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Las restricciones del Covid ponen en jaque al negocio de la droga

Un estudio de la ONU constata escasez de algunas drogas, sobre todo relacionadas con el tráfico aéreo, pero teme que la pobreza tras la crisis arrastre a más gente a esta actividad

Compra de droga.
Compra de droga. Getty

El negocio del narcotráfico vive momentos complicados: el coronavirus ha redoblado los controles en puntos fronterizos por parte de las autoridades. El Covid-19 también ha reducido el tráfico aéreo a la mínima expresión y ha provocado una escasez de abastecimientos. Y, sin embargo, se dará la paradoja de que el golpetazo económico acabará involucrando a más personas en esta actividad ilícita, según se desprende de un informe de la Oficina contra la Droga y el Delito de Naciones Unidas.

Los narcos no tienen otra alternativa que buscar rutas marítimas que alivien la presión que ha producido la pandemia sobre los itinerarios por aire y por tierra. El informe de la Organización de Naciones Unidas, publicado este jueves, comenta al respecto que drogas sintéticas como la metanfetamina, movidas principalmente por vía aérea, son las más afectadas.

El futuro inmediato se vislumbra negro para otros estupefacientes como la cocaína (desde enero de 2017 se ha transportado en un 88% por mar, con "grandes cargamentos" que han seguido llegando a puertos europeos durante la pandemia, donde han sido detectados, informa la ONU) o la heroína, para la que los traficantes han tenido que adaptar la ruta, tradicionalmente por tierra. La alarma sanitaria ha acelerado el transporte de la heroína por rutas marítimas "como muestran las incautaciones de opiáceos en el océano Índico", comenta el estudio.

El cannabis corre una suerte distinta y se ve menos expuesto a las restricciones de movimientos, ya que los traficantes se aprovechan de que la producción de este tipo de droga suele ubicarse "cerca de los mercados de consumo y, por lo tanto, los traficantes dependen menos de los largos envíos transregionales de grandes cantidades de la droga".

Tendencias de consumo

Naciones Unidas ha identificado cambios en el consumo de narcóticos a partir del brote de Covid. Varios países han comunicado escasez de droga a nivel minorista y, aunque el estudio subraya que puede provocar una disminución general del consumo, ciñe la caída a las sustancias que se consumen principalmente en entornos recreativos, ahora cerrados para evitar aglomeraciones de personas.

El contrapunto negativo de la falta de drogas como por ejemplo la heroína, señala la ONU, consiste en que crecen las posibilidades de que los consumidores tomen "sustancias de producción doméstica dañinas". El informe destaca que países de Europa, del sudoeste asiático y de Norteamérica ya han notificado escasez de heroína. En el Viejo Continente, incluso, algunos estados ya advierten de que los consumidores habituales de esta sustancia pueden pasar al fentanilo, una droga 50 veces más fuerte que la heroína, precisó en su día la Agencia Antidroga de EE UU.

Cocaína interceptada en un buque mercante que transportaba cuatro toneladas, en el Muelle de Cruceros del Puerto de Vigo, el 28 de abril.
Cocaína interceptada en un buque mercante que transportaba cuatro toneladas, en el Muelle de Cruceros del Puerto de Vigo, el 28 de abril. Marta Vázquez Rodríguez (Europa Press)

La falta de ciertas drogas durante la pandemia ha provocado que crezca la ingesta de productos farmacéuticos como las benzodiacepinas a modo de sustitutivo. Este medicamento con efectos relajantes ha doblado su precio "en algunas áreas", prosigue el informe. Pero la escasez también conlleva efectos sanitarios nocivos: para las drogas que se inyectan por vía intravenosa ha descendido la cantidad de equipos de inyección. "Todo lo cual conlleva el riesgo de propagar enfermedades como el VIH/SIDA, la hepatitis C y el propio Covid-19. El riesgo de sobredosis de drogas también puede aumentar entre quienes se inyectan drogas y están infectados con Covid-19", constata Naciones Unidas.

Precios más baratos

La próxima cosecha de opio en Afganistán puede verse afectada por la escasez de mano de obra relacionada con el virus y la producción de cocaína en Colombia se ha visto diezmada por la falta de gasolina, mientras que la producción de drogas sintéticas en México se ha frenado por la escasez de precursores químicos de Asia sudoriental. El informe añade que los cierres en Europa pueden provocar un aumento de la demanda de marihuana que probablemente pueda ser atendida por una producción más local.

Las consecuencias del virus también pueden tener un efecto potencial de larga duración: las cortapisas al tráfico pueden ocasionar un almacenamiento de drogas a lo largo de las cadenas de suministro, advierte el informe. Esto genera un caldo de cultivo para el aumento de la oferta una vez se reduzcan las restricciones, y los mercados se podrían inundar con drogas baratas y muy puras, disparando el riesgo de sobredosis.

La ONU ve probable que cuando se produzca la recuperación económica se inunden los mercados con drogas baratas y muy puras

Además, las dificultades económicas causadas por el Covid-19 también esconden cargas adicionales en los más desfavorecidos, que podría llevar a que más personas entren en el mundo del tráfico de drogas, concluye el informe.

Los traficantes también están explotando las consecuencias del coronavirus y según Naciones Unidas aprovechan la situación para mejorar su proyección social a través de "asistencia a las comunidades locales". Por otra parte, los autores del informe sugieren que los narcos estarían aprovechando la alarma sanitaria para "diversificarse hacia el cibercrimen y la distribución de falsas medicinas".

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