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El Gobierno acelera el plan de ayudas al motor ante la debacle de Nissan

Sánchez anuncia que el Ejecutivo aprobará un cojunto de medidas "lo antes posible" para relanzar la industria de la automoción

Trabajadores de Nissan protestan ante un concesionario de la marca por el cierre de Zona Franca (Barcelona), este viernes.
Trabajadores de Nissan protestan ante un concesionario de la marca por el cierre de Zona Franca (Barcelona), este viernes.Albert Gea (Reuters)

El Gobierno “aprobará tan pronto como sea posible” un plan para reactivar el sector de la automoción que “ayudará a acelerar la transición” de la industria hacia la fabricación y venta de vehículos más limpios y sostenibles”, según anunció ayer el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en rueda de prensa, tres días después de que Nissan hiciera oficial que cierra sus plantas de Barcelona, dejando a más de 3.000 personas en la calle.

Sánchez avanzó que con dicho plan se pretende renovar el parque de vehículos hacia otro más moderno y eficiente, estimular las inversiones para ganar aún más competitividad para producir vehículos en el país y fomentar el I+D+i. También se abordará un cambio de la fiscalidad del sector y se pondrán en marchas medidas para asegurar la liquidez y la financiación de las empresas del ramo, así como medidas laborales.

Antes de que se conociera el cierre de las plantas del fabricante japonés en Cataluña, el Ejecutivo ya reconoció la urgencia de poner en marcha medidas que impulse al sector de la automoción, que ya venía palideciendo por la incertidumbre generada alrededor de los vehículos de combustión, sobre todo los diésel. El consumidor está confuso y falto de confianza, lo que ha provocado una caída de las matriculaciones en todo el mundo.

Ahora, el Covid-19 ha sumido al sector en un pozo mucho más profundo y ha planteado debates como el de la nacionalización de fábricas o de repatriación productiva, poniendo en jaque miles de empleos. España es el segundo productor de vehículos de Europa y noveno del mundo, y cuenta con más de 60.000 empleos directos vinculados al área de producción de las factorías de coches.

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En este contexto, la espantada de Nissan de Barcelona plantea un ultimátum al Gobierno: aprobar cuanto antes el plan de impulso a la demanda del que se viene hablando desde hace semanas. El Ejecutivo tiene más presión si cabe cuando países como Francia ya han prometido 8.000 millones de euros para la automoción, y además ha pedido a los fabricantes que apuesten por el valor nacional. El Ejecutivo de Emmanuel Macron reclama “compromisos” por parte de los fabricantes en tres direcciones: el vehículo eléctrico, el respeto de las compañías auxiliares y la localización en Francia de sus actividades tecnológicas más avanzadas.

Impulso a la demanda

En España, el reclamo del sector es mucho más modesto: 400 millones de euros. Las patronales Anfac (fabricantes), Faconauto (concesionarios), Ganvam (distribución) y Sernauto (proveedores) presentaron a la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, y a la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, su estrategia pos-Covid a finales de abril y recibieron su buena voluntad, pero un mes después sigue en standby. Hay que recordar que el Gobierno trabaja con los presupuestos del PP de 2018.

“El cierre de Nissan tiene que suponer una ineludible y dolorosa llamada de atención para todas las Administraciones Públicas al respecto de la situación de la industria de la automoción en España”, advirtió la patronal de fabricantes de vehículos, Anfac, tras conocerse la marcha del fabricante nipón de Barcelona.

Además de que se impulse la demanda, el motor reclama que se cambie el actual impuesto de matriculación por uno nuevo que grave el parque según sus emisiones de CO2 y que se aplace liquidación de impuestos y cotizaciones, entre otras medidas. El motor, que supone el 10% del PIB y el 9% del empleo, es uno de los sectores que más está sufriendo por el coronavirus. Se calcula que al menos 350.000 personas –entre toda la cadena de valor- se han visto afectadas por ERTE.

Anfac estima que este año se dejarán de fabricar 700.000 coches frente al año pasado -2,82 millones de unidades- debido a los dos meses que las plantas han permanecido cerradas por la pandemia. Además, las ventas caerán entre un 40% y un 45%, por debajo de 700.000 unidades. Dichas cifras colocan la situación en el mismo entorno de los peores años de la crisis económica.

Ayudas al eléctrico

El Gobierno aprobará previsiblemente mañana la segunda edición del Plan Moves, de impulso a la movilidad eléctrica y alternativa, con 65 millones de euros y ayudas de hasta 5.500 euros a la compra de coches eléctricos, según Ep.

En busca de un socio industrial para Zona Franca

Micromovilidad. El Gobierno está trabajando en proyectos alternativos al cierre de la planta de Nissan de Barcelona, entre ellos uno de micromovilidad, con o sin el fabricante japonés, con el objetivo de poder salvar “el mayor número posible” de empleos, ha dicho la ministra de Industria, Reyes Maroto, en una entrevista con Efe. “Cataluña y la Zona Franca tienen muchas fortalezas para reorientar el proyecto industrial de Nissan, que era obsoleto y que había que modernizar”, aseveró Maroto. Según datos a los que ha tenido acceso CincoDías, Nissan tendrá pagar “al menos” 1.260 millones de euros para desmantelar las plantas catalanas.

Plan de acompañamiento. En marzo del año pasado, Maroto presentó el Plan Estratégico de Apoyo Integral al Sector de Automoción, con 2.634 millones de euros entre 2019 y 2025 y basado en ejes como la constitución de una Mesa de Movilidad Sostenible, la revisión de la fiscalidad o el impulso de las inversiones.

2020, cargado de incertidumbre. El motor ya enfrentaba un 2020 duro y cargado de incertidumbre antes del estallido de la crisis provocada por el Covid-19. La entrada en vigor en Europa de una nueva normativa de emisiones, que obliga a los fabricantes a que la media de sus automóviles vendidos en la región este año no genere más de 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, ya tenía contra las cuerdas al sector.

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