El fondo de reconstrucción convierte a la UE en el referente de deuda pública
El club será el quinto mayor emisor en euros; los bonos tendrán una alta calidad crediticia comparable a la deuda alemana
La UE se convertirá en uno de los mayores emisores de bonos de Europa. Esa es una de las grandes claves del acuerdo firmado la semana pasada por los 27 líderes de la Unión Europea para la creación del fondo de recuperación, un proyecto dotado con 750.000 millones que se financiará a través del merado y que supondrá la emisión de bonos comunitarios. “Se trata del primer intento real de mutualización de la deuda de la zona euro y el primer paso para la integración fiscal”, señalan desde Janus Henderson.
Hasta el momento la mutualización de la deuda había sido un tema tabú que generaba profundas divisiones entre los estados miembros, algo que quedó patente en el fracaso de la puesta en marcha de los eurobonos, un plan que no salió adelante por las reticencias de Alemania, Países Bajos, Finlandia o Austria. Este acuerdo, que en realidad es un paso gigante hacia los eurobonos, trae a escena un nuevo jugador en el mercado de deuda pública a la vez que disminuye el riesgo de ruptura del euro y refuerza el papel de la moneda única como divisa de reserva. La nota de la UE es casi inmejorable: triple A por Moody’s y Fitch, y AA por S&P.
Moody’s y Fitch asignan una nota de triple A a la UE
Cristina Valera, de BBVA Research, explica que “la emisión de 750.000 millones supone una incremento de la oferta de papel en Europa importante”. “Representaría el 20% de la emisión bruta de bonos entre 2021-2023 si tenemos en cuenta Francia, Alemania, España e Italia”, añade. Según previsiones de Citi, la UE probablemente competiría con la oferta de los países más grandes de la zona del euro. De hecho, desde la entidad señalan que solo Italia, Francia, Alemania y España superarán el volumen de deuda que emita la UE. Es decir, se convertirá en el quinto mayor emisor en euros.
Máxima calidad
Valera explica que la deuda emitida contará con una alta calificación crediticia lo que haría que sus principales competidores fueran los bonos soberanos de países core, como Alemania. Esto se produce en un momento en el que las opciones para la compra de deuda europea de alta calidad son reducidas. Alemania con una calificación crediticia triple A es el mejor ejemplo. El país ha efectuado una reducción progresiva de la oferta de deuda pública, mientras que Italia y Francia, los dos mayores deudores, no tienen calificaciones de primer nivel. Pese a las notas ya asignadas, se desconoce cuál será el rating de los bonos que emitirá. La deuda que se emita bajo su paraguas es vista desde Nomura como el producto ideal para aquellos inversores que busquen activos seguros, pero con la ventaja de un diferencial respecto a la deuda alemana, un refugio en los momentos de mayor inestabilidad, por la que en lugar de obtener rentabilidad hay que pagar, una característica que se extiende a lo largo de la curva de deuda tanto para los plazos cortos como para los de mayor vencimiento. Por el ejemplo el bono a 10 años alemán cotiza en torno al -0,4% frente al 0,14% que paga un bono emitido por la UE con vencimiento en 2031.
La mutualización de la deuda es el primer paso para la unión fiscal y refuerza al euro
Se espera que la deuda de la UE tenga una buena acogida tanto por la calidad como por la escasez de activos seguros en la UE, pero fuentes de mercado señalan que la vida esperada del fondo (hasta 2058) y su carácter excepcional –al menos de momento– hace poco probable que reemplace la curva de deuda alemana como el estándar de libre de riesgo para el mercado en euros. Se verá en breve.
La irrupción de la UE en el mercado de capitales coincide con un momento en el que, como apuntan desde Nomura, el BCE ha abogado por un ambicioso plan de recuperación y por la puesta en marcha de un activo seguro a escala internacional en euros. Es de esperar que el organismo que preside Christine Lagarde apoye las emisiones, y más ahora que la institución ha vuelto a retomar las compras de deuda bajo el paraguas del programa de compras de emergencia contra la pandemia por 1,35 billones de euros hasta mediados de 2021.
Pequeña presencia en el mercado
UE. La mutualización de la deuda es algo completamente nuevo, pero no es la primera vez que la UE acude al mercado de capitales. La institución tiene una pequeña presencia con aproximadamente 50.000 millones de euros en circulación que se emplearon para financiar los préstamos concedidos a Irlanda y Portugal durante la crisis de deuda que vivió la región entre 2010-2012.
Impacto. Si bien los países periféricos celebraron el acuerdo alcanzado por la UE y esto se tradujo en una caída de la rentabilidad, fuentes del mercado consideran que la emisión de la UE en los diferenciales de deuda pública no debería verse sustancialmente impactado por el incremento de la oferta de papel, ya que una parte significativa se financia con las compras del BCE. El porcentaje de deuda sobre el PIB de los países más endeudados, su nivel de crecimiento y consolidación fiscal debería seguir siendo el factor que justifique un diferencial frente a la deuda de referencia (benchmark) en soberanos que seguirá siendo la de Alemania.