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El Ivie estima que la crisis del Covid-19 retrasará la equiparación salarial entre hombres y mujeres

Un estudio indica que el coronavirus ha provocado una caída mayor en el número de afiliadas por su mayor representación en los sectores más golpeados

Una trabajadora desinfecta una zona de paso de un hotel.
Una trabajadora desinfecta una zona de paso de un hotel.Enric Fontcuberta (EFE)

Los efectos del Covid-19 sobre el empleo impactan tanto en hombres como en mujeres, si bien las consecuencias económicas y sociales de esta pandemia podrían haber aumentado las brechas de género en el mercado laboral, según un informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie). El estudio concluye que la recuperación de la actividad económica en los diferentes sectores puede contribuir a que las diferencias en el mercado según el género se mantengan e incluso se amplíen.

Los autores del informe -Alicia Gómez y José Ramos- recuerdan que las condiciones laborales de partida más desfavorables para las mujeres (menor incorporación al mercado laboral, bajos salarios o escasa proporción de cargos directivos) junto con la debilidad del empleo generada por el Covid-19 y la posible evolución de la ocupación en los sectores con mayor participación de las mujeres "van a ralentizar el proceso hacia la igualdad real".

Según los autores del análisis, la estructura sectorial del empleo de los hombres y las mujeres es "determinante" para la salida de la crisis y, aunque, es "difícil" de predecir, "es probable que en los próximos meses la recuperación del empleo de las mujeres se retraiga más que la de los hombres". Por ello, añaden, "si se quiere compensar esa tendencia, serán necesarias políticas activas basadas en medidas efectivas".

De acuerdo con el estudio, algunos índices de vulnerabilidad laboral a corto plazo (porcentaje de temporalidad en el sector privado, importancia relativa de los autónomos, peso relativo del trabajo público y nivel de formación) son más favorables para las mujeres ocupadas que para los hombres con empleo. Sin embargo, las mujeres han sufrido una caída porcentual ligeramente mayor en el número de afiliadas debido a que tienen una representación importante en algunos de los sectores más afectados por la crisis, como la hostelería, la educación y las actividades administrativas. Estos sectores han sufrido caídas en el número de afiliados del 9,4%, 7,8% y 7,2%, respectivamente.

Así, el paro registrado ha crecido entre febrero y mayo más entre los hombres (23,4%) que entre las mujeres (15,6%), pero mientras el de la mujer ha aumentado por tercer mes consecutivo, el del hombre ha disminuido en mayo, pues la recuperación de la actividad se está produciendo más pronto en los sectores más masculinizados.

Según el Ivie, con un mercado laboral debilitado por la crisis del coronavirus "es poco probable que esta brecha disminuya". Sin embargo, las mujeres ocupadas se encuentran en una situación más favorable que los hombres en cuanto a indicadores de vulnerabilidad laboral a corto plazo frente a la pandemia.

Contratos temporales

La ventaja de estabilidad que supone el empleo público es "seriamente matizada" por la importancia alcanzada por los contratos temporales en el mismo, pues una de cada tres trabajadoras del sector público se encuentra en esta situación.

A pesar de que los anteriores indicadores de vulnerabilidad son más favorables para las mujeres que para los hombres, un porcentaje importante de las mujeres están ocupadas en los sectores más afectados por la pandemia y, por esa razón han sufrido también importantes consecuencias laborales a corto plazo, un hecho que queda reflejado en la caída de la afiliación.

El sector más feminizado, con una presencia de la mujer por encima del 85%, es el de las actividades de los hogares y el servicio doméstico. La intensa caída de la actividad de este sector no ha quedado reflejada en la reducción del número de afiliadas porque muchas de las trabajadoras no están dadas de alta en la Seguridad Social, lo que les ha impedido desplazarse a su lugar de trabajo (por falta de permisos) y acceder a algún tipo de prestación, generando de este modo un grupo de mujeres con empleos muy vulnerables.

Por el contrario, frente a estos sectores más duramente afectados por la crisis, el sector sanitario, donde más del 70% de los ocupados son mujeres, ha incrementado el número de afiliados a la Seguridad Social durante el confinamiento.

Otro dato que refleja que las mujeres están concentradas en sectores más afectados por la crisis es la distribución de los ERTE según el género, ya que el 54,4% de los 256.611 trabajadores en situación de ERTE son mujeres.

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