meliá e IAG. El impacto del coronavirus sobre el sector turístico ha sido gigantesco y ambas se han visto obligadas a dejar sus respectivos negocios casi a cero durante meses. Una complicada situación que ha dejado en los huesos su patrimonio. El de la primera ha pasado entre enero y junio de 1.242 millones a 712 millones, y el de la segunda, de 6.823 millones a 777 millones. Esto deja a ambas compañías en la necesidad de reforzarse. Las ampliaciones de capital, con todo, son complicadas cuando son defensivas, y más con las cotizaciones por los suelos. El grupo hotelero se hunde en Bolsa un 54% en el año y el de aerolíneas, un 67%.
Gran erosión
Otras cuatro empresas que sufrieron la erosión del Covid en el corazón de su balance fueron ACS, que redujo su patrimonio neto un 19,5%, CIE (-18,4%), Ferrovial (-14,3%) e Indra (-14,7%). El grupo que preside Florentino Pérez ha capeado bien la crisis y cerró el semestre con beneficios, pero sus fondos propios se redujeron por el desembolso del dividendo flexible por 283 millones, porque restó 542 millones por la depreciación del dólar australiano –el grupo ha generado en el país el 15% de su facturación– y otras monedas, y por la compra de autocartera por 300 millones.
CIE es otro caso claro de cómo el deterioro del balance no tiene por qué reflejarse en la cuenta de pérdidas y ganancias. Su beneficio neto atribuible fue de 58,3 millones, pero su patrimonio neto se hundió en 155,3 millones debido, principalmente, al efecto divisa en sus filiales, por el que se descontó 125,7 millones. El fabricante de piezas de automóviles cuenta con plantas en 12 países; entre ellos, México y Brasil, que han sufrido fuertes depreciaciones de sus divisas frente al euro. El real se hunde más de un 40% en el año y el peso, en torno a un 23%.
Las excepciones de Almirall, Amadeus, Grifols y Endesa
Solo cuatro compañías del Ibex evitaron que la pandemia del siglo erosionara sus fondos propios. Fueron 20 empresas las que ganaron dinero entre enero y junio, pero solo cuatro mejoraron el también conocido como pasivo no exigible Fueron Almirall, Amadeus, Endesa y Grifols. Las explicaciones para cada una de estas excepciones son distintas.
El grupo de servicios tecnológicos para la industria turística mejoró su patrimonio neto un 14,4%, pese a las pérdidas de 196,7 millones del primer semestre. No hay ninguna magia aquí, solo que la empresa a inicios de abril, en pleno estallido de la pandemia, amplió capital en 750 millones y emitió bonos convertibles por el mismo importe "con el fin de fortalecer su estructura de capital". Amadeus canceló el dividendo a finales de marzo para proteger sus fondos propios.
Almirall logró sumar sus beneficios de 42,4 millones sin verse dañado por el efecto divisa. Al contrario, se anotó por este 3,4 milones. Su principal filial está en EE UU, y el dólar no comenzó su caída frente al euro hasta finales de mayo. El cambio medio aún le benefició. La farmacéutica de origen catalán no ha tenido que anular el dividendo, pero lo ha cambiado por la modalidad del scrip dividend, como ha hecho desde hace dos años. Pagará, a quien no desee acciones, 0,203 euros por título.
Grifols sí ha suspendido el dividendo, de manera se anotó como reservas el 100% de los 625,1 millones que ganó el año pasado. Además, por efecto contable de varias adquisiciones minoritarias, sumó 408,7 millones.
La subida del patrimonio neto en Endesa del 5,3% se debió a que al cierre del primer semestre no había computado el reparto de 821 millones de euros en dividendos que realizó el pasado 1 de julio.
Que una parte de las pérdidas no conste en la cuenta de resultados no las borra. La normativa contable provocará en algunos casos que las empresas vayan aflorando en los próximos ejercicios una parte de ellas en la cuenta de resultados clásica. Esto provocará que los números rojos por el Covid-19 se vayan a estirar mucho más.