El número de ocupados que trabaja realmente se desploma a su nivel más bajo desde 2001
Solo 13,9 millones de los 18,6 millones de ocupados desempeñaron sus funciones laborales. Es la cifra más baja desde la caída de las Torres Gemelas
Tres meses y medio de pandemia de coronavirus han bastado para hacer retroceder más de tres años el mercado laboral español, que cierra el segundo trimestre del año con 18,6 millones de ocupados, el volumen más bajo desde el inicio de 2017. Esa cifra, sin embargo, incluye a los 3,4 millones de trabajadores acogidos a un ERTE, o a los empleados de baja por Covid, por ejemplo, con lo que en realidad el número de ocupados que efectivamente trabaja se ha desplomado a su nivel más bajo desde 2001.
Tal y como recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE) en la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer “la suspensión o reducción de jornada de los trabajadores afectados por ERTE, junto con otros tipos de ausencias al trabajo (como paro parcial por razones técnicas o económicas, o enfermedad, accidente o incapacidad temporal)” han reducido en un 22,59% las horas efectivas trabajadas.
De este modo, agrega, “el número de ocupados que efectivamente han trabajado en el segundo trimestre se reduce a 13.901.000”, que son el 35,14% de la población de 16 y más años. Se trata de la cifra más baja desde la caída de las Torres Gemelas, en septiembre de 2001, cuando había 16,3 millones de ocupados de los que 2,6 millones no trabajaron realmente, reduciendo la fuerza laboral efectiva a 13,6 millones.
Hasta ahora, la cifra nunca había vuelto a ser tan baja, ni siquiera durante la crisis financiera iniciada en 2008, que llegó a disparar la tasa de paro al 26,9% en 2013. El motivo son los 4,7 millones de ocupados sobre el papel que a efectos prácticos no han podido trabajar durante el Gran Confinamiento.
En paralelo, el INE registra que 1,628 millones personas sin empleo que no pudieron emprender una búsqueda activa de empleo debido a la situación de pandemia. Buena parte de ellos han pasado a la inactividad, que crece en 1.062.800 personas, evitando su consideración como desempleados.
Todos estos factores limitan la escalada de la tasa de paro, que se sitúa al cierre de junio en el 15,33%, 92 centésimas más que en el trimestre anterior, y la cifra más alta desde el primer trimestre de 2018, pero muy por debajo de la parálisis real que ha sufrido el empleo.
Y eso teniendo en cuenta que la tecnología ha permitido que otros 3,01 millones de ocupados siguieran trabajando desde su domicilio, un 16,2% del total frente al 4,8% de un año antes, por lo que el teletrabajo ha sido otro importante muro de contención ante la oleada de desempleo que ha ocasionado la pandemia.