Nissan emplaza a los sindicatos a la negociación para evitar "dramatismos"
El fabricante japonés asegura que no contempla un escenario en el que los trabajadores se nieguen a sentarse a la mesa de negociación
El encargado de pilotar el cierre de Nissan en Barcelona, Frank Torres, ha emplazado este jueves a los sindicatos a buscar la mejor solución posible para los empleados y evitar así "dramatismos" con la marcha del fabricante japonés de la Ciudad Condal.
Nissan comenzará el próximo martes el periodo de negociación con los sindicatos del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con el que despedirá a unos 3.200 trabajadores y cerrará sus plantas de Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca (Barcelona). Una vez abierta la consulta, empresa y empleados tienen 30 días para llegar a un acuerdo.
Torres ha resaltado en un encuentro virtual que es "muy importante" que se establezca un marco de diálogo porque de lo contrario se terminará de una forma que no será satisfactoria para nadie. "Esto es lo que queremos evitar. Sabemos que es una decisión difícil y cuesta asumirla, pero es importante que nos sentemos a buscar soluciones", ha apuntado.
El directivo ha insistido en que el cierre es la única solución viable para las factorías catalanas debido a su baja productividad y los altos niveles de inversión que requieren para cumplir con las legislaciones futuras.
"Hay que ejecutar la decisión de la manera menos dramática posible. Entiendo que las administraciones y los sindicatos no reconozcan esta situación porque es complicada de aceptar, pero tenemos que abrir el diálogo. El resultado del estudio [de viabilidad] es el que es lamentablemente", ha subrayado.
Torres ha repetido que "cualquier amenaza o intención de no querer colaborar va en contra de todo" y se ha mostrado confiado de la buena voluntad de las administraciones y agentes sociales para encontrar "fórmulas conjuntas".
Además, ha asegurado que la empresa informará a los trabajadores de manera detallada del coste que supondrá el cierre de las tres instalaciones. "No vamos a entrar en temas de cifras. Como dijo el presidente de Nissan en Europa [Gianluca de Ficchy], las cifras que se han dado no son reales", ha aseverado.
Según el Gobierno, Nissan tendrá pagar “al menos” 1.260 millones de euros para desmantelar las plantas catalanas. Los costes laborales por despido son los más elevados, de unos 600 millones de euros, mientras que los de las amortizaciones se sitúan en 310 millones de euros.
Por su parte, echar el cierre en los centros de Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca le saldrán a la multinacional nipona por unos 250 millones de euros. Los costes derivados de los contratos por los terrenos que ocupa la planta de Zona Franca serán de alrededor de 100 millones de euros.
El gigante asiático mantiene sus centros de producción de piezas para la alianza que mantiene con Renault y Mitsubishi de Cantabria y Ávila, así como los de ventas y marketing de Barcelona y el almacén de recambios de El Prat de Llobregat. En total, suman unos 1.200 empleados.
Frank Torres era el vicepresidente ejecutivo de Nissan en Rusia y máximo responsable de la marca en España hace unos años, y sustituyó a Genís Alonso para abanderar el cierre de las tres plantas catalanas.